Películas antinavideñas. Sí… ¡existen!
Películas antinavideñas. Sí… ¡existen!
En estas azucaradas fechas vivimos un bombardeo constante de publicidad y buenos sentimientos. Si no soportáis una reposición más de “Qué bello es vivir”, si los finales felices se os atragantan más que un puñado de polvorones, no desesperéis. Aquí os traemos una lista de películas de Navidad, pero no navideñas.
Ay, la magia de la Navidad... Cuánto bien ha hecho al cava y los turrones y cuánto mal al cine. Hasta esas películas de sobremesa con las que nos echamos la siesta tan a gusto mientras una actriz que nos suena de algo, pero nunca sabemos de qué (probablemente de otra película de sobremesa), se enfrenta a un marido bígamo, desaparecen. O mejor dicho, se transforman en películas navideñas protagonizadas por esa misma actriz, pero interpretando a una fría ejecutiva que se convierte en amante esposa y madre gracias a la magia de la Navidad.
Pero si sois de ésos a los que la Navidad les da repelús, si vuestra idea del infierno en la tierra es estar rodeada de padres con niños en Cortylandia mientras suenan de fondo unos villancicos… estáis de enhorabuena. Aquí tenéis una lista de películas antinavideñas ordenadas basándose en una sola cosa: mi exquisito gusto.
10. Bad Santa
Billy Bob Thornton, ese hombre con perpetua cara de haber salido ayer hasta tarde, protagoniza esta película sobre un Santa Claus borracho y ladrón. Si es deprimente trabajar como Bob Esponja en la Puerta del Sol, imaginaos lo que debe ser disfrazarse de Santa Claus en un centro comercial americano en plena Navidad. Pues eso le pasa a Billy Bob. Normal que quiera atracar el centro comercial…
No os engañaré, no es una buena película, pero ver a un Papá Noel chuzo no tiene precio.
9. Un cuento gamberro de Navidad
En la remota y fría Finlandia una excavación arqueológica descubre al auténtico Santa Claus. Pero resulta no ser el entrañable señor gordito que da regalos, sino un asesino de niños que castiga a los que no se portan bien. Esta gamberra película ganó el Festival de Sitges de 2010 y tiene toda la sangre y las muertes truculentas que os imagináis. Y alguna más. Si sois de los que se desmayan cuando se cortan con un folio, no la veáis.
8. Los fantasmas atacan al jefe
¿Cuántas versiones hay del “Cuento de Navidad” de Charles Dickens? ¿Mil? ¿Y cómo es posible que, aún así, cada año haya una adaptación nueva, en versión dibujos animados, musical, con Los Teleñecos o en 3d?
La versión más irreverente, aunque por supuesto con su moraleja final intacta, es ésta, con Bill Murray interpretando a Scrooge, actualizado y adaptado a los años 80 como un egoísta ejecutivo de televisión. Un avispado traductor (probablemente el mismo que tradujo “Ice princess” como “soñando, soñando, triunfé patinando”) decidió convertir el “Scrooged” del título original en “Los fantasmas atacan al jefe”.
7. Bridget Jones
Con la Navidad llegan los especiales de las revistas que nos aconsejan qué ponernos para ser la invitada perfecta. Qué cocinar para ser la nuera perfecta. Cómo arreglar la mesa para ser la anfitriona perfecta. Y la realidad es que acabamos como Bridget Jones, es decir, metiendo la pata. O como Colin Firth, luciendo el peor jersey de la historia de la humanidad.
A Colin Firth se lo perdonamos todo, incluso que lleve este jersey tan feo en vez de salir empapado de un charco con una camisa transparente.
6. Plácido
Un clásico del cine español que nos recuerda lo injustas e hipócritas que son estas fechas. Durante unos días jugamos a ser buenas personas y parece que eso ya es excusa para no ser bueno el resto del año. “Plácido” se ambienta en la Navidad de los años 50 y en una iniciativa llamada “ponga un pobre en su mesa”. Sólo Berlanga puede reflejar tan bien, y con tan mala leche, el rollo bienpensante de estas entrañables fechas.
