Cómo sobrevivir a una clase de Zumba

Cómo sobrevivir a una clase de Zumba

¿Qué se esconde detrás del Zumba, la última moda en fitness? ¿Es acaso la panacea para las mujeres que queremos estar en forma pero odiamos hacer ejercicio? O por el contrario ¿es un deporte como todos los demás, vamos, de los que te hacen desear no haberte apuntado jamás? Y sobre todo ¿cómo se atreven a publicitarlo con el slogan “Olvida el ejercicio… ¡únete a la fiesta!”? ¿Será porque cada vez que voy a clase necesito que venga a recogerme el SAMUR?

Ser mujer hoy en día es un trabajo tremendamente estresante. Además de tener que enfrentarnos al mundo laboral y a hacer el pino puente para conciliarlo con la vida familiar también debemos mantener nuestros cuerpos firmes y esbeltos con glúteos tan firmes que un cacahuete pueda rebotar en ellos. Como mujer víctima de mi época  he intentado luchar contra la Ley de la Gravedad, la Ley de los Cuerpos Decadentes y la Ley Injusta de la Genética a base de probar todo tipo de deportes, fracasando estrepitosamente en todos ellos.

Hasta que llegó el Zumba.

El Zumba (lo he buscado en la Wikipedia) es una disciplina fitness de origen colombiano, enfocada a mantener el cuerpo saludable y a fortalecer, dar flexibilidad al cuerpo mediante de movimientos de baile combinados con rutinas aeróbicas. Vamos, que en cada sesión puedes quemar hasta 800 calorías mientras mueves tu cuerpo al son de sambas, merengues, cumbias y todo tipo de melodías calenturientas. Traduciendo: quemas calorías a porrillo mientras bailas y te lo pasas estupendamente. El resultado es kilos fuera, carnes más prietas y endorfinas por las nubes porque ¡estás bailando, bailando, bailando!

El Zumba es muy diurético: sudar a porrillo y llorar al mismo tiempo es lo que tiene.

Tranquilas porque tengo la solución para todas los que os animéis a practicarlo. Durante mi año de experiencia practicando esta disciplina he descubierto una serie de trucos que harán que las clases no parezcan la sesión de tortura medieval que realmente son.

TRUCO Nº1: UNA BUENA SUJECIÓN.

Ten en cuenta que durante una sesión de Zumba vas a moverte mucho. Muchísimo. Mogollón. Hasta el punto de que cualquier cosa que lleves puesta te molestará. Estoy hablando de tus michelines y de todas las cosas que cuelgan habitualmente de tu cuerpo. Mi recomendación es que inviertas en ropa de deporte reforzada, en un sujetador específico para situaciones extremas, en vendas y en cualquier cosa que mantenga “eso” en su sitio.

TRUCO Nº2: TEN SIEMPRE AGUA A MANO.

Mi teoría es que las calorías en una clase de Zumba se queman por combustión espontánea. El calor es tan sofocante que pensarás que estás en el epicentro de un volcán en erupción o que, mucho peor, te estás comiendo un cocido en Sevilla a las tres de la tarde de un dos de agosto. Tener agua a mano no es necesario: es vital para que no abandones. Una buena idea  (apuntad señores propietarios de gimnasios) sería que toda la sala estuviera equipada de un sistema de aspersión automática o que hubiera duchas abiertas permanentemente en las esquinas de la sala.

TRUCO Nº3: ¡NO TE MIRES EN EL ESPEJO!

Las posibilidades de que abandones tu clase de Zumba se multiplican por diez si en algún momento se te ocurre mirarte en el espejo y descubres que el bulto rojo, sudoroso y con cero coordinación entre brazos y piernas que hay reflejado eres tú.  Mucho mejor ignorar lo que hay frente a ti e imaginarte que sabes lo que estás haciendo y que no te has despatarrado convirtiéndote en la Antítesis de lo Sexy al hacer el último plié.

P.D.: Si te miras al espejo en una clase de Zumba con unas tijeras en las manos las posibilidades de lesionarte aumentan bastante. Y no hace falta mencionar a Verónica.

TRUCO Nº4: EL MONITOR ES LO MÁS IMPORTANTE.

Quitando que encuentres un gimnasio con cabinas de ducha en la sala de Zumba, en cuyo caso te diría que a por él, sólo hay un criterio importante a la hora de decidirte por un sitio u otro: el profesor. ¿Por qué? Porque, probablemente, tu profesor de Zumba sea el único hombre que baile bien con el que te topes en tu vida. Tómate tu tiempo para elegir uno que te guste de verdad, con el que te sientas a gusto y al que puedas describir sin ningún tipo de vergüenza ajena a las futuras generaciones.

TRUCO Nº5: ACÉPTALO.

Bailar es divertido, hacer Zumba no lo es. Cuanto antes lo aceptes mejor te irá en tus clases.

Y SI NO FUNCIONA NADA...

Siempre puedes recurrir a la anestesia localizada en piernas, brazos, muslos y abdomen. Para casos más graves, recomiendo la anestesia general o un buen golpe en la cabeza.

Enviar por WhatsApp

Este artículo lo ha escrito...

Rebeca Rus

Rebeca Rus (Madrid, 1974) es creativa publicitaria, escritora, columnista y responsable de la sección de cocina de la Revista Cuore. Es la autora de los libros "Sabrina:1-El Mundo:0", "Sabrina... Saber más...