All I want for Christmas is Love Actually

All I want for Christmas is Love Actually

All I want for Christmas is Love Actually

Si Mr. Scrooge y el Grinch tuvieran una hija secreta sería yo. Y si hay algo que odio tanto como la navidad, son las comedias románticas. Lo siento, pero para mí Jennifer Aniston, Sandra Bullock o Meg Ryan merecen ser devoradas por una manada de hienas hambrientas, tras haber sido sometidas a un exorcismo. Y sus películas lanzadas a la hoguera. Entonces, ¿por qué me fascina Love Actually, que mezcla todos los ingredientes que odio? 

Los gustos cinematográficos está claro que son personales. Y no sólo dependen de cada uno, si no del momento personal o del día que tengas, para que te parezca mejor una u otra película. También es cierto que hay películas cuyo guion, dirección o fabulosas interpretaciones las hace ser recordadas por mucho que pasen los años. Pero las listas tipo “Best films ever” o “Las 100 películas que debes ver antes de que te atropelle un tranvía” me las paso por donde todos os imagináis. En mi particular “Top 10” podemos encontrar algunas tan dispares como “Las amistades peligrosas”, “El temible burlón” o “Cantando baja la lluvia”, por poner algún ejemplo. Pero también mato por un buen bol de palomitas mientras disfruto de “Los Vengadores”.

Ni “Historias de San Valentín” ni “New Year’s Eve”. La comedia romántica coral definitiva es “Love Actually”. Y punto en boca.

Por eso, no me importa reconocer públicamente que todos los años veo al menos una vez “Love Actually”, la película de 2003 dirigida por Richard Curtis y que, en poco tiempo, se ha convertido en todo un clásico navideño. Pero ¿por qué? ¿Qué es lo que tiene para que, aun sabiéndonosla de memoria no queramos perdérnosla? Pues yo aquí intento daros algunas claves.

1. Porque empieza y termina en un aeropuerto.

Y quizá sea por lo que me gusta viajar, pero para mí los aeropuertos siempre han tenido a la vez algo hipnótico y fascinante. Yo por eso ya le doy un punto.

2. Porque está ambientada en Londres.

Cualquier cosa que pase, ocurra o transcurra en Londres a mí me tiene ganada. Si “Aquí llega Condemor” la hubieran situado en Londres, otro gallo hubiera cantado.

3. Por el diálogo entre Karen (Emma Thomson) y su hija al principio de la película.

Me parece sencillamente brillante.

“-Han repartido los papeles para la función de navidad… y yo soy la langosta.

-¿La langosta?

-Sí.

-¿En la función de navidad?

-Sí. La primera langosta.

-¿Hubo más de una langosta en el nacimiento de Jesús?

-Claro.”

Entre la langosta y el pulpo, no sabes si es la función o la cena de navidad

4. Porque si un día estás asqueado de tu trabajo, piensa que siempre podrías ser doble de luces de películas porno.

Y, aun así, encontrar el amor.

5. Porque cuando Sam (Thomas Brodie-Sangster) le dice a su padrastro Daniel (Liam Neeson) que está enamorado de alguien del cole, éste le pregunta “¿Qué sabe ella o él de ti?”.

¡Eso es! Normalización de las relaciones homosexuales desde la infancia (lo siento, tenía que sacar mi vena reivindicativa).

6. Por la historia de amor Sarah y Karl (Rodrigo #ayomáquérico Santoro).

Hay que tirarse a la piscina. Y todos queremos que a la dulce, buena y totalmente dedicada a su hermano, Sarah le salgan las cosas bien. Los saltitos que se pone a dar ella en las escaleras cuando él va a su casa, resultan tan adorables, que todos nos podemos sentir identificados en algún momento de nuestra vida.

¡SíSíSíSíSíSíSíSí!

7. Porque no todo es perfecto.

Que todo fueran relaciones idílicas y con final feliz, haría que al final me diese una subida de azúcar y me entrasen ganas de vomitar. Los cuernos que le ponen a Jamie (¡¡¡sí, al mismísimo Colin Firth!!!) o la gran crisis entre Karen y Harry (Emma Thomson y Alan Rickman), hacen que, por desgracia, también nos podamos sentir identificado con ellos.

8. Porque te comerías a Andrew Linconl, y no les dejarías ni un cachito a los zombies que llegarían años después.

¡¡¡Que se preparen su propia cena, que tú le viste primero!!! Podré ver la película 1328 veces, y 1328 veces me enamoraré de Mark.

Si no te has enamorado viendo esta escena, yo te destierro de este post.

9. Porque Keira Knightley resulta perfectamente imperfecta.

Sin más.

10. Porque Colin Firth podría confesar el asesinato de 250 niños, y aun así seguirías queriendo adoptarle.

Y también seguirías queriendo regalarle un ordenador, porque eso de utilizar una máquina de escribir prehistórica en 2003… será muy vintage, pero poco práctico.

11. Porque ellos tienen a Hugh Grant como Primer Ministro

Aunque nosotros tenemos… bueno, tenemos a uno que no es Huh Grant.

¿Os imagináis así a ese que no es Hugh Grant? No, mejor no.

12. Por la banda sonora.

De principio a fin. Pero quería destacar una cosita: A ver, Mediaset, si queréis versionar el tema “All I want for christmas is you”, interpretado por niños con acompañamiento adulto, aquí tenéis una buena muestra de cómo hacerlo, y no el crimen que habéis perpetrado vosotros este año. De nada.

 

En definitiva, porque sencillamente, Love Actually “to me, you are perfect”.

Enviar por WhatsApp

Este artículo lo ha escrito...

Olga Andérez

Olga Anderez (Santander, 1975). Secretaria y contable afincada en Madrid que, a la vista está, se mete en cualquier embolado que se le cruza en el camino. Fanática de las redes sociales y del... Saber más...