10 razones por las que deberíais votarme para ser presidenta

10 razones por las que deberíais votarme para ser presidenta
Este 2015 se presenta como un año electoral calentito y nuestros políticos ya se han lanzado a hacer promesas a diestro y siniestro. Como parece ser que en este país lo prometido NO es deuda, yo también me apunto a presentar mi programa electoral y a decir eso de “puedo prometer y prometo…”.
Las elecciones autonómicas y municipales están a la vuelta de la esquina. Y en menos de lo que cante un gallo será otoño y tendremos que enfrentarnos a las elecciones generales. En vez de votar a todos esos políticos que van por la vida como si fueran pollos sin cabeza, dando vueltas y prometiendo cosas absurdas, yo os propongo que me votéis a mí.
Yo no tengo ni idea ni capacidad para cumplir mis promesas, así que yo también me presento.
No es que tenga mucha más idea que ellos, que es ninguna o eso parece. Pero creo que mis promesas electorales son igual de difíciles de cumplir, pero mucho más prácticas que las de todos los demás. Aquí van:
1.- Igualdad de sueldos para hombres y mujeres.
En Glup Glup ya hemos hablado varias veces de la desigualdad de sueldos entre hombres y mujeres, como por ejemplo en el artículo “¿Juegan siempre las mujeres en segunda división?”. El caso es que es un tema candente del que se habla a menudo en todos los medios de comunicación, pero con las mismas ganas de llevarlo a cabo con la que yo todos los lunes me pongo a dieta y me la salto los viernes. A este paso las mujeres y los hombres comenzarán a cobrar lo mismo en el 2145. Si yo gano como presidente prometo la igualdad salarial YA y dejarme de rollos.
2.- Trabajo remunerado en el hogar.
Debería haber más incentivos para que nos compense hacer todas las tareas domésticas.
Es una injusticia que el trabajo del hogar no esté recompensado económicamente con la cantidad de horas que echamos en casa y lo sacrificado que es (por no mencionar el aburrimiento de tener que hacer lo mismo un día tras otro). Sin embargo, es un trabajo por el que no se recibe ninguna retribución, a pesar del tiempo, la dedicación y la especialización que requiere. Y ya sabéis que cuando uno no paga por algo, no lo valora. Es así de triste. Pero la verdad es que el trabajo del hogar tiene un valor incalculable, aunque hace poco leí un artículo muy interesante sobre un hombre en Texas (EE.UU.) que había hecho el cálculo real de cuánto le costaría tener a alguien cuidando a sus hijos, limpiando, poniendo lavadoras, comprando y cocinando si su mujer no pudiera hacerlo. El coste total de todas esas tareas al año era de 73,960 dólares, casi el doble de lo que ingresa él anualmente. Aquí podéis leer en su propio blog cómo hizo los cálculos y toda la historia. Te sube la autoestima de un golpazo.
Si yo fuera presidente los amos y las amas de casa tendrían un sueldo mensual y derecho a una semana de vacaciones en un hotel de lujo, de esos en los que te mullen la almohada y te ponen un bombón después.
3.- Zapatos para niños ¡gratis!
Se me ponen los pelos como escarpias cada vez que una de mis hijas llega a casa andando raro porque los zapatos se le han vuelto a quedar pequeños. Y es que los niños tienen la maldita costumbre de cambiar de número de calzado cada seis meses. Algunos incluso son capaces de hacer que su pie crezca un mes después de comprarle unos zapatos. Y luego está esa manía que tienen todos de jugar, saltar, correr, arrastrarse por el patio, meterse en el barro y en general, todas esas cosas que consiguen que, aunque los zapatos los haya elaborado un equipo de ingenieros de la NASA, estén hechos un trapo a los dos meses de haber realizado la compra. Sin embargo, la solución no es envólverles los pies en un trapo, como seguro que propondrían nuestros simpáticos políticos, sino dedicar una gran partida del presupuesto nacional a financiar el calzado de nuestras pequeñas generaciones. Votad por mí. ¡Rebeca Rus for president!
4.- Rebajar el IVA de los productos femeninos.
