La mano que mece la cuna de vez en cuando… Deshace la cama

La mano que mece la cuna de vez en cuando… Deshace la cama

La mano que mece la cuna de vez en cuando… Deshace la cama

Cuando eres pequeña siempre sueñas con ser famosa: cantante, actriz… De adolescente suspiras por conquistar a alguno de esos cantantes o actores que nunca fuiste y, de mayor das con la respuesta, para ligar en Hollywood lo mejor es ser niñera.

¿Qué tendrán las niñeras se preguntan los tabloides de medio mundo? Dicha cuestión no es aleatoria o movida por la curiosidad. La razón se debe a los recientes divorcios de Jennifer Garner y ahora también de Gwen Stefani, todas ellas aparentes parejas perfectas que se fueron a pique cuando ellas pillaron a sus respectivos maridos con las manos en la nanny.

¡Stop! Esta es la clase de niñeras que cuyo currículo hay que obviar. No por nada, solo por si acaso, que la tentación es muy peligrosa.

Y es que parece que eso de mantener tranquilitos a los niños y de pasarse las veinticuatro horas del día con la familia tiene su atractivo entre el famoseo. Muchas han sido las parejas, aparentemente perfectas, que se han separado por una indiscreción con la niñera.

Repasemos las ocasiones en que la nana ha dejado a la famosa esposa compuesta y sin marido.

Empecemos por Sienna Miller quien rompió su compromiso con Jude Law porque su atractivo prometido había tenido un affaire con la niñera de su ex esposa, continuemos por el divorcio de Ethan Hawke y Uma Thurman, por el mismo motivo (aunque aquí todo acabó con la boda del marido y la niñera) Otro que también se casó con la cuidadora de su hijo fue el desaparecido Robin Williams. Recordemos el sorprendente romance de Arnold Schwarzenegger, por aquel entonces gobernador de Californía, con una asistenta que trabajaba en su casa y cuyo resultado incluso dio sus frutos y tuvo un hijo, que se parece más al actor que los que tuvo con su legítima, ahora también ex.

Otro escándalo famoso que se quedó en eso, en escándalo, fue el que protagonizaron David Beckham y la cuidadora de sus hijos. Aunque en este caso Victoria parece que decidió perdonar (con esto la pija de las Spice Girls demostró que era la más lista de todas)

No debemos olvidar que el viejo refranero ya advertía al mundo del famoseo del poder de las niñeras, recordemos aquello de que la mano que mece la cuna es la mano que domina el mundo.

Y es que a este paso trabajar de niñera va a ser el trabajo soñado de cualquiera, vacaciones pagadas a lugares idílicos, ropa exclusiva, comidas en los mejores restaurantes y los pluses de codearse con las estrellas y tener la posibilidad de llevárselas al jardín, que en Hollywood no hay huertos. Hasta amigos íntimos de la pobre Gwen Stefani han contado a la prensa que la cantante la trataba como a una hermana pequeña, le prestaba ropa... Y por lo visto también a Gavin.

¿En serio Gwen? Mira chica, yo te hacía más lista. ¿Es que no lees el papel couché? A estas alturas ya tendrías que saber que hay niñeras y niñeras. Yo que tú hubiera contratado a una de las clásicas, estilo Mary Poppins (que sí, que es mona, pero muy formal y no miraría a tu marido más que para educártelo) o Nanny McPhee con verrugas incorporadas. O a lo mejor alguien del estilo de Robin Williams en Señora Doubtfire.

Y es que con la niñera hay que tener cuidado porque ya no solo te roba el marido es que luego se da unos paseos por los platós de televisión y cuenta con lujo de detalles lo poco afectuosa que has sido con tu pareja y la pena que ella sentía. En fin que una cosa llevó a la otra… A veces hasta se camelan a la hija y dispuestas a elegir las prefieren sobre sus madres, ¿verdad, Isabel Pantoja? Qué mala suerte tienes, por Dios.

Como digo, hay niñeras y niñeras y en el otro extremo tenemos a aquellas más agraciadas como Scarlett Johansson o Julie Andrews, que repetía de nanny en Sonrisas y lágrimas, aunque en esta ocasión sí que conseguía ganarse a los niños y al padre, viudo para más señas. O la nanny Fran Fine que se cameló los favores del padre de los niños que cuidaba a pesar de que este estaba prometido, durante seis temporadas. Lo que quiero decir con todo esto es que a este tipo yo las hubiera vetado y, otro problema menos del que preocuparse.

Otras a pesar de ser un hacha en su trabajo no llegan a verse recompensadas por como se merecen. ¿Será que esta moda solo se da fuera de nuestras fronteras?

El caso es que hoy por hoy con la tasa de paro que tenemos y las posibilidades que el oficio ofrece, lo mejor es dedicarse a cuidar a los hijos de los demás y a rezar para no enamorarse porque como el romance no cuaje se nos acabó la carrera de cuidadora de niños de por vida que después todo se sabe.

En cualquier caso ya me hubiera gustado a mí saber esto hace unos años, unos cuantos. Así cuando me preguntaban de pequeña aquello de ¿qué quieres ser de mayor? Yo, niñera, por favor.

 

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Este artículo lo ha escrito...

Olga Salar

Olga Salar (Valencia, 1978). Se licenció en filología hispánica porque era la manera más sencilla de engañar a su madre: su progenitora pensaba que se estaba sacando una carrera mientras ella... Saber más...