A raiz del supuesto caso de espionaje y teléfonos pinchados por parte de EEUU a diferentes paises europeos, entre ellos España, no paro de darle vueltas, noche y día, a qué nos habrán espiado los yankis.

Me puedo imaginar que algo de interesante habrá en el telefono de la Merkel, o del presidente francés, incluso del presidente suizo, pero ¿qué puede tener de interesante espiar a Rajoy? ¿Os lo imaginais? ¿Os imaginais una peli sobre esta trama de espionaje a España? Yo si.

Yo me imagino a unos tios muy americanos, muy profesionales, muy serios, en una reunión de esas que se hacen en salas herméticas, sin ventanas. Todos apagan los móviles, se apagan las luces y se enciende un proyector. Un tipo toma el mando de la reunión y les enseña un pase de diapositivas con fotos de los objetivos a espiar, de las personas a las que hay que pinchar el teléfono. Ellos toman apuntes, muy serios, muy concienciados. Algo incomprensible para mi, sabiendo que están viendo fotos de gente como Rajoy, Aznar, Zapatero… ¿Os imagináis espiar los sms de Zapatero? ¿Puede haber algo más aburido? ¿Los de Aznar?

El espía americano que tuvo que escuchar las llamadas entre Aznar y Ana Botella, está actualmente bajo tratamiento psiquiatrico.

Pongámonos en situación:

La habitación en un piso de la calle Raimundo Fernandez Villaverde en Madrid. Persianas bajadas. El techo lleno de fluorescentes, alguno parpadeando. Varios tipos con auriculares puestos prestan muchísma atención a llamadas y mensajes que no paran de aparecer en sus pantallas de ordenador. Todo muy ténico, muy profesional. Si alguno habéis visto la serie “The Wire”, sabréis a lo que me refiero.

Y de pronto un sms en pantalla: “Hoy quedamos en la pista 4, llévate la raqueta buena”. Es el móvil de Aznar escribiéndole un mensaje a su colega de padel. De pronto otro sms en la pantalla de al lado: “Otra vez han publicado una foto de las niñas en un botellón del orgullo gay. Ya no se qué hacer con ellas Sonso”. Era el móvil de Zapatero, muy preocupado por la imagen de sus hijas. Por último el móvil de Rajoy empieza a marcar. Los espias americanos permanecen atentos a la escucha. Al cuarto tono telefónico, alguien descuelga, y la voz del presidente dice: “Emilio, recuerdame luego que de camino a la Moncloa paremos a echar la quiniela, que hoy es viernes”.

Como veis una información muy valiosa que los agentes hacen llegar a sus superiores de la NSA. Unos informes que, una vez contrastados con las escuchas en Alemania o Francia, revelarán que los políticos españoles pintan la mona en Europa. Se han gastado millones para nada. Obama, al conocer los datos, da un puñetazo en la mesa del despacho oval. No se lo cree. Algún dato valioso han tenido que sacar. Pero no es así. El presidente sospecha que los españoles se han olido la tostada y están actuando. “Son más listos que nosotros, nos han chuleado” dice el.

Mientras, Rajoy juega con una raqueta de ping pong de las que tienen la pelota unida con una cuerda.

En fin, que no creo que en España haya ni un solo político digno de ser espiado por temas internacionales. Políticos que ni siquiera saben hablar inglés. Que ni lo chapurrean con dignidad. Ni a eso llegan, ni a ser espiados.