¿Cómo es posible que las compresas y los tampones siguen teniendo el IVA de un producto de lujo? ¿Es que acaso tener el periodo es un lujo? Nooooo… más bien es un castigo divino. Y si no fuera suficiente con tener que aguantar el síndrome premenstrual, la incomodidad y el hecho de que esos días no puedes estrenar tus pantalones blancos, también tienes que pagar una pasta gansa por esos productos tan necesarios. Si yo fuera presidente no me conformaría con que las compresas y demás productos de higiene femenina tuvieran el IVA más bajo. Serían gratis.
5.- Nacionalizar INDITEX.
No queremos volver a ser un Imperio, queremos el Imperio INDITEX.
Hace mucho tiempo el sol no se ponía en nuestro Imperio (ya, ya sé que está frase está protegida por derechos de autor, pero espero que Los Nikis no me denuncien), pero ya hace mucho tiempo de eso. Sin embargo, hay una empresa española que ha conseguido llegar tan lejos como Pizarro y sus compañeros y se han extendido por todo el mundo. Yo propongo nacionalizar INDITEX y convertirlo en Patrimonio Nacional. Sí, el señor Amancio podría seguir vendiendo en Roma, París, Nueva York y Singapur, pero en nuestro país tendría los precios tirados por los suelos. Y una vez al año, cada español recibiría un Cheque-Zara para que se lo gastase como quisiera.
6.- Rescatar la siesta.
Debería estar recogido en nuestra Constitución el derecho a babear al menos media hora después de un buen cocido.
El resto del mundo no hace más que hablar de nuestra siesta, uno de los tesoros de la vida mediterránea, pero la triste realidad es que aquí no hace la siesta ni el Tato. Si yo fuera presidente la siesta estaría recogida en nuestra constitución, los restaurantes tendrían sillones especiales para practicarla y su obligatoriedad se incluiría en todos los convenios de trabajo.
7.- Alex González, Hugo Silva, Martín Rivas, Miguel Ángel Silvestre, etc. serían tesoros nacionales.
Queremos una exposición mensual de cada uno de nuestros actores favoritos. Y conocerlos en persona.
Estaréis conmigo en que este punto no necesita desarrollo. ¡Votadme!
8.- Desayunos en la cama una vez al mes.
Esta medida preventiva supondría un gran ahorro en los servicios generales de salud y de bienestar.
Porque el desayuno es la comida más importante del día y muchas veces la que peor hacemos, propongo que una vez al mes nos lleven el desayuno a la cama. Y no un desayuno cualquiera. No, qué va. Un desayuno con zumo, tostadas, huevos, café recién hecho y cualquier cosa que se os pase por la cabeza. Sería un servicio público de vital importancia, que incrementaría notablemente los índices generales de bienestar del país. Además, desayunar en la cama está lleno de ventajas, también culturales. Mucha gente que hasta ahora no encuentra tiempo para leer (o esa es la excusa que utilizan en las encuestas) podrían dedicarse por fin a ello. Conclusión: también sería una buena noticia para el negocio editorial. ¡Votadme para presidente y comprad mis libros!
9.- Haría una campaña de relaciones públicas para que los productos españoles fueran tan chulos como los franceses y los italianos.

Nuestros productos están pidiendo a gritos que alguien les haga un cambio de look.
No se trata sólo de los ingredientes como el queso, el vino, el aceite, etc. También estoy hablando de nuestra gastronomía y de nuestra forma de vivir. Sólo hay que saber sacarle partido y publicitarla como hacen los franceses y los italianos, con esa seguridad de que "lo nuestro mola más y somos muy chic". Los productos españoles necesitan un cambio de imagen urgente, pero también alguien que vaya por el mundo con la seguridad de que estamos vendiendo lo mejor de lo mejor. Porque, por desgracia, en este mundo no basta con tener un buen producto, hay que ir por ahí repitiéndolo como si fuéramos unos papagayos con un problema de soberbia.
10.- Masajes de pies gratis total.
En cada esquina, en cada pueblo, en cada plaza pública... Y cada día. Porque todos los días son un día y porque nosotros lo valemos.
Por todas esas razones y muchas más (que soy muy simpática y hablo mejor inglés que Rajoy) me postulo como candidata a las próximas elecciones. Votad por mí.
Este artículo lo ha escrito...
Rebeca Rus (Madrid, 1974) es creativa publicitaria, escritora, columnista y responsable de la sección de cocina de la Revista Cuore. Es la autora de los libros "Sabrina:1-El Mundo:0", "Sabrina... Saber más...