La vuelta al cole de Top Chef

La vuelta al cole de Top Chef

La segunda temporada de Top Chef España ya ha arrancado y en Glup Glup no nos lo queríamos perder. Risas, enfados y muchos sentimientos a flor de piel se emulsionan con alta cocina en el plató de Antena 3. ¿Quién será el nuevo ganador?

Personalmente veo los programas de cocina por dos motivos: aprender, como con los programas de mi amado Jamie Oliver, o reírme. Pero no en el plan Arguiñano cuenta un chiste y yo pienso "este señor es y será siempre el rey de las cocinas en todos los hogares (post con patente en curso)", sino en plan tróspido, como en ¿Quién quiere casarse con mi madre? El caso es que en raras ocasiones lo hago con las dos intenciones pero, hoy por hoy, vive dios que Top Chef cumple con las dos, y con mucho más.

Metemos en la batidora al Gordon Ramsay español, un montón de técnicas culinarias, un plató bonito y dieciséis cocineros expertos. Batimos y voilá, aquí tenemos Top Chef.

Cuando la televisión nos inunda de programas de cocina, y los cocineros están más de moda que nunca, Top Chef vuelve a colarse en la parrilla televisiva en su segunda edición española. Chicote sigue al pie del cañón, a pesar de que desde Glup Glup dudamos que le quede algo de tiempo entre anuncio y anuncio, Susi Díaz sigue a su lado y el gran Ángel León, el guaperas de los jueces, ha sido sustituido por un cocinero que la dirección pensó que era guapo, Yayo Daporta. Te echamos de menos, Ángel.

Chicote está pensando en lo que va a cenar esta noche, por eso sonríe tan feliz.

El formato del programa es el siguiente: tres jueces, dieciséis aspirantes que son chefs profesionales y muchos platos de alta cocina. Nitrógeno líquido, envasadoras al vacío, polvos mágicos como el alginato y productos de los que apenas hemos oído hablar. Tres pruebas, la de fuego, donde se juegan inmunidad, la prueba por equipos y la última oportunidad. Un plató con cocinas y una frase lapidaria cuando son eliminados: "recoge tus cuchillos, y vete". La diferencia real de este tipo de programas con otros de cocina, es que al casting no se presentan, son llamados, los aspirantes siempre tienen un nivel de cocina muy alto y no existe la figura de un presentador como tal. Si eres la novia de Richard Gere, has sido modelo y cocinera y te llamas Padma Lakshmi, la ausencia de presentador no supone un problema, ya que te encargas tú de conducir el programa y encandilar a los telespectadores. Si eres Susi Díaz y dejas que el mundo te conozca por Susi a pesar de tus 40 años de edad, sí tenemos un problema. La mayor pega de nuestra adaptación de Top Chef es que Chicote no siempre puede hacerse cargo del peso del programa y Yayo y Susi son muy poco televisivos y demasiado lights para lo intenso que debe ser un programa de este tipo. Tal vez haría falta una Lorraine Pascale o alguien con carisma que ayudara al pobre Alberto, que tiene tal saturación de trabajo que está hasta adelgazando.

Esta chica consigue que hasta a tu chico le interese Top Chef, aunque no sean los platos lo que llame su atención.

El primer programa de esta edición fue tan divertido que a ratos parecía la unión de la cocina de autor y de Joaquín Reyes. Fue como ver el celebrities de Ferrán Adriá, pero improvisado y sin disfraz. 

Cuando Carlos Medina, uno de los concursantes que es chef creativo en Singapur, pierde los estribos y lanza palabrotas por doquier, con la boca pequeña y toda la mala leche que tiene, me reí. Cuando la situación se complica y en la prueba en la que se juega entrar en el programa de cocina para profesionales más importante a nivel mundial y se cabrea más, me reí. Pero cuando es Honorato quien entra en juego en esta escena, me quité el sombrero con la organización. Y como no es lo mismo contarlo que verlo, aquí está la prueba. 

"Honorato tiene el alginato" se convirtió al momento en trending topic en mi casa. Lástima que no se convirtiera en uno de los doce aspirantes oficiales y le expulsaran en esa primera gala. Suerte que el equipo de dirección viera el potencial y le repescaran en el primer programa saltándose a la torera todas las leyes lógicas posibles. Por si Honorato y Carlos no son suficientes motivos para ver Top Chef, nos encontramos con Marc, al que todos odian. Con él ha tenido problemas hasta Peña, el hipster del grupo, que es pacífico y maravillosamente guapo (nos pirran las barbas y los tatuajes juntos). Y está David García, más conocido por salir en Ratatouille interpretando a Alfredo Linguini, que decidió ir para demostrarle a todos los que en su vida se habían metido con él, que podía conseguirlo. Y otros siete concursantes más que hacen un total de doce y que estoy segura, nos van a dar mucho que hablar. Ya sólo quedan diez, ¿te vas a perder el resto? 

¿Tendrá a la rata escondida en un bolsillo durante el programa?

Enviar por WhatsApp

Este artículo lo ha escrito...

Anabel Palomares

Ana Belén Palomares (Madrid, 1986). Diplomada en fisioterapia, pero dedicada al mundo de la moda en una de la mayores cadenas de España, esta chica madrileña vive entre libros de cocina y discos... Saber más...