Hoy comemos en... Goiko Grill

Hoy comemos en... Goiko Grill

A pesar de que en estas fechas se come de más, nuestra crítica no puede ponerse a dieta y dejar de hamburguesear por ahí, y de buscar la excelencia gastronómica del burger meat. Su sacrificio nos permitirá conocer las mejores hamburguesas. ¿Serán las del Goiko Grill algunas de ellas? 

Llegas a Madrid como Paco Martínez Soria recién salido del tren, atolondrada pero sin gallina, pensando en cuando eras guay y salías por la capital un día sí y otro también. Estás out en los que a sitios molones se refiere, pero tienes más hambre que el perro de un ciego. Buscas un sitio para comer y ves un local pequeño, en Conde de Peñalver, lleno de gente moderna y joven comiendo hamburguesas y piensas ¿y si es aquí el lugar donde burgerwoman encuentra la HAMBURGUESA?

El Goiko Grill es un restaurante "especializado en cocinar las más exquisitas hamburguesas de autor y hacer sentir a sus clientes como en casa". La verdad es que me sentí como cuando vas a un pub y uno tras otro se acercan esos babosos a decirte el mismo piropo con el mismo efecto en ti. Nada. Las palabras se las lleva el viento, y la única forma que tengo de comprobar si lo que dice este restaurante es cierto es hicarle el diente a una hamburguesa. Cuando entramos, veo un local pequeño ampliado con otro local más situado tras la cocina. Hay risas y se respira un buen rollo increíble. Los suelos son de madera y las paredes blancas, repletas de estanterías como en una cocina del IKEA. De hecho hay unos marcos con la lámina original, proyecto en curso, supongo. Nos sientan en una pequeña mesa y escucho como Norah Jones canta de fondo mientras nos entregan la carta. Tengo que decir que para mí la carta es la primera impresión de un restaurante. No es lo mismo ver a David Beckham que a Carlos Areces, y en las cartas me pasa igual. Moderna, muy cuidada y extremadamente apetecible, colorista y muy sencilla. Estilo puro con dibujos en miniatura de cada una de las hamburguesas.

Nos trajeron las dos Cocacolas que habíamos pedido (de lata, fail) en vaso ancho y con pajita (gracias), y los nachos de Daniela, con nata agria, guacamole, queso fundido, tomate picado, jalapeños y chili con carne. Crujientes, con un guacamole casero, y un chili tan bueno que casi lloro. Una ración enorme, eso sí, más recomendable para compartir entre cuatro que entre dos, pero somos superhéroes hamburguesiles y nuestro mayor poder es nuestro superestómago.

Un médico vasco-venezolano decide montar un restaurante en Madrid especializado en hamburguesas. ¿Se le dará mejor picar carne que recetar paracetamol a los viejunos?

Mi media langosta pidió la Kevin Bacon, y nos acordamos de "Una tribu en la cancha", cosas de frikis. La carne de la hamburguesa iba mezclada con bacon y queso americano, en una masa que gritaba "vivan los gordos", y estaba acompañada de cebolla crunchy y salsa barbacoa Goiko. Tuve que robarle media, porque moría de ganas de probar el invento. Resultó jugoso, delicioso e hipercalórico, pero ya lloraría el “lunes de báscula". Por ponerle una pega, diré que el queso enmascaraba ligeramente el sabor de la carne.

La Puchi, con queso americano, bacon y champiñones en su salsa, vino a mí y me miró. Yo le devolví la mirada y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Respiré su aroma imaginando que así debían oler los ángeles y presa del deseo le hinqué el diente al más puro estilo draculiano. Si alguna vez se hizo un punto perfecto en un filete de carne picada, debió ser en esa hamburguesa. ESPECTACULAR. Un equilibrio perfecto, en el que ninguno del equipo está por encima de otro y todos trabajan por igual el pan, con una densidad similar al de brioche, aguantaba el peso de forma irracionalmente perfecta sin quejidos ni perdiendo textura. Mención aparte tiene el bacon, que me transportó a mis desayunos en Los Ángeles por primera vez en dos años. Las patatas eran gajo, caseras y ligeramente especiadas, y llevaban la salsa barbacoa casera, algo picante pero con un sabor muy bueno.

De postre pedimos la Goiko cookie, con chips de chocolate, helado de vainilla y chips de chocolate. Repetimos el postre de nuestro último restaurante (Gobu Burger) porque creo en la humanidad y sé que hay que dar una segunda oportunidad a todo postre que lleve chocolate. La galleta estaba recién horneada, y tenía una textura abizcochada que conseguía un plato más fácil de comer. No era un diez, pero sí un notable.

 

VEREDICTO

Decoración: Notable. El local era muy acojedor, pero hay que poner una foto o un folio en blanco en los marcos, y no dejar que todo el mundo vea que tienes la tarjeta IKEA family.

Servicio: Notable bajo. Algo más de sonrisa no habría matado al camarero, pero es verdad que fue rápido y correcto.

La mesa: Sobresaliente. Una carta con una estética muy cuidada, y hasta con la cuenta nos trajeron unas toallitas de limón con el logo, muy moderno y muy cool. 

Gordon Ramsay opina que la comida era: Sobresaliente. La comida fue genial, y las hamburguesas eran de diez.

Guita: Entre 20 y 25 euros por barba, con postre. Relación calidad-precio excelente.

Después de tanta búsqueda, parece que hemos encontrado una de las mejores hamburguesas de Madrid, pero que nadie se ponga aún el laurel de vencedor, porque la competición de MasterBurger no ha terminado, y quedan muchas hamburguesas por probar. Hoy sabremos si el Goiko Grill sigue adelante en la competición, porque se somete a votación la PUCHI del restaurante Goiko Grill.

 

Presentación : ★★★★

Aspecto: ★★★★

Olor: ★★★★

Tamaño: ★★★★★

Jugosidad: ★★★★★ 

Sabor de la carne: ★★★★

Ingredientes: ★★★★★

Originalidad: ★★★★

Pan: ★★★★★

Sabor en conjunto: ★★★★★

 

Puntuación total: 9

 

GOIKO GRILL
Conde de Peñalver 41
Madrid
goikogrill.com
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Este artículo lo ha escrito...

Anabel Palomares

Ana Belén Palomares (Madrid, 1986). Diplomada en fisioterapia, pero dedicada al mundo de la moda en una de la mayores cadenas de España, esta chica madrileña vive entre libros de cocina y discos... Saber más...