La Isla Mínima: Siguiendo al detective verdadero
La Isla Mínima: Siguiendo al detective verdadero
Es curioso como hay veces que independientemente de la procedencia de la película solo te bastan unas cuantas imágenes para saber si te va a gustar o no. Con La Isla Mínima nos pasó eso, pero había muchas cosas más...
Hace unas semanas vi en el cine el tráiler de La Isla Mínima y me enamoré. Un flechazo en toda regla. Conté los días que faltaban para el estreno porque quería comprobar si aquella primera impresión era la buena o estaba ante el típico engaño promocional. Pero esta película olía a que escondía mucho más.
La película nos cuenta la historia de dos inspectores de policía que tratan de resolver el misterioso asesinato de dos hermanas en pueblo de Andalucía. Toda la trama transcurre en los años 80, donde el trabajo policial mezclaba a viejos policías heredados de la época franquista con la nueva salvia fresca de las academias.
Estos dos tipos de policía están representados por los personajes de Pedro y Juan, interpretados por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez. Una pareja equilibrada durante su trabajo policial, pero totalmente desequilibrada en su relación personal.
A pesar de todo, lo brutal y crudo del entorno que les rodea les obliga a entenderse e incluso a ayudarse debido a las difíciles condiciones en las que deben resolver el caso. Un pueblo pequeño, un terreno desconocido, vidas ocultas, negocios turbios y poca ayuda. Un clima misterioso en el que tendrán que sacar lo mejor y lo peor de cada uno para conseguir descifrar todos los enigmas.
Con este argumento cualquier película española de medio pelo podría haber salido adelante. Pero esta peli escondía mucho más. Escondía auténtica maestría en el rodaje.
Las escenas aéreas a cámara lenta sobre las marismas de Doñana con sencillamente excelentes. No había visto hasta la fecha tal nivel de calidad visual en un film español. Una elección de los paisajes y los escenarios naturales perfecta, que hacen que la perturbación de los personajes por el entorno se te meta dentro en todo momento.
Una vez que el espectador ha sido absorbido por la imagen, aparece el sonido. La banda sonora es buena, pero el sonido ambiente es brutal. Los momentos de intriga están acompañados en todo momento de una melodía de fondo que te mantiene tenso e inquieto. Una sensación de que algo pasa constantemente. Para mí toda la atmósfera generada entre el audio y la imagen son de lo mejor que se ha hecho en España en mucho tiempo.
Los actores han aprovechado la ocasión que se les presentaba con esta fantástica película y han brillado con luz propia. Por un lado, Raúl Arévalo, acostumbradísimo a la comedia (por no decir apestado ya), se vuelca en este papel de drama y vuela alto, dándole una credibilidad absoluta a su interpretación y mirando muy fijamente al Goya. Por otro lado tenemos a Javier Gutiérrez, que desde luego puede que esté ante el papel de su vida y que interpretando a Juan lo ha dado todo. Para mí una de las sorpresas reales de esta película y que también optará al Goya casi con toda seguridad. Y no creo que no haga falta que diga que a pesar de que Antonio de la Torre tiene en La Isla Mínima un papel secundario, lo clava. Uno de los mejores actores españoles que en esta película tiene un diez por mi parte. La nota femenina de la película la aporta Nerea Barros, que a pesar de estar correcta en su papel, me pareció demasiado jóven para el mismo.
Pero, ¿dónde está el truco? ¿por qué esta película brilla a este nivel? ¿de dónde sale la idea? Pues creo que la respuesta está al otro lado del océano, en la genial serie True Detective. La mejor serie americana de 2014 ha alterado y marcado el género policiaco tanto en cine como en TV. Sus planos, su música, sus escenarios, sus silencios, sus diálogos, su historia… absolutamente TODO es casi un calco de la serie de HBO. Incluso podemos encontrar un gran paralelismo entre los papeles de Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez y los que interpretaban magníficamente Matthew McConaughey y Woody Harrelson en True Detective. Por eso, es casi imposible que cualquier fan de la serie americana que vaya a ver la peli no salga de la sala fascinado, a pesar de la evidente similitud.
¿Está mal llevar tus influencias audiovisuales hasta el extremo de la copia? Pues seguramente sí, pero cuando el resultado es tan agradable como La Isla Mínima no se tiene tan en cuenta. No es lo mismo hacer una copia mala que hacer una versión muy parecida pero fascinante a su manera.
Al final, sí que escondía mucho más esta película.
Este artículo lo ha escrito...
Javi Del Campo (Madrid, 1983). Criado entre Steven Spielberg y Los Héroes del Silencio, de alguna manera estaba destinado a caminar sobre esa pequeña linea que separa al mitómano del friki. Amante... Saber más...