Un cocido = 7 recetas para toda la semana
Un cocido = 7 recetas para toda la semana
Hacer un Cocido Madrileño no es sólo una de las cosas más fáciles de hacer en esta vida. También es una de las más resultonas porque sólo necesitas esforzarte un día en la cocina para conseguir sobras que te solucionarán muchas noches del resto de la semana. En Glup Glup somos firmes defensores del cocido polivalente, resultón y de sus derivados, así que prepárate para, a partir de hoy, aprender a sacarle el máximo provecho.
De pequeña mis hermanos y yo odiabábamos tanto el cocido que éramos capaces de pelearnos entre nosotros para que nos enviaran a nuestro cuarto castigados y sin comer. En aquella época me preguntaba por qué mi madre se emperraba en hacerlo una semana tras otra o si se trataba de algún tipo de técnica de desmotivación como el rancho que ponen en la cárcel; si estaba intentando demostrarnos algo (que ella mandaba mucho y nosotros no); enseñarnos disciplina, espíritu de sacrificio, etc.; si quería que fuéramos como monjes tibetanos, ascetas e incapaces de sufrir o sentir y de comer la misma comida todos los viernes de nuestra vida...
Me ha costado casi veinte años dar con la respuesta y no, no tenía nada que ver con formar nuestro carácter o jodernos la marrana.
Mi madre hacía cocido todos los viernes porque era PRÁCTICO. Y FÁCIL. Y BARATO. Y lo más importante: porque con las sobras podía improvisar recetas durante el resto de la semana sin tener que romperse mucho la cabeza. ¿Qué mas daba que a nosotros no nos gustara? ¿Acaso eso iba a interponerse con sus planes para no complicarse la vida y tener la cena resuelta TODAS LAS NOCHES? Claro que no.
Como comprenderéis, este reciente descubrimiento ha sido para mí como descubrir el escondite del Santo Grial.
Como ama de casa, madre de dos niñas pequeñas y mujer trabajadora ando un pelín escasa de tiempo (no voy a caer aquí en la autocompasión). Plantearme cada noche qué tengo que hacer de cena es como intentar resolver el Teorema de Euclides sobre la infinitud de los números primos siendo yo una chica de letras. Hago listas y más listas, planifico, pienso por adelantado y compro todo lo que considero que necesito a lo largo de una semana teniendo en cuenta lo que comen mis hijas, lo que come mi chico, lo que como yo, los productos de la temporada, lo que está mejor de precio, si alguien está a dieta, si hay alguien enfermo, etc. Pero muchas veces me encuentro con que me falta un ingrediente fundamental para preparar ese platillo que tenía pensado (mis listas son tan complicadas que podrían pasar por el Balance de Fin de Año del Banesto y a veces las malinterpreto) o que, simplemente, no me apetece un pimiento hacer nada esa noche. Es entonces cuando me acuerdo de mi madre y entiendo que su versión del Cocido Completo Madrileño realmente significaba Con un Cocido Completo Toda la Semana. Vaya pedazo de idea: cocinas un día y vives el resto de la semana de los restos.
Hacer Cocido Madrileño cada semana me ha convertido en el ama de casa que nunca pensé llegar a ser.
Así que, tras una niñez odiando el Cocido Madrileño con toda mi alma y renegando de él, en la actualidad me he vuelto una firme defensora de esta receta tradicional y la practico tan asiduamente como las circunstancias me permiten, cantando sus alabanzas y aprovechando a tope sus sobras. Es más: hoy no sólo voy a compartir con vosotros mi receta, sino todas las cosas que hago semanalmente con las sobras.
1.- Mi receta de Cocido Madrileño (Para 4 personas y muchas sobras):
Lo ideal es hacer esta receta por etapas, dándole su tiempo y sin prisas, mientras tú te lees el periódico y vagueas por la casa, pero, para unas prisas, también se puede hacer todo a la vez en una olla exprés y los resultados son francamente buenos.
Necesitarás:
-1 kg. de garbanzos secos (ponlos a remojo la noche anterior en agua templada con una cucharada de sal y otra de bicarbonato. Yo uso la variedad pedrosillana, pero hay muchos para elegir).
-600 gr. de carne de morcillo en una pieza.
-1 cuarto de gallina.
-2 chorizos (yo uso dos variedades, uno más fresco y otro ibérico y muy curado).
-2 morcillas (yo uso una de cebolla y una de arroz, porque en la variedad está la diversión).
-1 hueso de rodilla de ternera, 1 hueso de caña, 1 hueso de jamón y 1 hueso con tuétano (pan y tuétano, invento de dioses).
-150 gr. de tocino.
-1 trozo de oreja de cerdo (también puedes usar manitas o morro pero los niños suelen ponerle pegas).
-Verduras: 6 zanahorias, 4 patatas, 300 gr. de judías verdes, 1 nabo, 1 trozo de apio, 1 trozo de puerro y 1/4 de kg. de repollo.
