Mi madre y la brecha digital
Mi madre y la brecha digital
Cuando yo era pequeña, mi abuela cantaba una canción que decía: “Están clavadas dos cruces, en el monte del olvido, por dos amores que han muerto, que son el tuyo y el mío”. Puede que las cruces por los amores estén clavadas en el Monte del Olvido, pero las cruces familiares, no. Esas están en la calle del Whatsapp Perpetuo.
Todo el mundo tiene su cruz familiar. Las hay que tienen una suegra que se mete en todo y con una relación extrañamente edípica con su hijo que las lleva a competir con ella como si fuera el concurso de Miss Universo. Los hay que aguantan cuñados enterados, que de todo saben aunque no hayan salido en su puñetera vida de Valdemorillo de la Calzada. Y luego, hay gente como yo, que sufre la brecha digital en propias carnes y que tiene una madre bloguera.
Ya oigo las quejas de la de la suegra y del que tiene el cuñado:
–¡Una madre bloguera! ¡Vas a comparar!
–¡Qué mierda de cruz familiar! Eso no es una cruz, eso como mucho es un símbolo de suma.
Pero yo levanto la mano pidiendo silencio y digo:
–Es que mi madre, además de tener un blog, también tiene Facebook y Twitter y maneja el Whatsapp.
Y se callan los dos. Porque hay algo que supera a la suegra coñazo o al cuñado-grano-en-el-culo. Y ese algo es una madre armada con Whatsapp y en la brecha generacional tecnológica.
–Tengo un problema en mi Yahoo –me salta el Whatsapp con el rótulo de “Mamá”.
Suspiro. Primero, hay que averiguar dónde es el problema, porque para mi madre todo, pero todo –Facebook, Twitter, Blogger, Gmail– entra dentro del nombre genérico de “Yahoo”. El dueño de Yahoo estaría privadísimo si todos fuéramos como ella.
–¿Qué es lo que te pasa?
Escribiendo, escribiendo, escribiendo…
–Quiero subir una foto y no puedo.
–¿Cómo lo estás haciendo?
–Como siempre.
–Que es…
Escribiendo, escribiendo, escribiendo…
–Dándole al botón del ratón en la derecha y luego voy a guardar. Lo he mirado en la libretita.
Se me ha olvidado deciros que mi madre apunta cada explicación que le damos en una libretita. Lo malo es que generalmente cuando quiere resolver algo, nos llama antes de mirar en la libretita. Pero hoy parece que no es así.
–¿Le das al botón de la derecha y aparece “Guardar como imagen”?
Escribiendo, escribiendo, escribiendo…
–No, me sale guardar solo y cuando la intento subir me lleva a una página distinta.
–A ver, saca una foto de dónde estás y envíamela por el Whatsapp.
Hicimos un máster sobre el tema “sacar foto y enviar por Whatsapp” y es uno de los apartados de la libretita. Tema controlado.
Escribiendo, escribiendo, escribiendo, escribiendo, escribiendo…
Llega la foto. Está en Facebook. Sobre un enlace que no ha abierto.
–Estás en Facebook.
–Ya
Suspiro.
–Tienes que abrir el enlace para poder guardar la foto.
Escribiendo, escribiendo, escribiendo…
–¿Y eso cómo se hace?
Casi puedo oír cómo pasa frenéticamente las páginas de la libretita.
–Pues te pones encima y clicas ahí.
–A ver, espera
En línea
En línea (25 segundos más tarde)
En línea (Un minuto más tarde)
–Ya
–Ahora te sale la foto en la página.
–No, no me sale.
–¿Cómo que no?
–Que no, que me sale un anuncio de la cuenta naranja.
–Pues ciérralo.
–¿Dónde se cierra?
–En donde pone “cerrar”.
–No lo pone en ningún lado.
–¿Y una cruz? ¿Hay una cruz en algún lado?
Aparte de al otro lado del Whatsapp.
–¿Una equis?
–O una equis, sí.
Escribiendo, escribiendo, escribiendo…
Me llega un emoticono sonriendo. También tuvimos un máster sobre el tema.
–Ya tengo la foto delante –dice.
–Pues ahora, ponte encima, le das al ratón en el botón de la derecha, guardas como imagen y ya.
En línea.
En línea (1 minuto más tarde)
En línea (2 minutos)
–¿Mamá? ¿Ya está?
–¿Dónde está ahora?
–¿Cómo que dónde está ahora? ¿Dónde la has guardado?
–No sé. En mi Yahoo.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco…cuento hasta diez antes de contestar.
–A ver…ponte encima otra vez.
–Ya te estás poniendo borde.
–No estoy borde. PONTE ENCIMA.
–¿Otra vez?
–Otra vez. ¿Qué pone?
–¿Dónde?
–En el cuadradito de “guardar”.
–No veo ningún cuadradito.
AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH
AAAAAHHHHH, o, como una imagen vale más que mil palabras, esto.
–Hay un cuadradito que pone “Nombre de la imagen”
–Pero yo no le he puesto nombre.
–La imagen ya tendrá uno. Debajo. ¿Qué pone debajo?
–Pone Downloads.
–Pues ahí está, en tus descargas.
–¿Y eso, dónde es? ¿En mi Yahoo?
No contesto. Me voy al baño a clavarme la cruz que me ha caído encima. Pero la pantalla sigue encendida
Escribiendo, escribiendo, escribiendo, escribiendo…
De pronto, suena el teléfono. Mi madre.
–Oye, que no me funciona el Whatsapp, ¿puedes llamar al 1004?
En fin, que todos tenemos nuestra cruz. La de mi madre, desgraciadamente para ella, es tener una hija escritora y borde que no encontraba tema para el artículo de Glup Glup. Te quiero, mami.
Escribiendo, escribiendo, escribiendo…
Este artículo lo ha escrito...
Ana González Duque (Santa Cruz de Tenerife, 1972). Médico anestesista. Bloguera. Friki declarada. Sobrevive a un marido traumatólogo, dos niños y un gato negro. Autora de "El blog de la Doctora... Saber más...