Nos gustan los selfies como a un gatito un buen ovillo de lana
Nos gustan los selfies como a un gatito un buen ovillo de lana
Los selfies no es nada que se haya inventado ahora. Un selfie no es más que un autorretrato y éstos, por lo menos por lo menos vienen existiendo desde el Barroco. Lo que pasa es que la tecnología ha hecho que esté literalmente en nuestra propia mano el medio para conseguir uno y además, sin tener que pagar por ello. Que en vez de la cartera de tu madre o en tu álbum de fotos haya terminado en instagram, pues… estamos en el S.XXI. Era lo que tocaba.
Los selfies no es nada que se haya inventado ahora. Un selfie no es más que un autorretrato y éstos, por lo menos por lo menos vienen existiendo desde el Barroco. Lo que pasa es que la tecnología ha hecho que esté literalmente en nuestra propia mano el medio para conseguir uno y además, sin tener que pagar por ello. Que en vez de la cartera de tu madre o en tu álbum de fotos haya terminado en instagram, pues… estamos en el S.XXI. Era lo que tocaba.
Es cierto que el día que el retrato para mí tomó un significado llamémosle “profundo” y fui consciente del hecho fotográfico, por exceso de respeto al noble género del retrato tuve que cerrar mi cuenta de fotolog (fotolog que, queridodiario había alimentado diasidiano con autorretratos y pensamientos lastimeros de teen incomprendida) Años después me he dado cuenta que en aquello había mucho y que el selfie y un autorretrato- como me han enseñado Alberto García-Alix, Nan Goldin o Cindy Sherman- son cosas totalmente diferentes; como el chándal. Quiero decir que el chándal para los domingos es hasta lícito, pero ¿ a que no te presentarías en una gala de alto standing con él ? ( bueno, yo lo he hecho y fue de las peores experiencias de mi vida. Algún día hablaré de ello.)
Quizás la mayor diferencia entre selfie y autoretrato radique en la intencionalidad de la fotografía. Para mí a estas alturas, el autorretrato es demasiado serio como para jugar con ello: Es el proceso introspectivo más intenso que un sujeto puede ejecutar. Encierra mil preguntas y respuestas que quizás solo es capaz de comprender el protagonista y además tiene diferentes lecturas dependiendo del espectador, claro.
El autorretrato es una INSTITUCIÓN. Lo segundo –y perdonadme- un juego para construir una imagen en busca de un reconocimiento social y un buen comentario que te suba el ego.
Y EN REALIDAD MOLA MAZO y es totalmente lícito. Nosotras más que nadie, sabemos que un buen posicionamiento web es primordial hoy en día. Subir selfies a instagram está guay. Igual de guay que otras redes. Igual de guay que en la privacidad vía whatsapp para levantar las pasiones de nuestro amante bandido. Ahora, ten cuidado porque si eres demasiado insistente te vas a ganar unos cuantos unfollowers. O igual te haces famoso, como Benny Windfield jr.
La época de los selfies delante del espejo del baño (los auto-retretes) han pasado a la historia desde que los móviles tienen cámaras delanteras integradas, pero nos han enseñado mucho. Partiendo de esa experimentación en para conseguir “la foto definitiva”, podemos sentar las bases para un buen selfie:
Foto extraída del libro “A través del espejo”, de Fontcuberta, que es EL ARTISTA por excelencia <3
CONSEJOS PARA UN BUEN SELFIE:
1.- Busca un buen fondo. Es primordial; de verdad. Cuantas menos cosas haya por medio, mucho mejor porque más se van a fijar en lo esplendorosa que estás (y eres). Sobre todo evita que salgan cosas que ofrezcan demasiada información. No es coherente por ejemplo, que si quieres dar una imagen de tía guay, de fondo se vea en la estantería el CD de Shakira. Seamos coherentes con lo que queremos conseguir.
2.- Cuida la iluminación. Normalmente nadie va con un foco por ahí, pero puedes usar el flexo de tu escritorio. La posición ideal es ligeramente por encima de tu cabeza, de lado, a 45grados. Evita las luces directas que produzcan muchas sombras y sobre todo: evita el flash por la noche. Lo más probable es que salgas sin cara y solo se vean tus ojos.
