Volví a sentir miedo en el cine. Pero justo antes de que empezara esta película. Ridley Scott al volante de una peli sobre el espacio podría ser una tarde entretenida y emocionante o una cagada monumental. De ahí que tuviera ciertas reticencias a la hora de ir a verla, pero al final me paré a pensar en todas las pelis de ciencia ficción que ha hecho y en todas las de NO ficción que no ha hecho y decidí pasar a la sala. 

Antes de meterle mano a la peli quiero hablar brevemente de esto último: la diferencia entre el Ridley Scott de las películas de ciencia ficción y de las que no lo son. De un tiempo a esta parte se ha convertido en un personaje bipolar a la hora de dirigir o de elegir proyectos, capaz de lo mejor y de lo peor. Quizás nos acostumbró muy bien en sus comienzos con la ciencia ficción; luego en su madurez como director le llovieron las buenas ideas, pero ahora ha entrado en una vorágine de dirección que le está haciendo perder un poco el norte. Lo mismo te presenta una peli sobre gángter o espías que un "truñaco" sobre la biblia o a Bardem con mechas y el pelo pincho (d-e-n-i-g-r-a-n-t-e). Guiones que muchas veces están fatal acabados, pero como el tío siempre mete a actorazos en los proyectos, dismula bien. Es un gran director, de los mejores, capaz de dirigir cualquier cosa, pero prefiero al Ridley Scott de Alien, Gladiator o American Gangster que al de Los Impostores, Un buen año o El Consejero. Dicho esto, vamos con The Martian.

La soledad del astronauta en The Martian.

Lo primero, quiero agradecer desde aquí a la productora española encargada de la distribución de la peli que hayan dejado el título intacto sin traducir. O que la hayan llamado sólo Marte. Porque ya me estaba viendo yo los carteles con EL MARCIANO por la Gran Vía. La peli nos cuenta la historia de una expedición de astronautas al planeta rojo buscando no sabemos si agua, vida o a familiares de Alex Guibaja. Equipados con una tecnología potente se dedican a recopilar pruebas y hacer experimentos sobre el terreno, que más tarde llevarán a la Tierra, mientras otra expedición se va preparando para darles el relevo. 

Durante una de esas salidas al terreno, una tormenta irrumpe sin previo aviso y con mucha fuerza en el campamento base. Debido a la fuerza del viento, la persona al mando decide que el equipo abandone el campamento inmediatamente ya que la baliza que les lleva a la nave principal podría caer, y con ella sus posiblidades de regresar. En el camino, parte del equipo de telecomunicaciones se desprende de una torreta por la fuerza del viento e impacta en uno de los miembros del grupo. Los indicadores marcan que ha dejado de respirar y el resto del equipo decide irse sin él ante el inminente peligro. 

Parte de la tripulación de The Martian.

Una vez pasada la tormenta, el miembro del equipo despierta con su nivel de oxigeno al mínimo, aún vivo y solo en Marte, sin medios para volver a la Tierra. Y hasta aquí puedo leer.

La idea es muy buena, ya que a los espectadores siempre les gustan este tipo de aventuras de un hombre alejado de todo que sobrevive ingeniosamente. Pero esta vez es en otro planeta, con lo que eso conlleva. Una banda de científicos trolls analizarán cada movimiento del protagonista, cada parte de su equipo y cada segundo de película para sacar fallos y decir "eso no se puede hacer", con voz de niño rata. Pues bien, a mí todos esos detalles me dan igual sinceramente, no me hace falta que todas las cosas estén justificadas científicamente, ya que estoy viendo una película de CIENCIA Y FICCIÓN, con sus partes de cada. Por lo que a nivel de argumento para mí la peli es correctísima.

No se hace lenta en ningún momento. No se tiene la sensación de estar viendo la decadencia de una persona ni a un héroe al que todo le sale bien. Simplemente vemos una toma de decisiones tras otra, que hacen que el espíritu de superación sea la idea que se nos quede una vez terminada. No solo de astronautas vive la peli, detrás de ellos, más bien debajo.... bueno no sé, en la Tierra, también hay un grupo de personas que hace lo inimaginable por intentar traer o recoger o mantener con vida al naúfrago estelar. En todo momento se masca una tensión de las personas que tienen que tomar decisiones que cuestan millones de dólares y vidas, que en otras pelis son como "bah, haced eso". No, aquí se nota el acojone de tomar esas decisiones. Y me consta que Ridley Scott se ha documentado concienzudamente para evitar lo máximo posible a los ciéntificos troll en este aspecto.

