Hoy comemos en... Home Burger Bar
Hoy comemos en... Home Burger Bar
Nuestra crítica culinaria sale de nuevo a la calle a la caza de la mejor hamburguesa. La competición de Master Burger continúa y hoy le toca al Home Burger Bar dar la talla. ¿Estará a la altura de las circunstancias?
No hay nada mejor para empezar bien la semana que una superhamburguesa en un sitio chulo, con una buena compañía y risas a cholón. Como Michael Fassbender estaba ocupado el pasado lunes, pues me conformé con mis encantadores miembros del equipo de Glupglup. Qué tropa, madre mía. Por poco nos echan del restaurante, o el camarero se quema a lo bonzo, aún no lo tengo claro. Nos reunimos en el Home Burger Bar de la calle de la Cruz, en Madriz con Z. El local, pequeño y acogedor, tenía una luz mala para las fotos (me disculpo de antemano) pero una decoración moderna y muy original. Un estilo vintage presente en las sillas de madera y metal y en el suelo, además de en los tonos de la pared y en la decoración misma. Los siete nos sentamos en una mesa con banco, mientras otras dos mesas estaban ocupadas por hipsters de manual.
El camarero, nos tomó nota y nos ofreció una crema de calabaza y curry cortesía de la casa por Halloween. Era dulzona, pero demasiado espesa para tomar en vaso de chupito. De entrante, y después de pedir cervezas, Coca Colas (un punto para ellos por que fueron de 350 ml) y vino, nos trajeron los entrantes. Los Pu-Pu Platter eran una selección de samosas, alitas, aros de cebolla y brochetas de pollo Yakitory. Mención especial a las brochetas, un aplauso para los aros que iban acompañados de tres salsas, una de ellas de menta y limón muy original, y una ligera reverencia a las samosas que, aunque estaban algo secas, eran bastante sabrosas. Las alitas podrían haber salido por la puerta y nadie las habría echado en falta por ser demasiado normales.
El Home burger bar es un restaurante moderno y con comensales tan divertidos como el equipo de Glupglup. Y lo mejor, tiene unas hamburguesas de toma pan y moja que son 100% ecológicas, y que no se parecen en nada a las del McDonals
Probé tres hamburguesas de las siete que se sirvieron en la mesa. No por falta de ganas, la verdad, sino por la vergüenza de que pensaran que soy una gumias, o que los demás comensales del restaurante creyeran que era una homeless que hacía días que no ingería alimento alguno. La primera de ellas fue la Blue Burger con queso roquefort, peras caramelizadas y nueces. Un sabor muy profundo y potente que tapaba el sabor de la carne. Lo bueno es que el queso estaba muy rico y no me importó demasiado. La combinación con las peras caramelizadas es perfecta, como lo es la pareja mebrillo y queso curado. Un acierto para los fans queseros.
La segunda hamburguesa fue la Hickory burger, con salsa BBQ Hickory, cheddar, bacon y cebolla a la parrilla. Clásica, con un ligero ahumado por la salsa, y que resultó que tenía un sabor muy american food. La pega es que el punto de la carne estaba pasado de vuelta, y cuando llevabas media hamburguesa empezabas a necesitar medio litro de agua para que pasara.
Y la mía. Mi elección para que participe en Master Burger. ¿Volveré a salir mal parada con mi decisión? ¡Pues esta vez no! Esta vez gané y por goleada. Mi hamburguesa tenía el punto justo que le pedí al camarero, y el tamaño perfecto para no quedarte con hambre ni a punto de reventar como si fueras la víctima de la peli Seven. La Caprichosa era sencilla, sólo mermelada de cebolla y queso brie. De nuevo combinación dulce con queso, pero los clásicos están de moda y esta hamburguesa debería estarlo también. Un pero, sobraba un poco de mermelada de cebolla que, aunque no estaba demasiado dulce, terminaba cansando un poco. Las patatas eran caseras, finas y crujientes, y un motivo más para pagar 13 euros por una hamburguesa. El otro motivo es que así debe saber nuestro pelirrojo favorito, Michael, recién salido de cualquier parte, la verdad. Hasta de una clase de spinning seguida de una de crossfit. Así debe saber el sudor de Dios.
Pedimos dos postres, porque ya estábamos on fire y nos liamos la manta a la cabeza. Y porque la dieta ya era historia del pasado y hasta el día siguiente no tendríamos que preocuparnos por ella. El brownie con helado de vainilla era un pastel. Le sobraba esa consistencia de tarta y le faltaba algo más de helado para una porción tan grande. La tarta de queso con salsa de arándanos era tan cremosa que creí morir de amor. Quería llevármela de allí y pasarnos la noche abrazados mientras yo me la comía poco a poco. Dejé de escuchar la conversación de mis compañeros, y me perdí en ella hasta que cientos de cucharas aparecieron para devorarla ante mis ojos. Vale, exagero un poco, pero es la mejor tarta de queso que he probado en un restaurante y con diferencia.
VEREDICTO
Decoración: Sobresaliente. El estilo vintage está de moda, y este restaurante lo era en la medida justa. Me encantaron el suelo y los cuadros.
Servicio: Aprobado. En un restaurante de este tipo, con carne ecológica y un rollo muy del momento esperaba un servicio mejor.
La mesa: Aprobada. Sencilla y normal, el menaje era del montón. La carta estaba impresa en una bolsa de papel y aún nos preguntamos si tenía un doble sentido.
Gordon Ramsay opina que la comida era: Notable. Las hamburguesas eran geniales, pero el camarero nos preguntó por el punto de la carne y de siete, tres no estaban correctas de punto. La tarta de queso era para ponerla un piso.
Guita: Entre 20 y 25 euros por barba, con postre. Relación calidad-precio muy buena.
En resumidas cuentas, sí, lo recomendamos. Y sí, no dudamos que repetiremos porque nos quedamos con ganas de más. Es un local muy del momento y me hubiera gustado haberlo visto en pleno apogeo con miles de risas y sin que nuestro escándalo llamara tanto la atención. Y ahora nuestra competición y el resultado de mi hamburguesa. Hoy se somete a votación la CAPRICHOSA del restaurante Home Burger Bar:
Presentación : ★★★
Aspecto: ★★★★
Olor: ★★★★
Tamaño: ★★★★★
Jugosidad: ★★★★
Sabor de la carne: ★★★★★
Ingredientes: ★★★★
Originalidad: ★★★★
Pan: ★★★★
Sabor en conjunto: ★★★★
Puntuación total: 8,2
HOME BURGER BAR C/ Espíritu Santo 12 Madrid homeburgerbar.com
Este artículo lo ha escrito...
Ana Belén Palomares (Madrid, 1986). Diplomada en fisioterapia, pero dedicada al mundo de la moda en una de la mayores cadenas de España, esta chica madrileña vive entre libros de cocina y discos... Saber más...