Chico Bueno vs. Chico Malo: combate a muerte

Chico Bueno vs. Chico Malo: combate a muerte
¿Cuál es tu debilidad? Si llegase el fin del mundo y te encontrases en el pasillo de un supermercado (estas cosas pasan en el fin del mundo) con el chico bueno tendiéndote la mano a tu derecha y el chico malo esperándote a tu izquierda, ¿qué harías?
A finales de los noventa la cadena de televisión MTV emitía una serie de muñecos de plastilina –o eso parecían- llamada Celebrity Death Match en la que enfrentaba en un ring a personalidades del mundo de la música o del cine completamente opuestas. Las frases de los comentaristas eran geniales y los muñecos solían hacer trampas, arrancarse brazos y piernas y llorar a moco tendido. Yo solía ver estos sanguinarios enfrentamientos con mi hermana Marina y aunque apenas entendíamos la mitad de la mitad de lo que decían, nos hacían mucha gracia y algo aprendíamos, supongo. Mira y verás:
Celebrity death match: Garth Brooks vs. Marilyn Manson
Te cuento todo esto porque el otro día tuve otro ataque de nostalgia (creo que debería empezar a preocuparme) y me acordé de estos “combates a muerte” y pensé, típico de mí, qué pasaría si estos combates se trasladasen al mundo de las películas románticas. Y quien dice películas dice series o libros, tú ya me entiendes.
Es innegable que los estereotipos del chico malo y del chico bueno funcionan. En cuanto aparecen en la pantalla o en la novela, podemos identificarlos y nos decantamos de inmediato por uno de ellos. Sí, hay varias modalidades de cada uno, pero reconozcámoslo, cuanto más exagerados, mejor.
Antes de seguir, paso a enumerar las características más frecuentes del chico malo (añade las que quieras en tu comentario del artículo).
- Suele ir tatuado: no sé cómo empezó todo pero desde Marlon Brando rodó “The Wild One” la gran mayoría de chicos malos van tatuados y en moto. Dado que Marlon Brando es un clásico, he optado por elegir otra foto más moderna, Jax de Sons of Anarchy.
Chico malo con los tatuajes de rigor
- Si no va tatuado, opción que también es posible, se encarga de autoproclamar su maldad a diestro y siniestro. El caso más reciente, sin duda es Christian Grey. Y aquí va una foto:
Chico malo disfrazado pero que no esconde su “maldad”
- Proviene de una familia rota y/o tiene un trauma infantil: normalmente se utiliza este pasado para justificarlos porque si no probablemente serían unos psicópatas sin más.
- Si tienen dinero, tienen mucho dinero. Si no, son motoristas, policías, ladrones, boxeadores y un largo etcétera de profesiones arriesgadas. Nunca son profesores ni bibliotecarios.
- Adoran a su hermana pequeña o tienen una hija o sobrina, o tal vez una abuela, que despierta su lado más tierno y su fuerte instinto de protección y sí es aquí donde nos atrapa y nos hace babear.
- Niegan la existencia del amor y por algún extraño motivo han jurado no enamorarse jamás. Pero en la cama, a pesar de su “maldad” saben ser buenos. Y nosotras queremos arrancarle la ropa y demostrarle que nosotras somos de fiar y le demostraremos que el amor existe (después de solucionar otros temas más urgentes y mucho más físicos).
Y ahora a por el chico bueno (igual que antes, añade todas las características que quieras en tu comentario del post).
- El chico bueno tiene un físico que engaña o que él intenta ocultarnos tras una apariencia más tranquila. El caso más claro es Superman, o Clark Kent, como prefieras. Mira:
Yo veo esas gafas y me pierdo
- Tiene principios y los demuestra a diario frente a quien sea. Le da igual recibir una paliza si con ello demuestra sus valores. Y así luego podremos curarle.
- Nunca es multimillonario pero siempre tiene una profesión desde la que puede hacer el bien, al menos en teoría, como por ejemplo: médico, periodista o abogado. Otra foto y más babas.
¿Te imaginas llegar a urgencias y encontrarte con esto?
- Adora a su familia y está dispuesto a todo para protegerlos es en estas situaciones donde saca su comportamiento de “chico malo” y a nosotras nos da un infarto. Yo, cuando en la última peli de Superman Henry de la una paliza al malo porque se ha atrevido a hacer daño a su madre me pierdo.
- Cree en el amor a pesar de que le han hecho daño, en muchos casos tienen una ex que les ha abandonado. Son cautos pero son capaces de hablar de sus sentimientos. Y lo mejor de todo es que a pesar de su “bondad” en la cama saben ser malos cuando conviene. Y nosotras queremos arrancarle la ropa y demostrarle que nunca le haremos daño y que estamos dispuestas a hacerle muy feliz y dejar que él nos lo haga a nosotras.
Definidos nuestros contrincantes, y después de abanicarme, estamos listas para el combate a muerte entre Chicos Malos Vs. Chicos Buenos
El chico malo sube al ring, con la mirada perdona la vida a los asistentes y se quita la camiseta que lleva encima del pantalón corto para que veamos los tatuajes. Se pone los guantes con la cabeza agachada y no se inmuta ni ante los aplausos ni los silbidos. Él está por encima de todo esto.
El chico bueno sube al ring, camina en silencio pero busca con la mirada a los amigos que han ido allí a apoyarle. Se quita la camiseta que lleva encima del pantalón corto y nos da un infarto al ver los músculos que no sabíamos que tenía. Se pone los guantes serio pero antes dedica una mirada a su adversario, en el fondo lamenta el encuentro y cree que podrían ser amigos.
Suena el ring del combate, el chico malo y el chico bueno se acercan, chocan los guantes. Se observan en silencio sin moverse. El público aguanta la respiración. ¿Quién dará el primer golpe? ¿El chico malo actuará a traición? ¿El chico bueno se dejará derrotar?
Las gradas echan humo, el chico malo y el chico bueno están en el ring sin hacer nada. La tensión se palpa en el aire. Alguien tiene que hacer algo o a todos nos dará un infarto. Una chica se levanta, después otra, y otra, y otra, y otra. Tampoco dicen nada, les miran con el corazón en un puño. El chico malo sonríe, una sonrisa ladeada, por supuesto y se da media vuelta. El chico bueno también sonríe, una sonrisa con hoyuelos, claro está, y también se da media vuelta. Abandonan el ring sin haber intercambiado un golpe y el público aplaude ante la mirada atónita y las mandíbulas desencajadas de los comentaristas.
Seamos sinceras, los dos nos encantan y queremos que ganen los dos. El chico malo no puede existir sin el chico bueno, y viceversa. Y tenemos películas, novelas, series y sueños prohibidos para todos.
Yo, si llega el fin del mundo y me encuentro con el chico malo y el chico bueno en el supermercado y los dos quieren venirse conmigo no voy a elegir. Me quedo con los dos y ya está. Al fin y al cabo, es el fin del mundo, ¿no?.
Este artículo lo ha escrito...
Anna T. Casanovas (1975, Calella) Es la mayor de una familia de seis hermanos que, junto con su marido y sus dos hijas son su mayor fuente de inspiración.
Estudió Traducción e... Saber más...