3.- ¡Saca pecho! Estira el cuello y echa los hombros hacia atrás. Parece forzado, ya, pero es que si consigues el punto exacto, va a quedar elegante: cuello largo de cisne, pómulos estilizados y cero papada. Eso sí: ten cuidado porque tampoco queremos que se convierta en algo soez y que lo único que se vea sea tu canalillo. Elegancia, ¿recuerdas? Siempre es mejor insinuar que mostrar.
4.- Si has optado por no sonreír, deja que tus labios se despeguen de forma natural, sintiendo ligeramente el peso del labio inferior. Cierra un poco los ojos y mira hacia el lado que quieras. No se trata de que parezca que vas fumada, sino de conseguir esa mirada de interesante y seductora contenida.
5.- Nada de fotos frontales tipo carnet de identidad. Acuérdate de lo que aprendimos en los espejos del baño: descubrimos que si poníamos el teléfono un pelín picado, con el brazo alargado por encima de la cabeza, salíamos mucho más estilizadas porque básicamente no se nos veía el cuerpo pero sí unos ojos enormes si la lente de la cámara era un poco angular. Eso está muy bien, pero a estas alturas hay que hacer un par de modificaciones sobre esa técnica: No piques demasiado la cámara. La elevación de tu brazo debe ser discreta. En caso contrario, parecerás una choni y da igual la ropa que lleves, en serio. La mente nos llevará al fotoretrete. Evita también que tu brazo no salga en el encuadre porque es probable que se te vea el monederete (la carne colgandera del bíceps; esa que todas tenemos) Debe parecer que la foto te la ha hecho otra persona, ¿vale?
Ahora que ya sabes cómo colocarte, ¡a jugar! ¡Hazlo donde quieras! Como Luca Parmitano, por ejemplo.
¿Que me puedo ir a la luna y demostrarlo? Pues, ea! Ahí me hago yo la foto con la tierra de fondo ¡Claro que sí! ¡Eso farda más que nada! Y como la cosa va de aparentar… ¿sabes cuál es la última? Los UFIE.
Muffin o magdalena, autorretrato o selfie, llegamos tarde: lo que se lleva ahora son los ufie
Esta foto dió la vuelta a facebook hace unos meses: la primera ministra danesa y Obama. El tercero en acción…mmm… Quién sabe. Será otro de los misterios del entierro de Mandela, como el traductor.
Obviando que el momento es de un mal gusto que te pasas, pero abrió la veda para una nueva modalidad: selfies de varias personas. Y lo bautizaron Ufie. Y hasta el Papa se unió a la moda, haciendo del Ufie otra categoría de divinidad. Dios santo, deja que los niños se acerquen a mí.
Y como todo se vale incluso el GTA ha querido aprovechar la coyuntura! Mira cómo luce cuando tu compañero de UFIE es un muerto atropellado por un automóvil .
Ya sabes cómo puedes mejorar tu técnica y cuál es el momento actual de los autorretratos con móvil, pero ¿sabes el futuro? Nada como echar la vista hacia el mundo oriental. Los japoneses siempre están a la cabeza de absolutamente todo. Ya no tiene nada que ver con poner cara de pato y los dos deditos. Ni siquiera con los Sparrow Face…
A LAS japonesas, a las Gyaru que tanto me gustan, lo que les va ahora es hacer el FACEDOWNPOSE
¿Alguien puede decirme qué sentido tiene ocultar la cara?
En serio ¿Por qué? No me digas que es porque son tímidas porque ¿has visto esas ropas? Enorgullécete, amiga japonesa. ¡Levanta la cara! Y si puedes, haz como Yoko Shono y pon la misma cara cada día y a la misma hora exacta en tu programa de televisión para que te vea todo el mundo y haga teorías conspiracionistas como yo.
Y ya me despido no sin antes advertirte de que el abuso de UFIES puede traer problemas para tu salud. “Prestar demasiada atención a las fotografías publicadas, controlando quién las mira, a quién le agrada o quién comenta, con la esperanza de lograr la mayor cantidad posible de “me gusta”, es un síntoma de que los selfies están causando un problema”, declara la especialista Panpimol Wipulakorn, del departamento tailandés para salud mental.
¡Ah! Y los ufies, también traen PIOJOS.
Este artículo lo ha escrito...
Eva Casanueva (Madrid, 1983). Lleva obsesionándose con las piñas desde que fue bautizada bajo una higuera sin pedir permiso. Como su primera amiga en el mundo fue una cabra de nombre Lechuguina,... Saber más...