El niño: Ejemplo a seguir

Por Javi DC

El niño: Ejemplo a seguir

Después del aluvión de bodrios en las carteleras este final de verano, nos aventuramos a ver la nueva bomba del cine español: El niño. No somos muy fans del cine español ultimamente, pero esta vez nos hemos llevado una grata sorpresa.

Reconozco que nunca he sido defensor del cine español. Es más, cuando he tenido ocasión, lo he desaconsejado. No porque odie a la cultura de mi país, sino porque creo firmemente que a día de hoy estamos viviendo una época de sequía creativa que está llevando a los mejores directores de nuestro país a hacer las américas e inclinarse ante las exigencias de Hollywood. Por eso, cada vez que veo que se estrena una peli española tiemblo.

Pero Daniel Monzón, director de El Niño, ha tenido suerte y ha contado con la inestimable ayuda de Telecirco tanto para producir su película como para promocionarla. Porque si Telecirco nos metió hasta en la sopa la promoción de Ocho apellidos Vascos, con El Niño ha seguido el mismo modus operandi. Un infierno veraniego en forma de anuncios, cuñas, patrocinios, invitados en programas y lo que me parece ya el colmo: Reportajes sobre la película en el telediario meses antes de su estreno. Y claro, al final funciona.

El Niño tiene un parecido más que razonable con el jugador de fútbol Jesús Navas

El Niño nos cuenta dos historias: La primera trata sobre un par de amigos andaluces que sueñan con hacer dinero a través del estrecho de Gibraltar, el Niño y el Compi. Ambos ven factible comenzar un pequeño negocio de contrabando de hachís entre los dos continentes aprovechando la pericia del Niño a los mandos de una moto de agua. La segunda historia es la de dos policías, Jesús y Eva, que sueñan con conseguir atrapar a uno de los mayores narcotraficantes de cocaína del estrecho llamado El Inglés. Para ello tendrán que sacrificar y poner en riesgo sus vidas cada día persiguiendo pistas a modo de obsesión. 

Como no puede ser de otra forma, las vidas del policía y el delincuente están destinadas a encontrarse, con las aguas del estrecho como campo de batalla. Por un lado El Niño intentará introducir en España un buen cargamento de hachís con una lanza motora, mientras Jesús trata por todos los medios de evitarlo dirigiendo un helicóptero. Peligrosas y espectaculares persecuciones que no siempre salen como todos esperan. 

Si Luis Tosar y sus cejas ya imponen en condiciones normales, con uniforme de policía ya ni te cuento

Además de estas dos historias, la película nos cuenta lo que hay detrás del telón de estas dos vidas. Por un lado, la vida del delincuente del estrecho, que debe visitar Marruecos para conseguir proveedor, fianza, transporte, y destino. Lo cual conducirá al protagonista hasta el amor, dándole un nuevo rumbo a su historia. Y por otro lado la vida del policía, que vive por y para conseguir que pase la menor cantidad de droga a través de las aguas del estrecho. Labor difícil y peligrosa que se convierte en obsesión, y nos hace ver lo duro que es para un policía convivir con determinados destinos.

Gracias Daniel Monzón por no prostituir la película metiendo a Mario Casa o a Hugo Silva para hacer taquilla como otros...

Una historia emocionante, vigorosa y al más puro estilo thriller americano policiaco. Las escenas de persecución son espectaculares y muy por encima de las que estamos acostumbrados a ver en películas o series españolas, que se parecen más bien a las que veíamos en el Equipo A con el coche volcando siempre por el mismo lado gracias a una rampa impecablemente camuflada con ramas y hojas. Los dos puntos de vista del mismo problema en el estrecho del Gibraltar están contados de una forma muy creíble para el espectador, con testimonios muy humanos y reales. Las historias tienen su punto divertido y audaz que te enganchan desde el primer minuto. Diálogos fluidos y con un toque de humor que hace que la película sea llevadera a pesar de su exceso de duración. Personalmente hay momentos de la película en los que ambas historias se separan demasiado y nos cuentan detalles innecesarios para el argumento y para el desarrollo de los personajes. 

Las persecuciones marítimas de la peli no tienen nada que envidiar a las de Corrupción en Miami

Los actores están más que correctos para el nivel de la película. Luis Tosar, en el papel de Jesús, está en su línea. Creo que es de los pocos actores españoles que me creo. Siempre. Da igual el papel. Dos minutos de película y ya no le veo a el, veo a su personaje. Me pasó con su papel en la desconcertante Mientras Duermes, y ni que decir tiene que en Celda 211 y su inolvidable papel de Malamadre. Del otro lado tenemos al novato Jesús Castro interpretando a El Niño. Para ser su primera película y experiencia en el cine, mantiene bien el tipo. Evidentemente hay escenas que le quedan enormes y que hubieran ganado bastante calidad con un actor más experimentado. Pero no es un descalabro. Para compensar, tenemos a Jesús Carroza, ganador del Goya al mejor actor revelación en 2005, que interpreta a El Compi. Su papel es el punto de frescura y diversión que le falta al de su amigo El Niño. El resto de actores, incluyendo el papel secundario de Sergi López, consiguen estar a un nivel correcto y no desentonar.

En resumen, una película que, para mi, entretiene pero no enamora. Su argumento es arrollador y casi toda la película te mantiene enganchado a la historia, pero no deja un sabor de boca sólido como nos pasó con Celda 211. Aún así, es de largo, uno de los mejores thrillers del cine español de los últimos años, y las escenas más frenéticas están rodadas a un nivel técnico bastante alto.

Buen casting y buenas localizaciones en El Niño

Ya se que esto que voy a decir ya se ha comentado en prácticamente todos los medios especializados, pero yo también quiero resaltar que El Niño se parece bastante a la segunda temporada de la mejor serie policiaca de todos los tiempos: The Wire. Algo que no debe ser nada malo, ya que por fin, la cultura cinéfila y seriéfila (si es que existe la palabra) española está bebiendo de otras aguas. Puede que al fin, los directores españoles dejen de pensar en la guerra civil, el franquismo y los dramas sociales para hacer sus películas, porque ya saben ustedes el dicho: lo poco agrada pero lo mucho cansa. Daniel Monzón, J.A. Bayona o Rodrigo Cortes, si me estáis leyendo: sois nuestra última esperanza.

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Este artículo lo ha escrito...

Javi DC

Javi Del Campo (Madrid, 1983). Criado entre Steven Spielberg y Los Héroes del Silencio, de alguna manera estaba destinado a caminar sobre esa pequeña linea que separa al mitómano del friki. Amante... Saber más...