Matt Damon después de ver Ocho apellidos catalanes.

En cuanto a los actores tengo problemas en ser totalmente imparcial, ya que en esta peli participan varios a los que les tengo en muy buena estima. Empezando por Matt Damon al que rara vez lo ves desafinar, por muy mala que sea la película o por poco que le pegue el papel. Jessica Chastain es como un gusiluz que cada vez que sale en pantalla ilumina el set de rodaje. De las mejores actrices en estos momentos. Jeff Daniels, que interpreta al director de la NASA y que claramente está en esta peli gracias a su impecable papel en la serie The Newsroom, escrita por el mismo guionista de The Wire. Sean Bean... que os voy a decir de Boromir que no sepáis... bueno sí, que en esta peli no muere y mola mucho su papel. Kate Mara, que a pesar del patinazo que ha pegado con 4 Fantásticos, hizo bien en salirse de House of Cards para aceptar este papel, porque aun que cada vez esté más flaca y más rara físicamente, sigue teniendo parte de ese talento que a su hermana le sobra. Y por último, la pequeña joya aun por descubrir: Mackenzie Davis. Muy poca gente la conoce o la habrá visto actuar, pero no os podéis imaginar la cara que pusimos mi acompañante y yo cuando la vimos aparecer en escena. Para el que no sepa de quién hablamos, esta jóven actriz es la protagonista de la serie del canal AMC titulada Halt and Catch Fire y posiblemente tenga encima de la mesa una pila de guiones esperando a que los acepte. Un elenco sobresaliente en el que me dejo muchos nombres, pero que en líneas generales hace un buen trabajo, cada uno en su sitio.

Mackenzie Davis y Chiwetel Ejiofor (que también sale en esta peli) en el puesto de mando de la NASA en The Martian.

Pero algo malo tenía que tener la peli. Y para mi es la idea NO original. Como ya anuncié en el prólogo, Ridley Scott hace con esta peli la tercera en cinco años sobre viajes al espacio. Y esto daría un poco igual si no fuera porque en las tres últimas pelis sobre astronautas el argumento es el mismo: UNO QUE SE QUEDA TIRADO EN EL ESPACIO. Ya sea fuera de la nave, dentro o en otro planeta, las tres películas giran sobre la misma idea. No sé si para no cruzar la peligrosa línea de los extraterrestres o para no pillarse los dedos y que los científicos trolls le dejen retratado. Lo que me sorprende es que nadie los haya dicho "oye, ¿esta peli no va de los mismo que la otra?". Pero claro, siempre puedes decir "no no, la mía es en Marte". Ah, entonces vale. Un poquito de originalidad en el argumento no habría venido mal. Pero ya sabéis, los estudios mandan.

En resumen, la peli me gustó. ¿Pasé por alto fallos de ciencia que son obvios a primera vista? SÍ. ¿Pasé por alto sobradas estelares y momentos de suerte infinita del protagonista? SÍ. ¿Pasé por alto cosas que no se las cree ni mi sobrino de 7 años? SÍ. ¿Pero y lo que me divertí? Puede que de las últimas diez películas que he ido a ver al cine gracias a pedir otra hipoteca, esta haya sido la más emocionante y divertida de todas. Los actores te hacen sentir cerca de la trama. El guión tiene sus puntos serios y sus momentos cómicos. Y está bien concluida. Una pizca de emoción y una pizca de sentimientos, que llevan la marca de la casa del señor Scott.

Ójala tenga que arrepentirme de estas palabras, pero creo que Ridley ya nunca volverá a dirigir como antes. Viendo sus próximos proyectos, puede que estemos ante una de las últimas oportunidades de ver algo medio decente de este director. Pero no le podemos reporchar nada a estas alturas. Él ya se ganó en su día nuestra admiración. Y "lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad"