5 escenas de películas que te ayudarán a escribir de cine

5 escenas de películas que te ayudarán a escribir de cine

5 escenas de películas que te ayudarán a escribir de cine

¿Te has parado a pensar alguna vez que cuando disfrutas de tu comedia romántica favorita también estás aprendiendo sobre tramas, estructuras, elaboración de personajes, etc.? Hoy en Glup Glup os cuento qué comedias me han aportado más trucos a la hora de escribir.  

Ayer estaba vagueando después de comer en el sofá cuando en no sé qué canal comenzó Algo para recordar, esa película dirigida por Nora Ephron que no puedo parar de ver una y otra vez. Y no sólo porque es una historia preciosa, con una B.S.O. increíble y con unos diálogos maravillosos. También me gusta ver Algo para recordar porque siempre aprendo algo nuevo. Algo útil que puedo aprovechar para escribir mis novelas. Todas las veces.

Pensando en eso y en el artículo que publiqué la semana pasada sobre las nuevas heroínas románticas a raíz de la película Y de repente tú (¿Qué está pasando con las heroínas de las comedias románticas?), se me ocurrió que podía hacer una selección de las escenas de mis comedias románticas favoritas, aquellas que me habían ayudado durante todo este tiempo a escribir. Gracias a muchas de estas películas he aprendido a:

  • introducir y presentar personajes;
  • técnicas para hacerlos coherentes, singulares, el recurso del Objetivo o el recurso del Secreto, etc.
  • a trabajar los tempos de la comedia, las estructuras y las escenas;
  • recursos y trucos de todo tipo para reforzar mi historia, etc.

Te damos la excusa perfecta para pasarte los días viendo tus películas favoritas. No estás pasando una tarde de cine, estás aprendiendo a escribir de cine. 

A continuación os cuento algunos de mis trucos favoritos y las películas en las que podéis ver cómo lo desarrollan para aprender esa técnica:

1.- El Tercero en discordia.

Es uno de mis recursos favoritos, un personaje que cumple un objetivo muy específico en las comedias románticas: 1) por un lado se presenta como una opción amorosa y un obstáculo en la posible relación de los protagonistas y 2) y por el otro lado, nos ayuda a definir a nuestro héroe o heroína, pues siempre es lo que el otro NO ES. Un tercero en discordia puede ser una gran oportunidad para el escritor de comedias románticas no sólo por esa doble función sino también por las posibilidades cómicas que nos permiten:

-normalmente suelen ser personas con profesiones aburridas, de las que nos hacen bostezar.

-o si no tiene un trabajo aburrido, parecerá un tipo perfecto hasta que descubramos un inconveniente que parece absurdo, pero en el fondo es muy inquietante. Como que tiene un porrón de alergias. O depende demasiado de su madre. O, ay Dios mío, no entiende los ingeniosos chistes de la protagonista.

-le falta química y carácter, es un ser fuera de onda.

Para mí un perfecto ejemplo de Tercero en discordia es el personaje que hace Bill Pullman en Algo para recordar, precisamente. Ese prometido perfecto, responsable, dispuesto a esforzarse para complacer a Meg Ryan y que, sin embargo, nos da repelús. Tiene alergia a las flores, al salmón y a las fresas que van a servir en su boda, duerme rodeado de vaporizadores y lo tiene todo tan planificado que da cosica su falta de espontaneidad. Es perfecto, pero no hay magia.

Al novio de la protagonista de Algo para recordar, Annie, le falta dormir en una búrbuja de plástico. Da repeluco total.

2.- El Encuentro Cuco.

El Encuentro Cuco (Cute Meet en su idioma original) es el momento en el que nuestros protagonistas se conocen por primera vez. Y no vale que se conozcan de cualquier manera, tiene que ser de una forma graciosa, memorable, ESPECIAL.  El Encuentro Cuco es muy importante porque en el fondo asienta las bases de cómo va a ser la relación entre los protagonistas. En una buena historia de comedia romántica, marcará toda la relación posterior entre los personajes y de alguna manera quedará marcado en la memoria de nuestros lectores. Ver cómo los guionistas de las mejores comedias románticas resuelven este tipo de encuentro me ayuda a desarrollar los míos propios, sabiendo claro que nunca es lo mismo en papel que en imagen.

El jersey de Mark Darcy es feo de narices, pero ¿qué me decís del vestido que ella lleva?

3.- La Gran Escena Épica.

Todas las comedias románticas deberían tener una escena que consiga que al lector se le salten las lágrimas de la risa. El equivalente a los tartazos en la cara en el cine. Tiene que ser una escena en la que todo suceda muy rápido, todo sea absurdo, imprevisible, hilarante y coincida con el clímax de tu novela. Para mí esta escena de Qué me pasa, Doctor?, una de las películas que nombré la semana pasada, es una gran fuente de inspiración:

Cada vez que veo esta escena acabo llorando de la risa. No puede estar mejor coreografiada.

4.- The Worst Moment Ever.

Es el equivalente a quedarte sin trabajo, sin novio y que te caiga un jarro de agua fría encima. El momento que cierra el final del segundo acto, en el que las decisiones de nuestros protagonistas les conducen no sólo al desastre sino a la humillación total y parece que ya nada puede salir peor. En Notting Hill se puede ver ese momento perfectamente, cuando Julia Roberts entra en la librería a pedir que le den la última oportunidad:

Cada vez que Hugh Grant abre la boca para excusarse por su NO, una espectadora gana una arruga de la frustración.

5.- El Final de Pelos de Punta.

Dar con un final que esté a la altura de toda la tensión que has creado a lo largo de tu trama es realmente difícil. Estar a la altura de las expectativas que has creado y no decepcionarles. Menuda presión, ¿verdad? Esta escena de Love Actually creo que consigue todo eso y más, pues no sólo resuelve una preciosa historia con un gran contenido de tensión sexual no resuelta de una forma muy emocionante, sino que además consigue introducir toques cómicos que aligeran la tensión.

Si no sientes mariposas en el estómago cuando ves esta escena es que no eres un ser humano, pedazo de cyborg.

Tengo muchas más escenas en la recámara, clips de películas que me han ayudado a depurar mi técnica a lo largo de los años. Y, aunque cine y novelas no utilicen siempre los mismos trucos, se enriquecen el uno al otro. Estoy segura de que a partir de ahora no veréis una comedia romántica de la misma manera. Y si tenéis en mente escribir una novela, aprovechad la oportunidad de aprender de los mejores guionistas de primera mano: Billy Wilder, Ernst Lubitsch, Nora Ephron, Tom Stoppard o Richard Curtis. No encontraréis mejores profesores ni mejores ejemplos para inspiraros. 

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Este artículo lo ha escrito...

Rebeca Rus

Rebeca Rus (Madrid, 1974) es creativa publicitaria, escritora, columnista y responsable de la sección de cocina de la Revista Cuore. Es la autora de los libros "Sabrina:1-El Mundo:0", "Sabrina... Saber más...