Hemos probado… Abril ´14
Hemos probado… Abril ´14
Cada mes probamos lo último en productos de belleza y los sometemos a nuestro particular control de calidad, que no se parece a ninguno de los que hacen en las revistas pero nos parece mucho más práctico.
El producto: Beauty Party.
El lugar: Las Termas de Ruhan.
Precio: Desde 30 €.
La prueba: Mandar a Rebeca Rus y a un montón de madres trabajadoras estresadas a relajarse durante una tarde de sábado. Sin niños. Sin maridos. Y, sobre todo, sin vergüenza ajena.
La experiencia:
Jamás me había imaginado que, mientras un montón de peces se dedicaban a merendarse las pieles muertas de mis pies, yo iba a hacer otra cosa que no fuera gritar como una histérica y dejarme llevar por la angustia y el repelús más absoluto. Es más: hasta hace unos días, esa experiencia se me asemejaba a meter los pies desnudos en un charco lleno de babosas o a actividades del tipo medicinal usadas en siglos pasados con asquerosas sanguijuelas chupa-sangres.
Pero tengo que reconocer que el pasado sábado viví una de las mejores experiencias de relax de mi vida. No es lo mismo meter los pies en una pecera repleta de peces que succionan las plantas de tus pies que hacerlo mientras te estás tomando un Cosmopolitan y estás cantando ABBA a grito pelado con la boca llena de macarons. Y eso hicimos mis amigas y yo.
Celebrar su cumpleaños en Las Termas de Ruhan fue una gran idea de mi amiga Ana Martín: madre estresada de tres niñas (6 años, 3 años y 5 meses), gran profesional del mundo de la publicidad, profesora de másters (profesionales, no del universo), mujer de recursos infinitos, ama de casa, pareja de Alguien Muy Majo y fan del DIY (a veces pienso que es una superheroína trabajando de incógnito pero, vamos, como casi todas las madres trabajadoras que conozco). Una mujer que intenta sobrevivir a su día a día sin perder la cordura y que se cuida todo lo que puede, teniendo en cuenta que sufre una gran ausencia de tiempo libre.
Ana reservó un pack Beauty Party para ella y sus cuatro mejores amigas. La idea era cerrar una sala especial del centro de Las Termas de Ruhan en Argüelles durante unas horas y disfrutar de una pedicura, una manicura, masajes y una sesión de maquillaje personalizada mientras celebrábamos una fiesta exclusiva con cócteles, cava, catering y, lo mejor (es ironía), un karaoke.
Con un poco de azúcar... esa "cosa" que os harán, pasará mejor.
Nada más entrar en nuestra sala, las amables señoritas del centro nos ofrecieron la carta de cócteles y nos ayudaron a descalzarnos. A continuación, cóctel ya en mano, nos lavaron los pies y nos ayudaron a meterlos en el Fish Spa, donde unos pequeños anfibios, los peces Garra Rufa, se encargaron de succionar delicadamente las pieles muertas. Se supone que los peces Garra Rufa no tienen dientes y que con su suave succión consiguen dejar la piel suave, sana y limpia en profundidad, al mismo tiempo que estimulan los principales puntos de acupuntura y la circulación sanguínea. Lo malo es que se supone también que: 1) tengo unas cosquillas terribles; 2) me dan repelús los anfibios y, lo más importante, 3) el sábado no podía dejar de pensar en la película Piraña.
Imaginaos esta escena con la B.S.O. de Tiburón, obra maestra de John Williams: tará, tará, tararú...
A mitad de la experiencia y con varias de mis amigas pegando los mismos chillidos de sorpresa y repelús que yo, nos dieron a elegir la temática del karaoke y varios micrófonos. Era la segunda vez que me arrepentía de no estar tomando alcohol, pero se me pasó en cuanto vi a mis amigas cantando a grito pelado.
¿Qué es el surrealismo? Está claro: surrealismo es cantar Mamma Mía medio borrachuza y con la boca llena de polvorones mientras unos peces te lamen los pies.
Tras treinta minutos con los pies sumergidos en la pecera, una profesional del centro nos ayudó a salir de allí y nos dieron un relajante masaje. A continuación, nos pasaron, una por una, a una mesa donde nos hicieron la manicura (y siempre te dejan una mano libre para que no sueltes tu copa o puedas agarrar bien un petit four). Para terminar, una maquilladora nos dio una clase sobre lo que mejor nos sentaba y nos maquilló para salir a cenar.
Resultado:
Durante unas horas me olvidé de que tenía que poner dos lavadoras y me estaba esperando una montaña de plancha tan grande que necesitaría el apoyo de un sherpa para hacerme con ella. Mis amigas también se lo pasaron de miedo. Recordaremos el cumpleaños de Ana para siempre. Quiero hacer esto todos los fines de semana.
Evaluación Final:
Estamos a miércoles y todavía conservo la manicura a pesar de que he hecho literas, he trabajado en mi jardín y he fregado como la que más. Mis pies siguen suaves y tengo todavía la sensación de que me lo pasé estupendamente. Ahora sé cómo tengo que pintar mis ojos si no quiero parecerme a Tristón, el que buscaba un amiguito.
Más información sobre la marca en http://www.lastermasderuham.com
Tienen centros por toda España.
Este artículo lo ha escrito...
Rebeca Rus (Madrid, 1974) es creativa publicitaria, escritora, columnista y responsable de la sección de cocina de la Revista Cuore. Es la autora de los libros "Sabrina:1-El Mundo:0", "Sabrina... Saber más...