Cómo conseguir que tu chico... Ponga la lavadora

Cómo conseguir que tu chico... Ponga la lavadora
Abrimos el curso 2014/2015 con la nueva asignatura “cómo conseguir que tu chico…”: todo un tratado, donde cada mes te daremos consejos divertidos para mejorar tu relación de pareja. Por cierto, si te urge que tratemos algún tema relacionado con esta materia ¡háznoslo saber cuanto antes!
Según la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística, el 70,7% de los hombres realizan tareas domésticas dentro de su vida familiar y de pareja y este porcentaje va superándose cada año. Sin embargo, si hablas con tus amigas seguro que todavía algunas te cuentan que jamás han visto a su chico poner una lavadora. Incluso hay hombres, adictos a la tecnología, que aseguran no tener ni idea de para qué funciona cada botoncito de la dichosa máquina de lavar ropa. Al parecer, la colada es una actividad que da un poco de repelús al género masculino. ¿El motivo? Unos dicen que es una cuestión de memoria (se les olvida ponerla aunque no les quede una muda limpia); otros, que se estresan porque no entienden las leyes que rigen la división entre colada de ropa de color y colada de ropa blanca (“pero tu vestido de rayas blanco y negro ¿va con la ropa blanca o con la negra?”); y muchos, se escudan a que tienen pánico de encoger el vestido de Custo favorito de la parienta…
Si quieres que tu chico sufra la gota gorda al hacer la colada, pásale este cestillo de calcetines multicolor.
En fin, si estas harta de escuchar estas tristes excusas y quieres que tu pareja sea el dueño y señor de la lavadora ¡toma nota!
1. Deja de hacerle la colada pero motívale positivamente para que la haga ÉL. ¿Cómo? Con el sistema de notas. En cada percha o cajón de su armario ve colocando cartelitos del tipo “tu pantalón favorito está esperándote a que lo laves en el cubo de la ropa sucia”.
2. Mantente firme en tu ‘programa de reinserción masculina en el mundo de la colada’, por mucha vergüenza que te dé salir a cenar con él vestido de los ochenta (porque toda su ropa está fermentando en el tambor de la lavadora); aunque vaya sin ropa interior o lleve calcetines sucios de revés. ¡No caigas en la trampa!
3. Acércale sutilmente al objetivo. Para que te hagas una idea puedes trasladar su portátil o su Ipad encima de la lavadora. Así podrá jugar en línea con sus colegas mientras hace la colada, actualizar su Facebook, incluso vacilar en el Instagram de lo blaquísimo que le ha quedado el babi de su hijo. Quizá no se te haya ocurrido pero ¿no crees que si las lavadoras tuvieran conexión a Internet los hombres apreciarían más este aparato? De hecho si Siemens o Bosh hicieran un estudio de investigación, seguro que las digitales y táctiles con múltiples programas suelen atraer más a los hombres que a las mujeres.
Si tu chico es un Apple-adicto, soñará con esta lavadora.
4. Pónselo MUY fácil. Él difícilmente va a dedicarle cinco minutos de su vida a leer las instrucciones de la lavadora, de la misma forma que muchas de nosotras jamás hemos mostrado interés alguno en aprendernos el libro de instrucciones del dvd grabadora, de la televisión o sin ir más lejos, retener en nuestra memoria durante más de treinta segundo en qué consiste el maldito fuera de juego en el fútbol. Así que, lo mejor es que le hagas un esquema básico de cómo utilizarla paso a paso. Por ejemplo: 1. Abre la puerta de la lavadora; 2. Mete la ropa blanca (repito BLANCA); 3. Cierra la puerta; 4. Abre cajetín superior a la izquierda; 5. Echa esos polvitos blancos que están en una caja que pone ‘detergente’.
5. Edúcale en el mundo de la colorimetría. Como no te apetecerá nada llevar durante meses la ropa interior de un rosa sucio con tonos malvas, enséñale a diferenciar qué prendas se consideran de color y cuales no. Para ello, utiliza post-it. Cada vez que te quites una prenda y vayas a echarla al cesto de la ropa sucia, pégale un post-it indicando ‘colada color- temperatura no más de 30 grados’, ‘colada no color-temperatura no más de 40 grados’, etc. ¡Ojo! Nunca des por hecho ni le obligues a leer la etiqueta de cada una de ellas. 'La Regenta' es una lectura ligera en comparación con los tomos que vienen cosidos en el interior de las prendas.
También puedes descargarle en su móvil, Purex, la aplicación para aprender a lavar la ropa.
6. No corras riesgos y a la chita callando (para que no le afecte a su autoestima) introduce en el tambor una toallita atrapa-color.
7. Y por último, refuérzale cada vez que haga la colada. Podrías ponerle un sticker verde en la frente, como hacen en las guarderías cada vez que un niño pide el pipí pero quizá le haga más ilusión que le invites a ver una buena película o le sorprendas con su comida favorita.
Este artículo lo ha escrito...
Anita C. (Madrid, 1974). Redactora freelance de moda y belleza y madre de un niño y una niña. No le da vergüenza admitir, que no lleva nada bien lo de cumplir años, ni pasar todas sus tardes... Saber más...