Feos atractivos que ya quisieran muchos guapos
Feos atractivos que ya quisieran muchos guapos
El físico no es importante. ¿Cuántas veces habremos escuchado esta afirmación y arqueado una ceja con incredulidad? Lo ideal sería que no importara, que se valorase más lo que somos en esencia. Hay algunas personas que trascienden esa parte más superficial del ser humano. Son feos o poco atractivos, pero ya quisieran muchos guapos cautivar tanto como lo hacen ellos.
Porque digan lo que digan, el físico importa. Y es que lo primero que nos atrae de una persona es su apariencia. La primera impresión se basa en percepciones físicas: la figura, la voz... A simple vista no podemos valorar otros rasgos, y es el aspecto lo que nos predispone a que alguien nos caiga bien, mal e incluso que nos resulte indiferente.
Los estudios de John Bargh, psicólogo de la Universidad de Yale, demuestran que solo necesitamos dos décimas de segundo para formarnos una primera impresión. Lo llamativo es que, debido a la zona del cerebro que interviene en esas situaciones, no se trata de una conclusión lógica y razonada, sino de una sensación inconsciente y, por lo tanto, poco fiable.
Hay veces en las que nos topamos con excepciones. Con personas que, a pesar de su poco atractivo o carencia del mismo, nos predisponen a su favor. Y no hablo de ese compañero de trabajo que, a pesar de lo poco atrayente que es a simple vista, te despierta un morbo que hace que te embobes mirándole e imaginando todo lo que te gustaría hacer con él encima de tu escritorio (a nivel laboral, por supuesto).
No, de lo que yo hablo es de gente normal, con un aspecto que pasa desapercibido. Vamos, que no te haría volver la cabeza para mirarle, y que, aun así, ha triunfado en su campo y se lleva al sexo femenino de calle (including me).
Dicen que ser sexy es una actitud o un estado de ánimo. Y después de leer este artículo vas a tener que creértelo.
Y es que, en ocasiones, el éxito puede resultar tan sexy como una cara bonita, y no, no me llaméis superficial porque no me refiero al dinero o a la fama, sino al resultado de ponerse el mundo por montera e ir a por todas con aquello que la genética nos ha concedido: inteligencia, buen humor, dotes artísticas o grandes dosis de simpatía.
Para muestra aquí os dejo mi lista de feos irresistibles. Hombres que llaman la atención y enamoran sin tener cuerpos fibrososo, ojos azules o un pelo a lo Brad Pitt.
Tarantino
A pesar de tener cara de acabar de chupar un limón, tiene un punto canalla que resulta muy atractivo. Su fama de chico de dudosa reputación nos atrae como moscas a la miel. Tanto es así que fue capaz de eclipsar a George Clooney en Abierto hasta el amanecer (al menos hasta que Robert Rodríguez decidió acabar con él).
Adrien Brody
Este chico es larguirucho y delgado y dueño de una nariz con mucha personalidad. Lo curioso es que a pesar de no ser un adonis, no solo se ligó a la señora Hemsworth, de soltera Pataky, quien en materia de novios ha cambiado más de registro de lo que lo ha hecho nunca en su carrera como actriz, sino que tiene cierto encanto que enamora a las más deseadas.
Benedict Cumberbatch
Este es probablemente el más claro ejemplo de que hay feos que llaman la atención. Benedict es un actor estupendo, pero seamos sinceras, tiene una cara rara (y aquí raro sí que es un eufemismo), estrecha y un poco chafada. De sus ojos podemos decir que son bonitos, pero parecen de pulguita. Pequeños y casi sin pestañas. Pese a ello tiene una legión de fans que lo adoran y maldicen a su reciente esposa por haberle pescado.
Benicio del Toro
Aquí habrá quien proteste alegando que Benicio es guapo, lo que no servirá para nada más que reforzar mi teoría. Podemos tacharle de atractivo, de interesante, pero sus rasgos no son precisamente lo más llamativo de este hombre de aspecto rudo.
Javier Bardem
Este es made in Spain. Y de todos los anteriores es el que mejor ha sabido explotar ese cariz sexual que exuda. Recordemos sus interpretaciones en Jamón, Jamón o en Huevos de oro. Su nariz de boxeador le aporta un halo de chico malo que resulta muy tentador.
Hasta aquí mis feos irresistibles. Contadme, ¿cuáles son los vuestros?
Este artículo lo ha escrito...
Olga Salar (Valencia, 1978). Se licenció en filología hispánica porque era la manera más sencilla de engañar a su madre: su progenitora pensaba que se estaba sacando una carrera mientras ella... Saber más...