¿Halloween o sexloween?

¿Halloween o sexloween?

¿Por qué los disfraces para las mujeres en Halloween tienen siempre la connotación de sexy? Quizás es algo que nunca os habéis planteado, pero a continuación explicamos una realidad sobre la fiesta de Halloween, sobre ser mujer y buscar un disfraz terrorífico

Estamos a las puertas de una de las fiestas de disfraces más divertida y original del año, que se celebra la noche del 31 de octubre, importada de América aunque no originaria de allí, la noche de Halloween, la cual, junto con los carnavales, constituye la excusa perfecta para dar rienda suelta a la imaginación y convertirnos en una científica loca (bomba de neutrones a punto de estallar bajo el brazo) o una vampiresa con sed de sangre que aterrorice al resto de la asustada población mundial.

Pues bien, en vísperas de esta gran fiesta, vas tan feliz con tus malvadas intenciones de aterrorizar al mundo por una noche a las tiendas de disfraces o miras a través de internet y descubres que tras mirar las existencias de disfraces sólo existe una categoría de disfraces femeninos de mujer adulta, que no es otra que la de sexy-algo, o como diría mi madre, de putón. Es muy fácil darse cuenta, los disfraces típicos de Halloween, de bruja, de vampiresa o de diablesa suelen llevar la definición de sexy al lado, pero esto no es exclusivo de la noche de las brujas, en carnavales me encuentro más de lo mismo.

Misión: ser mujer en Halloween y no coger un resfriado en el intento

Yo he sido la primera que ha utilizado ese tipo de disfraz alguna vez, pero tras varias fiestas de disfraces, no sé si os habrá pasado, pero te apetece cambiar y buscas algo más que enseñar «escotazo» y piernas, por ejemplo un disfraz que de miedo o uno que sea gracioso, sorprendente y misterioso sin la necesidad de resfriarte y pasar el resto de la semana con fiebre. Está claro que no vas a ir igual a una fiesta de disfraces de una discoteca o pub de tu barrio, que a la casa de tus amig@s donde seguramente haya niños. Sobre todo, en este último caso, no tanto por los niños sino porque las madres de esas criaturas te mirarían un poquito mal si apareces con ese tipo de disfraz (difícil encontrar otro tipo como ya he dicho), algo que no es muy recomendable si tienes que tratar con ellas en el futuro. Por no mencionar a los maridos que de repente descubren partes de ti que nunca habían visto y tú descubres la tremenda capacidad de sus glándulas salivares al mirarte fijamente. Un mal trago, vaya.

Ah pero...¿esto no es la discoteca Pachá Ibiza?

Otra modalidad, típica de Halloween, es convertir cualquier disfraz en zombi, algo muy original que puede causar impresión, pero que no deja de ser curioso cuando se mezclan  los conceptos “sexy and zombi”. No es que yo tenga algo en contra, pero ver venir hacia a ti a una horda de sexy-enfermeras zombis …no me aterroriza nada, y sospecho que si en lugar de ser yo se tratara de un grupo de tíos, puede que el sentido de la persecución se invirtiera en algún momento. Pero no me hagáis caso, sólo son teorías.

El caso del disfraz enfermera (disfraz clásico donde los haya) es particularmente sangrante, ya que personalmente no lo he encontrado sin la opción de sexy, algo molesto cuando necesitas ese disfraz para una obra de teatro, por ejemplo. Es como si los chicos, buscaran el disfraz de policía y sólo encontrar el traje de stripper-policía (sí, esos en los que tiras de los pantalones y se quitan solos), impensable, ¿verdad?

Pero chica qué pasa aquí...¿es agosto y trabajas en un hospital murciano sin aire acondicionado?

Este sexismo se puede apreciar también en otro, el de brujo o bruja. El disfraz de brujo tiene la finalidad de asustar, de dar miedo o al menos de impactar. El de bruja está diseñado con esos colores, formas y escasez de tela para sentirse atractiva y sexy, vamos lo que se puede lograr con cualquier vestido normal en cualquier época del año. Lo cual le hace perder toda la gracia cuando estamos en la “noche de las brujas”, porque a fin de cuentas, la fiesta que nos llegó a través de las películas o series americanas con el famoso «truco o trato» de los niños y la diversión de asustar a la gente con las casas del terror y logrados disfraces terroríficos, tiene ese fin, ASUSTAR. La diversión de que alguien se cruce contigo en un callejón oscuro y pegue un grito.

Ambos tienen gran talento mágico, pero uno de ellos acabará irremediablemente resfriado esta noche

Es más, yo creo que este estereotipo de disfraz sexy apenas tiene diferencia respecto a los que se venden en los sex-shops. Aunque bueno, he de reconocer que eso es una ventaja, ya que de esta forma lo puedes usar en privado con tu pareja por una fracción del precio y con idéntico final feliz.


Kim Kardasian es la reina de las sexy-algo. La tienda de chinos de su barrio tiene una foto enmarcada suya por ser su mejor cliente

Y a todo esto ¿quién diseña los disfraces? No, no me refiero a los estilismos de los trajes, sino a las tallas. A veces ir de compras puede ser horrible por la gran diferencia entre tallas consecutivas, lo justo para que una te esté pequeña y otra grande, pues con los disfraces es peor, existe una famosa talla única que no le queda bien a nadie (a no ser que se pueda ajustar de alguna manera) ¿a quién tomaron medidas? ¿Qué tipo de mujer era? ¿Una alienígena? Porque humana es imposible. Yo sospecho que el patrón se diseñó cerrando los ojos y que nadie ha querido abrirlos desde entonces. Bueno, no hay que exagerar, también está la opción de que existan dos tallas, grande y pequeña, pero a veces es peor, no te queda bien ninguna de las dos te deprimes y te vas con las manos vacías (a no ser que seas una máquina con la costura y sepas arreglarlo o conozcas a alguien así).

¿Somos las propias mujeres que las que nos imponemos esta “sexy-obligación” en los disfraces para sentirnos más femeninas, sensuales y atractivas? Yo no sé de dónde viene está obsesión de ir más explosiva que la mujer de al lado pero es algo que existe, quizá estamos demasiado condicionadas por lo que nos imponen  la sociedad.

En fin, lo único que nos queda es utilizar nuestro propio criterio, hacer lo que nos apetece y si nos apetece disfrazarnos de enfermera sexy zombi, lo hacemos, que siempre está bien echarnos unas risas  o si no, podemos crear nuestro propio disfraz si tenéis habilidad con la costura o seguir buscando el disfraz perfecto.

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Este artículo lo ha escrito...

Laura Cañavate

Laura Cañavate (Murcia, 1983). Licenciada en Filología Hispánica por la universidad de Murcia, amante de los libros desde que era niña, de géneros tan dispares como el de terror, ciencia ficción o... Saber más...