Las diez películas que te avergonzará haber disfrutado

Las diez películas que te avergonzará haber disfrutado

Las diez películas que te avergonzará haber disfrutado

Todos hemos visto películas alabadas por el público y la crítica que nos encantan sacar a relucir en alguna conversación. Todos hemos visto películas catalogadas como malas que nos encantan poner a parir en alguna conversación. Y todos hemos visto películas que ponemos a parir pero que en realidad... disfrutamos. Muchas veces.

Reconócelo: no hay películas buenas o malas, solo las hay que te gustan o no. Lo mismo podríamos decir de la música, la literatura o el arte en general, pero nos centraremos en las pelis. Hay grandes clásicos que has intentado ver millones de veces pero no has podido pasar de los diez primeros minutos y sin embargo hay bodrios que verías una y mil veces. Eso nos pasa a todos y es algo bueno: significa que tienes tu propio criterio. Y tu propio criterio es el que tiene que imperar en ti así que... ¡enhorabuena! El caso es que hay veces que tu criterio se va de baretas y no quiere salir a relucir públicamente. Vamos, que haces un poco de postureo no queriendo reconocer que esas películas que todo el mundo critica por malas, bobaliconas, facilonas y demás -onas, a ti te molan y te las tragarías una y otra vez. Y en estas largas tardes de verano en las que o tienes playa / piscina o mueres, no va mal hacer un maratón cinéfilo en el que quizá no incluyas El acorazado Potemkin pero sí alguna de estas. Y que no te engañen: tampoco pasa nada.

EL CÓDIGO DA VINCI

Si todos los años la emiten por estas fechas, por algo será. Y es que, si Pretty Woman es la película de todas las primaveras, El código Da Vinci es la del verano. No hay uno que no la echen. Y será mala, inconexa y con muchos interrogantes, pero oigan, para pasar el bochorno estival o tenerla de fondo mientras te echas una cabezadita en el sofá viene fenomenal.

TROYA

Vale, no tiene prácticamente nada que ver con la auténtica mitología griega. Tiene unas interpretaciones pésimas y es lenta de cojones. Pero sale Brad Pitt. Medio desnudo. Fin.

 

Hace calor ¿verdad?

NOTTING HILL

Las comedias románticas no son lo tuyo y te parecen todas iguales, pastelosas y absurdas. Pero vas a Londres y te entra risilla floja cuando ves Notting Hill en el mapa porque te acuerdas de la película pastelosa y absurda que te hace sonreír muchas tardes de verano. Y es que hay pasteles y pasteles y, a veces, sale uno que no te importa tragarte una y otra vez.

CREPÚSCULO

Sí, es una película facilona, aburrida, sin trama alguna, con unos protagonistas que son tan lánguidos que dan potera, con un galán más escurrío que un espárrago y con una heroína que si no es porque mueve la boca, parecería una muñeca estática... pero bien que sabes perfectamente quién está en el equipo de los lobos, los vampiros, los Vulturi y tampoco te importa que una tarde estas de domingo la pilles en Antena3 porque un romance institutero siempre es un romance institutero, por muchos colmillos que le pongan.

"Un vampiro que va al instituto. ¿Nocturno? No, no. DIURNO." (Ernesto Sevilla)

FORREST GUMP

Catalogada por muchos como irreal, simple y lacrimógena, lo cierto es que sigue colmando la parrilla televisiva y hasta sus diálogos se han convertido en un must en nuestras bocas. Y sí, lacrimógena es un rato. Un rato muy largo. Pero oigan, que tampoco pasa nada por reconocer que esta peli fácil te hace llorar y te emociona. Y pasar unas horitas helado en mano, palomitas y Tanqueray para ahogar las penas tampoco es tan mal plan, después de todo.

ARMAGEDDON

¡Pero si te sabes hasta la canción de Aerosmith de memoria y te emocionas al escucharla! A mí no me engañas, chiquitín, que te mola que Bruce Willis arregle el mundo porque ha nacido para eso. Y si lo que tiene que hacer es perforar un cometa, satélite, cuerpo estelar o lo que sea subido a una nave espacial sin tener ni pajolera idea de dónde queda Mercurio, pues lo hace. Porque es Bruce Willis. Y si durante tres aburridas horas estás mirando la pantalla esperando a ver si lo consigue o no y llorando al final, pues se hace. Porque es Bruce Willis. Y punto.

Hola, nena; vengo a salvarte de esa tarde aburrida sin saber qué hacer.

EL DIABLO SE VISTE DE PRADA

Superficial, facilona, con pésimos diálogos y solo salvada por la única e inigualable Meryl Streep (¡salve, Diosa!) pero te la tragas cuando la echan porque a nadie le amarga un dulce y ver un desfile de modelazos mientras se le da un zasca en toda la boca a las típicas arpías gusta a -casi- todos. Entretenimiento puro y duro, señores. Y zapatos de tacón. Bien.

ENTREVISTA CON EL VAMPIRO

Qué densa es la jodida, de verdad. Todo es como triste, decadente, lánguido y agónico en esta mítica película de los años noventa que, sin embargo, no te importa volver a ver. No sabes si es Brad Pitt de jovenacho o Tom Cruise de rubiales, pero algo tiene esta súper producción que te mola y te hace apagar el teléfono cuando le das al play. Pues nada, a por ella y a disfrutar, que para eso está.

SWEET HOME ALABAMA

Mira que es tonta esta película y, sin embargo, siempre gusta. No tiene nada distinto a las ochocientas mil comedias románticas, pero es verla anunciada y hasta cancelas los planes que tenías. No sabes por qué pero te mola el rollo rural country aderezado con tormentas que no tienen sentido y otro zasca en toda la boca a la arpía de turno. Todos los tópicos que quieras, pero te mola. Y lo sabes.

TITANIC

Venga, si nos quitamos la vergüenza, nos la quitamos bien. Titanic es su momento triunfó más que la Coca-Cola y no hubo ser humano que no hubiera ido al cine a verla. Y no llorara al final. Y no se enamorara de Leonardo DiCaprio, aunque ahora dé grimilla. Pero ahí estábamos todos: viendo el barco hundirse y cantando su banda sonora a pleno pulmón. Hoy en día da cosilla reconocerlo y haces alarde de que eras una adolescente con hormonas revolucionadas fácilmente engañable. Sí, sí, pero que si la pillas en la tele una tarde de verano, esperas cinco minutos a que pase la escena esa en la que se ponen a volar al atardecer...; espera, cinco minutos más que ahora viene cuando se lo montan en el coche...; espera que... que al final te has tragado las tres horas de peli y has vuelto a llorar como cuando tenías 17 años y estabas en aquel cine.

Explícame por qué no puedo subir que nadie lo ha entendido aún. Y date vidilla, reina, que empiezo a tener algo de fresco.

Seguro que si no son estas nuestras películas inconfesables, serán otras, porque todos tenemos vicios ocultos que, paradójicamente, suelen ser comunes a los de los demás. Pero parte del encanto reside precisamente en eso: mantenerlos ocultos, para hacerlos más tuyos y que parezca que disfrutas de lo que otros critican. Rebeldía, lo llaman. Gustete, también. Y es que, al fin y al cabo, los criterios artísticos son libres y, además, se aletargan las largas tardes de verano.

 

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Este artículo lo ha escrito...

Sara Ballarín

Sara Ballarín (Huesca, 1980). Estudió Filología Inglesa y actualmente trabaja en una empresa multinacional de telecomunicaciones. Adicta a la comida basura, a los zapatos (nunca el tacón es... Saber más...