Peores y mejores momentos para cambiar de look

Por Anita C.

Peores y mejores momentos para cambiar de look

Todas hemos sufrido alguna vez un trauma capilar. Ya sabes: un desafortunado corte de pelo, un tinte rojo que en tu cabello parecía malva... Para que no vuelvas a vivir semejante calva-rio sigue estos prácticos consejos.  

Si ya has tomado decisiones tan difíciles como la de ser madre, aceptar un trabajo con un sueldo miserable o pasar el resto de tu vida con el mismo hombre, ¿por qué te sudan las manos con solo plantearte si deberías cambiar de look? Tranquila, no eres ninguna cobarde. Simplemente sufres estrés postraumático. Este tipo de neurosis es muy común entre aquellas mujeres que, con dos tijeretazos, han visto cómo su melena ha quedado terriblemente arruinada. ¿Los síntomas más frecuentes? Tener pesadillas donde los chicos del insti te llaman “cabeza de seta” y/o soñar que se te cae el cabello a mechones por culpa de esa maldita permanente… Por cierto: ¡qué daño nos hizo el richi en los ochenta!

Pues sí. Probablemente este sea el motivo por el que te tiemblen las canillas al entrar a la peluquería mientras rezas tres padres nuestros, para que la peluquera te diga eso de: “estoy a tope, no puedo cogerte”.  ¿Cómo puedes evitar una experiencia tan traumática? Sin duda, dejándote la melena larga, sosa, sin forma, brillo ni movimiento (pero si te viera Rupert…).

Otra opción menos cobarde es que disminuyas tus probabilidades de cometer un error. ¿Cómo? Elige un buen profesional, déjate asesorar por él y, por encima de todo, valora si es el mejor momento para dar ese gran paso. Esto último es fundamental. Recuerda que muchas de las malas decisiones son así porque se han tomado en el momento equivocado. Ahora vas a entender el porqué.

¿Quién no perdió, en los ochenta, la mitad de su cabellera por culpa de una mala permanente?

Los peores momentos para cambiar de imagen

-Cuando estás con la menstruación o síndrome premenstrual. De todas es sabido (y la universidad de Michigan debería hacer un estudio sobre ello) que en esos días es terriblemente peligroso cambiar de corte de pelo. Saldrás contentísima del centro de belleza pero, una hora después, estarás llorando por el destrozo que te han hecho. ¡Ojo! Tampoco es aconsejable ir de compras: siempre vuelves sin haber encontrado nada o con bolsas llenas de prendas absurdas.

-Nada más comenzar una relación amorosa. A él le atrajiste por tus ojos, tu sonrisa, tu pelo… ¿y te vas a arriesgar a que te diga eso de “me equivoqué, no eres la chica que yo creía que eras”?

-Si vas de boda y/o es la tuya. Llevas meses buscando el modelito, los complementos y un sujetador de mil posiciones que no se vea. Y por nervios o esa ansia de estar perfecta, decides en el último momento hacerte un peinado complicado que no va contigo y no le sienta bien ni a la mismísima Miranda Kerr. En fin, todo el trabajo de meses atrás tirado por la borda.

Los mejores momentos para cambiar de imagen  

-Tu pareja te ha dejado. ¿Por qué no empezar tu nueva vida con un corte de pelo radical? Te sentirás distinta, renovada, llena de energía. ¿Y si no te favorece? Al menos, ahora estarás llorando por tu precioso pelo y no por tu ex, que no se merece ni una de tus lágrimas.

-Cuando te vas a vivir con tu pareja. Es la mejor terapia para evitar discusiones de pareja, y todo porque estarás tan entretenida domando tu melena con ese nuevo corte que no prestarás atención a su manía de no cerrar bien el bote del champú.

-Antes de dar a luz. Ten en cuenta que pasarán meses hasta que puedas tener la libertad de ir a una peluquería. Además, te va a importar un rábano que te quede fatal ese nuevo look, porque no vas a tener ni un segundo para mirarte al espejo.

-Después de robar un banco o si te quieren secuestrar. Esperamos que no te veas en estas situaciones, pero si se diera el caso, recuerda cambiar de color de pelo.

Y por último, si ninguno de estos consejos te ha funcionado, piensa que el cabello crece, que un tinte saca a otro tinte y que al menos… ¡tienes trabajo!

Enviar por WhatsApp

Este artículo lo ha escrito...

Anita C.

Anita C. (Madrid, 1974). Redactora freelance de moda y belleza y madre de un niño y una niña. No le da vergüenza admitir, que no lleva nada bien lo de cumplir años, ni pasar todas sus tardes... Saber más...