10 pelis ñoñis para un día de lluvia

10 pelis ñoñis para un día de lluvia

10 pelis ñoñis para un día de lluvia

Una de las cosas que más me gusta de cuando viene el frío es que apetece sentarse en el sofá cubierta con una manta y con una taza de té en las manos a ver pelis ñoñas. Sí, ya sabéis, esas películas que ves habitualmente con tus amigas porque tu pareja dice que no lo metes a ver ese bodrio ni-jarto-grifa-que-estuviera-vamos-hombre.

Las pelis ñoñis son territorio femenino. Así que, vamos, chicas, vamos a hacer un recorrido por mis diez pelis ñoñis preferidas.

Cuando Harry encontró a Sally:

Famosa entre los hombres por la escena del orgasmo fingido en el restaurante, Cuando Harry encontró a Sally tiene la mejor declaración de amor de la historia del cine. Se me ponen los pelos como escarpias cuando oigo eso de “Te quiero cuando tienes frío estando a 21º. Te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo. Adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco. Te quiero, cuando después de pasar el día contigo, mi ropa huele a tu perfume y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por la noche. Y eso no es porque esté solo ni tampoco porque sea Noche Vieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible”.

Billy Crystal es feíllo y chiquitico, pero ante un discurso así nos bajaríamos las bragas.

Ghost:

Estoy segura de que los que daban clases de cerámica vieron incrementados sus alumnos como los del gimnasio después de Navidad. La escena de Patrick Swayze y Demi Moore es la cumbre del erotismo sin que se vea un pezón.

Imaginad ver esta escena llorando a moco tendido mientras los gamberros de vuestro barrio berreaban de cachondeo en el cine. 

Pretty Woman:

Me la he visto mil veces, tantas como la ha repuesto TVE. La historia de Puta Nieves y el príncipe me encanta. Y también me encantaría hacer esa visita a Rodeo Drive, con la tarjeta de crédito de Richard Gere.

Mientras dormías:

No me gusta Sandra Bullock, ni tampoco Bill Pullman pero esta peli con ellos dos de protas me encanta. Tal vez sea el argumento, tal vez los maravillosos personajes secundarios (cómo me gusta Joe Junior), pero es una de esas pelis con encanto.

Enamorarte mientras te descojoncias es muy usual en este tipo de comedias.

Serendipity:

Lo de que todo está escrito en el destino está muy bien en las pelis. En la vida real, mejor pájaro en mano que número de teléfono en libro de Gabriel García Márquez. Un John Cusak muy, muy joven.

¡Cómo nos gusta John Cusack, incluso cuando se comporta como el anti-héroe romántico!

Grease:

Vale, sí, es un bodrio de película, pero tiene una banda sonora increíble y me encanta la ambientación de los sesenta. John Travolta embutido en mallas y Olivia Newton-John intentando aparentar 14 años cuando ya cumplía los 40.

Love Actually:

Con un reparto de escándalo, me quedo con el niño. A pesar de que sale Colin Firth. Tengo una fijación por él que voy a tener que hacerme mirar.

Probablemente, la escena de declaración más charming de todos los tiempos. 

La princesa prometida:

¿Es una historia de besos?– le pregunta el nieto al abuelo cuando este empieza a contársela. No, La princesa prometida no es una historia de besos. Es la novela de William Goldman llevada a la pantalla con un elenco maravilloso de actores, unos efectos especiales que no han llevado bien los años y un cura gangoso. Como desees.

Lady Halcón:

La historia tiene algo de dramón exacerbado por los ojos azules de la Pfeiffer. Otra de esas pelis que tal vez no ha envejecido demasiado bien pero que apetece ver en casa con sofá y mantita.

En Glup Glup somos muy fans de Alan Parson Project, pero la banda sonora que compuso para Lady Halcón se ha quedado más anticuada que los calentadores que nos tejieron nuestras abuelas.

Dirty Dancing:

Otra de Patrick Swayze que nos hizo salir bailando del cine a toda una generación. Todas queríamos ser Baby.

 

Tienes un email:

Un remake de “The shop around the corner” a la que homenajea con el nombre de la librería de la protagonista. Tom Hanks con papada convertido en héroe romántico, Meg Ryan con un peinado que hizo furor en la época.

Notting Hill:

Vale la pena solo por Skype, el compañero de piso de Hugh Grant que hace de sí mismo. Consiguieron una comedia con ese tufillo británico de humor inteligente.


Cuatro bodas y un funeral:

Tiene en su palmarés el haber descubierto a Auden a miles de personas que no sabían quién era. Su poema “Blues fúnebre” es leído en el funeral, poniéndonos los pelos de punta y un nudo en la garganta. Andie Macdowell y Hugh Grant (luciendo pantalón corto con la camisa peor combinada de la historia) en una historia de amor en la que no puedes evitar la sonrisa.

Sólo al gran Richard Curtis, maestro de la comedia romántica británica, se le ocurriría empezar una película diciendo una palabrota una y otra vez.

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Este artículo lo ha escrito...

Ana González Duque

Ana González Duque (Santa Cruz de Tenerife, 1972). Médico anestesista. Bloguera. Friki declarada. Sobrevive a un marido traumatólogo, dos niños y un gato negro. Autora de "El blog de la Doctora... Saber más...