5. El día de la bestia
Con tanta compra y tanta comilona se nos olvida que esto de la Navidad es para celebrar el nacimiento del niño Jesús. A Álex de la Iglesia no se le olvida y le da la vuelta a la tradición. El Anticristo va a nacer en Navidad, y en Madrid. Un cura vasco, un heavy satánico y el presentador de un programa de esoterismo se unen para evitar la llegada de Satán. El resultado es una película trepidante, divertida y gamberra.
4. Love actually
En el Londres pre-navideño se mezclan varias historias de amor y desamor. Mi preferida, lo confieso, es la de un cantante patético y su representante. Por azar, el último single del cantante es un éxito y por fin tiene la oportunidad de codearse con auténticas estrellas, pero prefiere quedarse junto a su amigo de toda la vida. Porque la amistad de verdad también es amor. A Love actually le debemos el villancico más surrealista ever, una versión de Love is all around de Wet Wet Wet convertido en Christmas is all around, con un montón de mamás Noel sexys.
3. Gremlins
¿Hay cosa más adorable que Gizmo, el gremlin bueno? Solamente un oso panda o un cachorro de koala pueden competir en adorabilidad con él. Como toda mascota, necesita sus cuidados: que no le dé el sol, que no se moje y que no coma después de medianoche. ¿Y qué pasa cuando un padre regala a su hijo por Navidad un gremlin bueno? Pues que al muchacho le falta tiempo para hacer justo todo lo que no debía hacer. El monísimo Gizmo se reproduce y transforma en un bicho que parece una mezcla entre un sapo, un murciélago y el hermano feo de los Calatrava.
Gremlins, como Los Goonies o Los cazafantasmas ha marcado a la generación de la EGB. Una película de aventuras con la que hacer esa cosa tan navideña que es ver la tele con toda la familia.
Este gremlin era tan "cuqui-moni" como los perritos que anuncian por la tele. Y sin llamarse Chichi Love o Kaka Max.
2. Pesadilla antes de Navidad
¿Por qué las películas infantiles navideñas son tan ñoñas? Se preguntan esos padres que se ven sesiones continuas de Barbie y Campanilla mientras sueñan con que sea 8 de enero y sus hijos vuelvan al colegio.
Afortunadamente, hay excepciones.
Los habitantes de la ciudad de Halloween descubren la existencia de la ciudad de la Navidad. Hartos de pegar los mismos sustos todos los años, deciden probar algo nuevo y ser ellos quien organicen la próxima Navidad. Secuestran a Papá Noel y deciden ocuparse ellos de llevar los regalos a los niños. Y, como aquella que mezcló acido clorhídrico con sulfato, la lían parda.
1. La vida de Brian
La película que deberían reponer todos los años en vez de “Qué bello es vivir”. El grupo de cómicos Monty Python dan su versión del nacimiento de Cristo y de paso hacen la mejor de sus películas. El frente de liberación de Judea, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?, Pijus Magnificus... ¿quién no recuerda estos gags? La Navidad más incorrecta es ésta.
Además, gracias a La vida de Brian aprendimos a declinar las congujaciones en latín.
Ni cenas de empresa. Ni saltos de esquí de Año Nuevo. Ni llenar de luces la casa hasta hacer que salten los plomos. Ver “La vida de Brian” debería ser la nueva tradición a conservar las próximas Navidades. Y en vez de "Los peces en el río", cantaremos "Always look on the bright side of life".
Este artículo lo ha escrito...
Estíbaliz Burgaleta (Tudela, Navarra, 1976) en otra vida será bailarina de ballet clásico, será grácil como una pluma y tendrá oído musical. Pero en esta vida es guionista, cortometrajista y... Saber más...