Dama de copas: Full en lencería a la medida

Dama de copas: Full en lencería a la medida

Dama de copas: Full en lencería a la medida

Dicen los expertos que la mayoría de las mujeres no tenemos ni pajolera idea sobre la talla de sujetador que deberíamos llevar o el sostén que más nos conviene según nuestra forma. Afortunadamente, Dama de Copas, un establecimiento especializado en asesoramiento de lencería, abre sus puertas en nuestro país con el firme propósito de enseñarnos a hacerlo bien de una vez por todas. Una jugada maestra.

Pechos, tetas, pechitos, tetazas, senos, huevos fritos, el mostrador, las ubres… No me he topado con ni una sola mujer que no tenga una queja sobre sus pechos, su talla o su forma. Existen tantos tipos de quejas como tipos de tetas y sin embargo, todas tenemos la absurda obsesión de intentar que se parezcan a las de al lado y a ninguna nos parece bien las dos que nos han tocado en la herencia genética.

Todas nos hemos sentido acomplejadas en el vestuario del colegio.

En mi caso, llevo toda la vida cargando con una talla de sujetador excesiva para una mujer que apenas llega al metro cincuenta y nueve. Incluso cuando tenía veinte años y apenas llegaba a los cincuenta kilos, ya llevaba una talla muy superior a mis amigas, lo que daba pie a varios tipos de situaciones:

1)aquellas en la que una amiga me prestaba un top o una camiseta que a ella le quedaba divina, pero cuando yo me la ponía parecía que me había escapado de un Güisquería con algún nombre sórdido como La Almeja Cachonda;

2)aquellas en las que yo me ponía capas y más capas para ocultar lo incamuflable y terminaba convirtiéndome en una réplica de Mama Cash;

3)aquellas en las que yo entraba en una tienda de corsetería con mi madre y acababa siempre con el sujetador más feo de todo el local, una réplica de color carne de los que llevaba mi abuela o;

4)aquellas en las que yo me revelaba contra mi sino y me compraba un sujetador monísimo en Women´s Secret o Cacharel. Sujetador que acababa totalmente deformado a las dos semanas de uso.

Los sujetadores que me obligaban a llevar en mi adolescencia deberían ir con cargador, para poder disparar a mansalva.

Pensaba que yo era un caso perdido, que era mi problema. Pero resulta que no. Que las que tenían el pecho pequeño también tenían problemas. Y las que lo tenían junto. Y las que lo tenían separado, o como yo lo llamo, Pechotes “Tú a Boston y yo a California”. Y lo peor: que todas, absolutamente todas, llevábamos años comprando mal nuestros sujetadores, hasta un 99% según las últimas encuestas (lo que me hace pensar que efectivamente tenemos un problema en el sistema educativo y deberían reforzar las lecciones de geometría). Durante años nos lo han estado recordando por todos los medios de comunicación, pero hasta ahora nadie se había puesto manos a la obra. Nadie se había puesto como objetivo asesorar de verdad en este tema en vez de echarnos la bronca y decirnos que no teníamos ni idea. Hasta que llegó Dama de Copas, una tienda especializada en Bra Fitting y asesoramiento de lencería que acaba de abrir tienda en nuestro país. ¿Su objetivo? Ayudar a todas las mujeres a escoger el sujetador perfecto para ellas, en el modelo y tamaño adecuados para cada ocasión y mediante un asesoramiento de lo más completo. En sus tiendas podemos encontrar una gran variedad de modelos y marcas y hasta más de cien tallas distintas, con contornos desde la 75 a la 120 y copas desde la A hasta la K.

¿Y si hemos estado equivocadas todo este tiempo? ¿Y si el problema no era nuestro pecho sino que no llevábamos bien el sujetador?

