Pablo Motos: ya hueles
Pablo Motos: ya hueles
Hay presentadores de televisión que son capaces de subir a las alturas del éxito, surfear esa ola y seguir adelante durante un tiempo siendo ellos mismos, cayendo bien a la gente y prolongando su buen hacer. Pablo Motos es todo lo contrario.
Yo creo que ya está bien. Lo poco agrada, pero lo mucho cansa. Y cuando hablamos de Pablo Motos, me parece que muchos de nosotros estamos hartos.
Pablo Motos era un tío gracioso. En España fue uno de los creadores de El Club de la Comedia y posteriormente de La noche con Fuentes y Cía. Coordinaba los guiones y les daba un toque de humor muy fresco para la época. Hasta aquí todo bien. Tras pasar por la radio haciendo el mítico programa No somos nadie en M80, pegó el salto definitivo a la televisión con el programa El Hormiguero en Cuatro. Tras una lucha de poder con Mediaset, se llevó el programa a Antena 3 donde empezó a emitir a diario de lunes a jueves como El Hormiguero 3.0. Y así hemos llegado hasta el día de hoy.
Lo que en un principio era un programa fresco y muy divertido (por lo menos, a mí me lo parecía) se ha convertido en el Día de la Marmota. Un bucle infinito muy parecido a una misa. Un programa cansino, repetitivo y lleno de contenido sin interés ni fundamento. Y para mí el claro problema es él: Pablo Motos.
Sí, duerme con ellas.
Pablo Motos no ha sabido ni evolucionar, ni dosificar, ni pivotar, ni ceder. Lo único que ha hecho es sacar pecho. Atrincherarse en su programa, que es líder de audiencia, pero porque a esas horas las otras cadenas emiten programas tan interesantes como Gym Tonic o El tiempo en TVE.
Pero lo peor de todo es que Pablo Motos se cree alguien que no es. Se cree una auténtica celebridad solamente porque Will Smith le tutea. Intenta hacer entrevistas íntimas y lo único que consigue es mostrar sus carencias como entrevistador. He visto entrevistas del tío del parche de Intereconomía más espontáneas que cualquiera de las de El Hormiguero. Demasiado guión y muy poca gracia. Solo cuando el invitado se salta el protocolo hay algo de chicha.
Mención especial cuando la invitada está buena y Pablo intenta hacerle un halago que suele sonar a piropo de salido, llegando en ocasiones a entrar en una especie de ligoteo de bar de copas que suele hacerla sentir bastante incómoda. Las españolas le siguen el rollo, pero las actrices o cantantes extranjeras que reciben estas dosis de ranciedad suelen poner una cara de circunstancia, peor que si se hubieran tirado un pedo y hubiese tronado.
No han sido pocas las veces que ha meado fuera del tiesto con los invitados. La última ha sido meter a la cantante Edurne en un berenjenal con la prensa inglesa tras hacerle afirmar que Manchester era una ciudad muy fea. También recordemos las quejas del actor Jesse Eisenberg en el programa de Connan O’Brian diciendo que en El Hormiguero había sentido que se reían de él obligándole a leer frases en castellano. Y así un largo etcétera de momentos incómodos para el invitado. En un programa al que se supone que van a divertirse.
Pero Pablo Motos se sigue creyendo que es el puto amo y lo que está es sufriendo el equivalente de la crisis de los 50. En lugar de comprarse un BMW, él ha comprado a Mario Vaquerizo, a Pilar Rubio y a Anna Simón. Es decir: el tipo de moda, tetas y más tetas. Todo con el fin de mantener un cierto nivel de atención en el telespectador, un nivel que él ya no sabe cómo conseguir.
Plantilla 2015 de El Hormiguero. A Anna Simon ya solo le falta presentar el telediario. Sale en todo los demás programas de A3 Media.
¿Por qué? Pues porque uno de los mejores colaboradores que ha tenido, como fue Flipy, y que conducía la sección de ciencia se marchó. Su sección era muy innovadora y la conducía en la sombra “El Hombre de Negro”, que por aquel entonces no hablaba. Pero al irse Flipy y ascender al tipo de la gabardina todo se fue a la mierda. Ni él ni Marron son capaces de hacer la más mínima gracia a nadie con esta sección ya. Solo a Pablo Motos. Cada vez se gastan más dinero en experimentos que puedes ver en YouTube semanas antes. Una lástima.
Primera plantilla de El Hormiguero. No hacían falta famosos para entretener, solo buenas ideas.
Pablo intenta ser un Jimmy Fallon a la española. Pero es imposible. Sobre todo porque Pablo prefiere hacer publicidad de Jazztel antes que una buena sección. Prefiere mandar a Mario Vaquerizo a Japón para que toda España se ría de él (aunque él se lo toma bien mientras salga guay con sus chupas) en lugar de hacer una sección ingeniosa y que de verdad innove. Si le dedicáis media hora a buscar en YouTube fragmentos del programa de Jimmy Fallon en EEUU podréis ver con lo poco que hace magia este tío cada noche en su programa. Sin utilizar nada más que su ingenio. Y para muestra este vídeo:
Jimmy Fallon, Meghan Trainor y los Roots cantando "All About That Bass" con instrumentos de juguete.
Mientras, Trancas y Barrancas, que siguen ahí por decreto ley, tienen detrás a dos tipos mega ingeniosos como son Juan y Damián tremendamente desaprovechados, el tal Jandro sigue ahí haciendo lo que puede. Eso sí, siempre SIN GRACIA. Desde trucos de magia que podría detectar Steve Wonder, trueques absurdos más preparados que las peleas de El Diario de Patricia, hasta sus últimas cámaras ocultas a niños. ¿Os habéis fijado que cada vez utilizan a niños más pequeños para esto? Deben ser los únicos que se lo creen. La siguiente creo que la hacen con recién nacidos.
"No te hago gracias, y lo sabes."
Otro momento denigrante para la raza humana fue cuando junto a ese señor con tetas llamado Carlos Jean quisieron montar una boy band y una girl band, intentando competir con Auryn y con Sweet California. Creo que a día de hoy ambas bandas, sin nombre recordable, formadas en El Hormiguero (con un jurado súper entendido como Pilar Rubio y Santiago Segura) lo están petando en los mejores karaokes de Pitis.
Por último me gustaría dejaros en la mente esa absurda manía que le ha entrado a este señor con competir en pruebas físicas con Santi Millán (que no entiendo bien por qué se presta a ello) y que siempre tienen como final el destacar la buena forma en la que está y enseñar sus asquerosos y siniestros abdominales. ¿Qué necesidad hay? ¿QUÉ NECESIDAD HAY? Es como si quisiera hacer el próximo anuncio de One Million o Barón Dandi.
Pablo Motos se besa con Miguel Ángel Silvestre. Cosas de compartir gimnasio y jeringón.
Como siempre se dice: “si no te gusta no lo veas”. Y eso voy a hacer a partir de ahora. Ya estoy cansado del tufo de Pablo Motos y de sus aires de “lo peto siempre”. Ya estoy cansado de que me digan que me lo voy a pasar bien y aburrirme soberanamente. Ya estoy cansado de ver a colaboradores fuera de sitio soltados en el plató como animales de circo para aumentar la leyenda del pseudopelirrojo más endiosado de la historia de la televisión.
Este artículo lo ha escrito...
Javi Del Campo (Madrid, 1983). Criado entre Steven Spielberg y Los Héroes del Silencio, de alguna manera estaba destinado a caminar sobre esa pequeña linea que separa al mitómano del friki. Amante... Saber más...