-Fídeos a tu gusto.
-Hierbabuena.
Qué tienes que hacer:
En una olla gigante pon todos los huesos, el tocino, la oreja de cerdo y la carne de morcillo. Cubre con agua fría y pon a calentar a fuego fuerte. Mientras tanto, escurre los garbanzos de su agua de remojo. Cuando el agua de la olla comience a hervir notarás que aparece una espuma de color beis. Son las impurezas de la carne y tendras que extraerlas con ayuda de una cuchara. Cuando el caldo esté completamente limpio, añade los garbanzos a la olla, que previamente habrás metido en una malla de cocción. Baja el fuego lo suficiente para que continúe el hervor, pero suavemente.
Pasada una hora, añade la gallina y el chorizo. Probablemente tengas que retirar nuevas impurezas durante esta operación.
Pasada una hora añade las zanahorias, las patatas, el nabo, el puerro, el apio y las judías verdes pelados, bien limpios y cortados en trozos grandes. Deja cocer durante media hora más o hasta que los garbanzos estén blandos.
El repollo y la morcilla se cuecen por separado en otra cacerola. No necesitarás más de veinte minutos para que estén perfectos.
Sirve el cocido en tres vuelcos:
El primero es la sopa. Para hacerla, sólo tienes que apartar caldo en otra cacerola (yo calculo dos cazos por comensal, uno para los niños), salar a tu gusto y añadir fídeos cuando empiece a hervir. Cuando los fídeos estén hechos, retira y sirve con hierbabuena.
El segundo vuelco son los garbanzos y las verduras. Yo los sirvo en una gran bandeja y llevo a la mesa aceite de oliva, sal y salsa de tomate frito, para que cada comensal los aliñe a su gusto.
El tercer vuelco son todas las carnes.
El resultado:
Es un cocido descomunal que serás incapaz de comerte de una sentada y una siesta mítica. Pero eso es lo bueno de preparar esta receta: ahora te encuentras con que tienes la cocina repleta de tuppers con sobras que pueden transformarse en increíbles recetas. En nuestro último cocido acabamos con 2 litros de caldo, un tupper con carne de morcillo, gallina, tocino, restos de chorizo y morcilla y otro tupper con más de medio kilo de garbanzos cocidos y restos de verduras. Y esto es lo que hicimos con ellas.
2.- Garbanzos Fritos (para 4 personas):
Una cena rapídisima de hacer y riquísima. Haz huevos escalfados para acompañar y os chuparéis los dedos.
Necesitarás:
- 250 gr. de garbanzos del cocido.
- Restos de judías verdes, zanahoria, nabo, etc.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cucharadita de comino (mejor entero que molido).
- 1 huevo escalfado por persona.
Qué tienes que hacer:
Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Mientras tanto, parte las verduras cocidas en cuadrados y pica los ajos.
Cuando el aceite esté caliente, añade el ajo picado y los cominos y rehoga durante un minuto o hasta que la cocina empiece a oler a gloria. Ese es el momento para echar los garbanzos y rehogarlos rápidamente junto con las verduras. Remueve todo el guiso de vez en cuando para que no se pegue.
Sirve cuando los garbanzos estén dorados.
El resultado:
Una cena exquisita con un esfuerzo mínimo en sólo quince minutos. A los niños les encantará esta versión crujiente de garbanzos.
3.- Hummus Casero:
El hummus es un plato estilo Mezze, del Medio Oriente, y una solución perfecta para cenar algo rápido y sano una noche de viernes en la que no tienes ganas de nada o como aperitivo en una fiesta.
Necesitarás:
- 400 gr. de garbanzos cocidos del cocido.
- 2 dientes de ajo.
- El zumo de un limón.
- 100 gr. de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharadita de sal.
- 2 cucharadas de tahini (pasta de sésamo).
- Pimentón de la Vera.
- Aceite de oliva extra virgen para servir.
- Pan de Pita (en casa lo hacemos casero, pero eso os lo contaré otro día).
Qué tienes que hacer:
Bate todos los ingredientes con ayuda de un procesador de alimentos o de una batidora hasta que se forme una crema espesa pero sin grumos. Sirve con pimentón espolvoreado por encima y otro chorrito de aceite de oliva. Acompaña con pan de Pita y algún embutido.
El resultado:
Una cena fácil para el fin de semana o un paté para untar y llevar en bocadillo al trabajo. Improvisa y añade al hummus aceitunas, pimientos asados o berenjena asada. Prepara bocadillos de pan pita con hummus, ensalada y algún fiambre. Serás la envidia de tus compañeros. Si estás a dieta estricta, puedes tomar un poco de hummus untado en un trozo de apio o en zanahorias crudas.
4.- La sopa de arroz (para 4 personas):
Un entrante en un pis pas para ti y un plato muy completo para los peques de la casa.