Pero lo realmente innovador de Dama de Copas no es la posibilidad de acceder a una cantidad ingente de modelos de todas las formas, copas y estilos (que también mola) sino su servicio de asesoramiento personalizado.  Se trata de un asesoramiento obligatorio (y adictivo, os lo digo ya) de manera individual en cada visita de la clienta, por lo que es imposible comprar lencería sin probarla antes y sin contar con la aprobación de una asesora de Dama de Copas. Parece un poco "dictador bananero", pero la cosa tiene sentido cuando la experimentas en persona. Tras más de media hora encerrada en un probador con una asesora de Dama de Copas y tras probarme más de veinte sujetadores, llegué a varias conclusiones:

-efectivamente, no tenía ni idea de cuál era mi talla;

-aquella señora sabía más sobre mis tetas que yo o que mi chico;

-estaba equivocada, muy equivocada, sobre los sujetadores que me sentaban bien;

-no sabía ponerme un sujetador (¿por qué esto no lo enseñan en el instituto?);

-las copas pequeñas me hacían doble teta o teta aplastada, las grandes conseguían que mi pecho se expandiera por el espacio-tiempo más que el Big Bang y los aros mal elegidos tenían como resultado bultos-mutantes;

-y que necesitaba sujetadores diferentes dependiendo de lo que me pusiera.

Necesitaba una buena excusa para comprarme todos los sujetadores que me gustaron.

También descubrí que los sujetadores de calidad, que hagan bien su servicio y no se deformen tras tres usos, pueden ser realmente bonitos. O clásicos. O sexies. O deportivos. O de lactancia (pero bonitos). Y que usar el sujetador erróneo estaba lleno de contraindicaciones, empezando por la mala postura de la espalda, la presión excesiva de los hombros y terminando por un pecho flácido y caído y los molletes tan horribles que me salen de debajo de los brazos.

Asesoramiento para novias teniendo en cuenta el vestido que llevas. Y asesoramiento para después, para cuando no lleves ningún vestido ;)

Las asesoras de Dama de Copas recomiendan que en cada visita recibas su fitting personalizado, pero también toman nota de todo lo que te pruebas y te compras en la tienda, de tal manera que todo queda registrado si algún día tienes prisa y quieres ir al grano. O si prefieres comprar por internet un modelo que ya sabes que te sienta de rechupete. Todo son ventajas.

Yo el único incoveniente que le veo a Dama de Copas es que no existiera antes en mi vida. Sobre todo, cuando yo era una joven madre recién dada a luz y los únicos sujetadores de lactancia que había eran feos y deprimentes, lo que no contribuía nada a hacerme sentir otra vez como yo misma o simplemente, como una mujer y no una vaca lechera. O en esa época confusa que es el embarazo, cuando tus pechos pasan de ser normales a convertirse en las tetas de una estrella de cine porno. Y te aterroriza que te salgan estrías por todas partes. 

En definitiva, que sean como sean tus pechos, en Dama de Copas te tienen tomada la medida. Literalmente. Y gracias al asesoramiento que ya han realizado a nuestro país a más de 52.000  mujeres, han visto más tetas que un adolescente de American Pie y saben de lo que hablan. Desnudarte delante de una desconocida durante tanto tiempo tiene su cosilla, pero todo es por una buena causa.

En esta escena de Porky´s, el American Pie de los 80, los protagonistas se inflaron a ver tetas, pero no tantas como las profesiones de Dama de Copas.

Además, Dama de Copas está comprometida con todas las mujeres que han sufrido pérdida de la mama total y parcial, así que tienen una sección totalmente dedicada a ellas, con prótesis de todos los tipos y sujetadores, preciosos todos ellos, y bañadores adaptados. Porque sentirse guapa por dentro es el derecho de todas. 

Bravo por acciones como esta y por tenernos en cuenta a todas.

Así que ya sabéis si tenéis pechos, pechotes, tetas, tetillas, huevos fritos, ubres, mostrador o lo que sea que tengáis y sólo veis problemas, en Dama de Copas sólo van a ver soluciones. Fuera complejos y viva la ropa interior bien hecha y bien llevada. 

Madrid, Calle Goya 64| Horario: De

Lunes a Sábado: 10h-21h, Domingos y Festivos: 12h a 21h| T: 910 022 249 | M: 663 255 003 | www.damadecopas.com

 

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Este artículo lo ha escrito...

Rebeca Rus

Rebeca Rus (Madrid, 1974) es creativa publicitaria, escritora, columnista y responsable de la sección de cocina de la Revista Cuore. Es la autora de los libros "Sabrina:1-El Mundo:0", "Sabrina... Saber más...