Siempre he creído que en el mundo de la cosmética hay dos tipos de mujeres: las que usan gloss y las que prefieren las barras de labios. Yo soy del segundo grupo, porque no soporto sentir que mis labios están constantemente pringosos o, con tanto brillo que parece que me he comido un trozo de tocino. Además, tampoco quiero morir de asfixia por culpa de llevar media melena adherida a mi boca los días huracanados. Sin embargo, tengo que confesar que si el labial (del tipo que sea) lleva en la cajita las palabras mágicas VOLUMEN  y LARGA DURACIÓN, ahí estoy yo, rascándome el bolsillo y picando el anzuelo. Y hablando de picar… Así fue como apareció en mi vida el bálsamo 'Color Bomb!' de Too Faced (pvp: 26 €).

Los colores son un puntazo.

¿Y me preguntas por qué es la bomba?

-Su formato lápiz es comodísimo: facilita su aplicación aunque si tienes niños es fácil que lo confundan con las ceras Manley.  

-El producto es muy cremoso por lo tanto hidrata, pero ¡sorpresa! En cuestión de minutos los labios absorben el pigmento conservando un brillo sutil, nada que ver con la exageración de los lip gloss tradicionales.  

-En cuanto al color, es intenso y bastante resistente, pero no funciona como los pintalabios permanentes, esos que tienen dos sticks (uno para fijar el color y otro con el pigmento) y que sí, que puedes llevar los labios impecables durante horas, pero te los dejan tan resecos como piedras pómez. ‘Color Bomb!’ conserva el concepto de bálsamo y gracias a la vitaminas A, C, E y la manteca de mango no acabarás con la boca descamada.

-Pero lo más sorprendente (al menos, yo me quedé muerta al probarlo) es la sensación que una experimenta cuando se  lo aplica. ¿Recuerdas cuando tenías quince años y te dabas un festín de besos con tu noviete? Ese hormigueo y pequeña hinchazón que sentías en los labios cuando volvías a casa después de quedar con él. Pues exactamente lo mismo experimenté yo al probar el lápiz labial de Too Faced. De hecho, si los tienes un poco irritados y te lo aplicas, parece que te estás comiendo un chicle picante de canela o un chupito de esos que llevan tabasco. No es insoportable, pero mola (llámame masoca o que me quedé pillada con los Petazetas). A los 10 minutos, más o menos, desaparece el efecto estimulante y ves que aumenta ligeramente el volumen de tus labios. ¡Ojo! Tampoco vas a lucir la boca de Angelina Jolie, seamos realistas. Los milagros, ya sabes: a Corporación Dermoestética.

Este pintalabios lo puedes utilizar a diario y prestarlo el día de los Santos Inocentes.

En fin, que tras descubrir los efectos secretos de ‘Color Bomb!’ se me han ocurrido otras aplicaciones muy prácticas en la vida de toda mujer:

-¿Qué a mis hijos se les escapa una palabrota? Allá que voy: les pinto esas boquitas de 'Color Bomb!'. No es tan fuerte como la guindilla que me daba mi madre (porque yo soy más blandita) pero les dejo shockeados un rato.

-¿Mi amiga no me deja meter baza en la conversación? La convenzo para que pruebe este nuevo bálsamo labial y al menos, durante unos minutos puedo pegarme un monólogo como dios manda.

-O ¿mi chico me dice que últimamente no estoy muy fogosa? ¡JÁ! Nada más pintarme los labios con ‘Color Bomb!’ le doy un morreo de esos que quitan el hipo, para que luego no vaya gritando a los cuatro vientos que no soy una chica picante. Tendríais que verle la carita cuando siente el hormigueo…

- Y ¡qué más puedo decir! He encontrado un arma letal y cuidadito que la carga el diablo.

¿Qué mujer no quiere ser Lucy y tener su propio pintalabios radiactivo? 

Si quieres saber más sobre este lápiz labial puedes consultar las webs:

www.toofaced.co | www.sephora.com