El Gran Hotel Budapest: West Anderson se centra

Por Javi DC

El Gran Hotel Budapest: West Anderson se centra

La películas de Wes Anderson parecen estar hechas de otra pasta que no gusta a todo el mundo. Yo pertenezco al grupo de los que siempre le dan una oportunidad aunque no sepa bien dónde me meto. Con El Gran Hotel Budapest tampoco sabía donde me metía, pero aún así me la jugué a cara o cruz.

Hoy voy a empezar por el final. Cuando acabó la película, y con la sala llena hasta la bandera un día del espectador, se levantó un tipo de la fila de atrás y dijo en voz alta: "Es la peor película que he visto en mi vida". Y sus amigos asintieron con la cabeza. Al oirlo, se me vinieron a la mente como un rayo Linterna Verde y otras 10 películas mucho peores que pagaría a día de hoy por NO haber visto. Esta frase demuestra el poco cine que ve la gente hoy en día y lo mucho que veo yo. Y a mi esta película no me disgustó.

La última vez que fui a ver una peli de Wes Anderson al cine fue con Moonrise Kingdom, que al principio me desconcertó bastante pero luego me fue cautivando poco a poco hasta el final. El Gran Hotel Budapest me divirtió desde el minuto uno, pero no a carcajadas, más bien un humor más tranquilo y dulce que en otras ocasiones.

La película trata de un hotel de alto standing situado en lo alto de las montañas centroeuropeas. En él destacan el gerente del hotel Gustave H, interpretado por Ralph Fiennes, y su ayudante "el chico de portería" interpretado por un desconocido Tony Revolori que, con una cuidada dedicación a los huéspedes consiguen que el hotel siempre esté lleno año tras año. La historia de su apogeo y posterior caída llama la atención a un escritor que visita el hotel décadas después para que el actual dueño le cuente la historia al completo.

Esta historia es prácticamente un viaje a través de un único suceso que nace con la muerte de una anciana huésped en su mansión, dejando al gerente del hotel en herencia su cuadro más valioso, convirtiéndole automáticamente en el sospechoso número uno del asesinato. Su fiel ayudante le echará dos manos para pasar este embrollo de todas las formas posibles, ayudándole incluso a escapar de la cárcel. Pero lo bueno de estas historías no es la trama principal, sino las mil y unas historias de dentro que van saliendo según avanza la película. Mini historias de cinco minutos que hacen que te pierdas y vuelvas a la película con una facilidad pasmosa. 

El humor del guión es agudo y punzante, muy sutil en algunos casos, pero que te mantiene activo el 80% de la película. También ayuda mucho el impresionante elenco de actores con el que ha contado Wes Anderson para la película. Como la lista es infinita, voy a destacar dos apariciones geniales para mi: Jeff Goldblum y Bill Murray. Dos actores veteranos que tienen esa magia del mundo del cine que hace que, cada vez que aparecen en la pantalla, sepas que el trabajo está bien hecho. Edward Norton haciendo de policía, Willem Dafoe de asesino... Un sin fin de personajes interpretados por aunténticos bicharracos de la gran pantalla que siempre aceptan trabajar en los especiales proyectos de Wes Anderson.

En el plano técnico de la película simplemente se puede decir que chapó. Cada detalle, cada molécula de cada detalle, y cada partícula subatómica de cada detalle están planeados y diseñados al milímetro por el equipo de arte. Decorados, vestuario, bigotes, zapatos, animales, coches... es impresionante la dedicación. Otro detalle clásico de Wes Anderson es su OBSESIÓN por centrar la camára en la atención de la escena. Todo lo importante aparece en el centro de la imagen, dándole un aspecto a toda la cinta muy diferente y muy personal. Los colores vivos y llamativos hacen que tengamos esa sensación de subrrealismo que da sentido a la película.

Pero, el guión cojea. Es así. No todo podía ser bueno. A pesar del brillo que desprende el resto de componentes de la película, el guión se hace demasiado pretencioso para lo que acaba siendo. Intenta ser una película más coral de lo que acaba siendo, y se pierde en su propia cadena de personajes, quedando al final una pequeña parte de lo que al principio se nos vendía. Quizá esa fuera la idea, hacer una película que sube y baja de igual manera. Pero oiga, es una película de Wes Anderson. Podría haber sido peor. Podría haber sido Linterna Verde.
 


Aquí os espero maderfakers!

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Este artículo lo ha escrito...

Javi DC

Javi Del Campo (Madrid, 1983). Criado entre Steven Spielberg y Los Héroes del Silencio, de alguna manera estaba destinado a caminar sobre esa pequeña linea que separa al mitómano del friki. Amante... Saber más...