Necesitarás:
- 1 litro de caldo del cocido.
- 200 ml. de agua.
- 2 huevos cocidos.
- 1 par de ramitas de perejil.
- 80 gr. de arroz, aproximadamente.
- 1 trozo de gallina del cocido bien picada.
- Unas hebras de azafrán.
- Sal.
Qué tienes que hacer:
Pon a calentar el caldo del cocido junto con el agua. Sala a tu gusto y cuando empiece a hervir añade el azafrán y el arroz.
Deja cocer 15 minutos y pasado ese tiempo, añade los huevos duros pelados y picados, el perejil picado y la gallina desmenuzada.
El resultado:
Una versión totalmente diferente de la sopa tradicional del cocido, que llena un montón y sienta estupendamente una noche de mucho frío.
6.- Las croquetas de cocido:
Esta receta puede auparte al Olimpo de los Hacedores de Croquetas, ayudarte a conseguir una subida de sueldo o hacer que esa suegra tan exigente que tienes se convierta en tu fan number one.
Necesitarás:
- 30 gr. de cebolla muy pero que muy picada.
- 50 gr. de aceite de oliva.
- 1 cucharada de mantequilla.
- 500 ml. de caldo de cocido.
- 300 ml. de leche entera (muy importante la leche que elijas porque puede cambiar completamente el sabor de tus croquetas. En resumen, compra leche que sepa a leche de verdad, nada de marranadas).
- 2 huevos duros pelados y picados muy finamente.
- 160 gr. de harina.
- 150 gr. de carne de cocido muy picada (elige un buen trozo de morcillo y algo de gallina).
- Para montar las croquetas: 2 ó 3 huevos batidos y pan rallado.
- Para freír las croquetas: aceite de oliva.
Qué tienes que hacer:
En una sartén pon a calentar a fuego medio el aceite de oliva y la mantequilla.
Rehoga la cebolla y cuando empiece a ponerse transparente añade la harina.
Remueve con una cuchara de madera y, sin parar de hacerlo, ve echando poco a poco el caldo. Sigue removiendo y añade la leche. Notarás como la mezcla comienza a espesarse. Salpimenta a tu gusto y sigue removiendo. La mezcla seguirá espesando más y más hasta que llegue un momento en que se separe un poco de la superficie de la sartén (si en este punto, tu bechamel tiene grumos no hay nada como pasarla por la batidora. Sin arrepentimientos. El objetivo es que la mezcla sea perfecta). Ese es el momento para añadir la carne de cocido picada. Mezcla bien. Comprueba de sal y añade los huevos cocidos picados.
Reserva la pasta en un molde rectangular, tipo bandeja de horno y deja enfriar.
Pasadas unas horas la pasta se habrá endurecido y podrás montar las croquetas. Con la ayuda de dos cucharas forma cada croqueta, en forma de quenelle, y pásalas, primero por huevo batido y luego por pan rallado. Termina de darle forma con las manos y reserva en una fuente. En este paso puedes congelar todas tus croquetas para ir tirando de ellas según vayas necesitando.
Fríe en abundante aceite caliente.
El resultado:
El paraíso hecho croqueta. Úsalas para sobornar a los de Hacienda.
7.- Las bolitas de Ropa Vieja:
Riquísimas, tiradas de hacer y un vicio.
Necesitarás:
- 25 gr. de chorizo del cocido.
- 25 gr. de morcilla del cocido.
- 25 gr. de morcillo del cocido.
- 25 gr. de tocino del cocido.
- 25 gr. de gallina del cocido.
- 2 dientes ajo.
- 1 ramitas de perejil.
- 100 gr. de pan duro del día anterior.
- 2 huevos.
- Aceite abundante para freír.
Qué tienes que hacer:
Con ayuda de una picadora pica todas las carnes, el ajo y el perejil. Reserva.
En la misma picadora tritura bien el pan duro (si no tienes esa posibilidad, siempre puedes usar pan rallado). Mezcla todo bien y añade los dos huevos batidos.
Con ayuda de dos cucharas forma las bolitas de ropa vieja.
Calienta abundante aceite en una sartén y dora las bolitas.
El resultado:
Completa esta receta con una ensalada y tendrás una cena completa.
Y hasta aquí siete recetas que puedes preparar con las sobras de un gran Cocido Madrileño, pero seguro que hay muchas más. Si juegas bien tus cartas hasta tendrás caldo para hacer sopa otro día o para congelar. Y, por supuesto, estaremos encantados de que compartáis con nosotros y nos contéis qué hacéis con las sobras de un cocido.
Este artículo lo ha escrito...
Rebeca Rus (Madrid, 1974) es creativa publicitaria, escritora, columnista y responsable de la sección de cocina de la Revista Cuore. Es la autora de los libros "Sabrina:1-El Mundo:0", "Sabrina... Saber más...