Atrapados en el postureo

Atrapados en el postureo

Atrapados en el postureo

El término «postureo» se empezó a escuchar con el auge de las redes sociales. A falta de una definición oficial, la Wikipedia lo define como «un neologismo acuñado recientemente y usado especialmente en el contexto de la redes sociales y las nuevas tecnologías, para expresar formas de comportamiento y de pose, más por imagen o por las apariencias, que por una verdadera motivación».

Ay, el postureo...; la forma moderna de definir lo que viene siendo el aparentar lo que no eres, siempre presente en todas las épocas y generaciones, pero en alza con el auge de las redes sociales. Vamos, que queda mejor hacerse un selfie con toda una cena de empresa que no es ni la tuya, y colgarla en Instagram alardeando de lo bien que os lo pasáis tus ¿amigos? y tú, a poder ser con cara súper estupenda de «qué planazos más molones hago con mis colegas de toda la vida». No, hombre, no. Eso es postureo (extremo, pero postureo). En Glup Glup ya hablamos de ello en el artículo Presumir mal está de moda

 

Aquí las molonas de mis amigas. Ay, no.

Hay muchos postureos menos extremos, que no es por desalentaros y quitaros la ilusión pero... cantan. Y dan risilla. Por ejemplo, si vas a esquiar por primera vez en tu vida y para ello te has comprado todo un carísimo equipo de The North Face, para el que has tenido que pedir un crédito cuando no has visto ni la nieve en tu vida, y todo para ir acorde con los que sí son aficionados, es postureo. Y los calcetines de compresión para hacer running (jamás digas correr) tan solo diez minutos, para que se vea que eres un profesional del running (que no correr), aunque salgas como mucho diez minutos al mes, también son postureo. En diez minutos no les da tiempo a tus gemelos a nada, chato; no son necesarios.

 

¿Y a mí toda esta gente para qué me seguirá? Ah, ya, para ponerlo luego en el Facebook.

Declararse fan del grupo Interpol o de cualquier otro de los denominados «modernos» y soltar algo como «su último disco no está mal» con cara de interesante sin haber escuchado más que una canción, es postureo. Que no pasa nada por decir: «no conozco a ese grupo» o «solo conozco un par de canciones». Del mismo modo, decir un «Miley Cyrus apesta», si luego cantas sus canciones a pleno pulmón a escondidas, también es postureo. Y si dices que escuchas jazz en tus ratos libres pero tienes que buscar en Google «Grandes del Jazz» para que te suenen uno o dos nombres, también es postureo. Básicamente lo que te gusta te gusta y lo que no, no; no hay que fingir lo contrario porque... sí, todo eso es postureo.

A mí también me mola mogollón el rock n' roll. ¿Este grupo de la lengua afuera es nuevo?

Apuntar que Tokio Blues es el libro «menos Murakami» de Murakami es mucho postureo cuando es el único que has leído del autor pero has visto esta afirmación en varias críticas literarias y quieres quedar de entendido. Como decir que amas a Bukowski sin haberlo leído, solo porque está de moda otra vez; vomitar sobre Paulo Coelho porque es un moñas pero, eso sí, alabar las frases motivadoras de Mr. Wonderful; o echar pestes sobre Ken Follett sin haber leído nada de él solo porque vende y queda muy cool decir que los best sellers no son para grandes intelectos. Postureo. Y ya no digamos afirmar que el Ulises de Joyce es tu libro favorito...; que sepas que, por muy insuperable que sea a nivel literario y por muy importante que haya sido para la historia de la literatura universal, serás el único que no lo ve como un tostón infumable como libro de cabecera, así que elige otro porque ese huele a... ¡postureo!

Aquí yo teniendo un debate interior sobre la vanguardia literaria. ¿Me quedan bien las gafas, a todo esto?

Decir que tú solo ves cine iraní en versión original porque el resto es un insulto a tu inteligencia pero ves a hurtadillas la saga Crepúsculo, es postureo. Y tirar por tierra toda aquella película que ha ganado un Oscar, porque los Oscars son premios amañados previo pago de productoras, también es postureo. Como fingir que odias los clásicos noventeros rollo Dirty Dancing y que para ti los únicos clásicos a tener en cuenta son Casablanca o Ciudadano Kane, aunque te hayas pegado media infancia intentando hacer el salto en el agua de Patrick Swayze, también es postureo. Una cosa no quita para la otra y te pueden gustar ambos, unos u otros sin problema. Mente abierta, por favor, que se puede ser inteligente y gustarte tanto el cine iraní como el barro a la vez.

 

«Francamente, querida, eso no me importa»... ¡Y lo sabes!

Resumiendo, ya sea en el deporte, en la música, literatura o cine, decir que haces lo que no haces o fingir que te gusta lo que no te gusta y viceversa, no deja de ser otra forma de pretender agradar a un grupo de gente siendo algo que no eres. A ver, esto está vigente desde que la humanidad se componía de cazadores-recolectores; vamos, que es un comportamiento humano ahora disparado por la era del consumo. Pero ¿que pasaría si dejáramos de fingir y nos liberáramos de esta condena que es el tener que molar? Entonces seríamos seres independientes, pasaríamos de todo, iríamos a nuestra bola, molaríamos mil por estar por encima de modas y clichés porque seríamos nosotros quienes crearíamos la moda, nos imitaría todo el mundo y eso... también es postureo.

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Este artículo lo ha escrito...

Sara Ballarín

Sara Ballarín (Huesca, 1980). Estudió Filología Inglesa y actualmente trabaja en una empresa multinacional de telecomunicaciones. Adicta a la comida basura, a los zapatos (nunca el tacón es... Saber más...