Estoy... de verano

Estoy... de verano
En verano nos trasformamos en otra persona que acepta sin miramientos cualquier cosa que el resto del año jamás aceptaría. Y la mayoría de las veces lo hacemos solo porque a continuación del nombre lleva la coletilla "de verano". Juzguen ustedes mismos.
En verano todo adquiere otro matiz. Por alguna extraña circunstancia, cualquier cosa que lleve el apelativo “de verano” está permitido, automáticamente ilumina nuestras caras y nos activa una serie de comportamientos que toman el control y nos transforman.
El tinto… de verano. Todo el invierno haciendo cursos de cata, probando vinos, siendo un pedante del paladar. Pero ¿en verano?, venga, otra de tintorro frio... muy frio... helado, con hielo, casera, limón y lo que se tercie.
La canción…. del verano. Radio 3, música en directo, indie pop, rock, jazz, spotify, versión original, bla, bla, bla… Pero ¿en verano? Booooooommmmmbaaaaaa…. aaserejé já, de jé, de… maaayoooneeesa, ella me bate como haciendo mayoneesa…. (por favor que alguien se anime, las letras de las canciones del verano merecen otro artículo).
La lotería… de Navidad. Sería un sacrilegio quitarle su apelativo pero ¿quién no se ha comprado unos decimillos alegremente en el destino veraniego pensando que ese si, ese ¡si que toca! . Lo que daría yo por ver a Rapha y a Monste con un modelito... de verano. O no, mejor no.
Las series.. de verano. Disculpad, en realidad es un error. Series de verano solo hubo, hay y siempre habrá una. Todavía se me cae una lagrimita cuando pienso en la muerte de Chanquete… ay perdón, ¿no la habéis visto? Seguro que tendréis la oportunidad este verano. Puede que Verano Azul sea la serie más repetida de la historia, pero desde luego se lo merece.
El rollo… de verano. Porque ¡NO!. No es lo mismo un rollito de primavera que un buen rollo de verano, no hay discusión. Y si es con un tipo como Patrick Swayze mientras te restriegas contra el en un todo incluido, muchísimo mejor. En invierno no sabe igual.
Y esa tripita… de verano.
- ¿Se lo pongo SIN?
- Si claro, sin calorías, sin burbujas, sin alcohol, sin pan, sin sabor, sin salsa… SIN.
Este será nuestro destino cuando se nos acaben las vacaciones y al mirarnos al espejo veamos a nuestro primo/a bien alimentada del pueblo que nunca va a la playa.
Eso si, hasta que llega El final.. DEL VERANO.
Ese momento lleno de nostalgia y melancolía en el que volvemos a ser nosotros mismos. Nuestro YO de verano vuelve a su guarida y ahí se quedará en letargo, como la Marmota Phill, hasta que vuelva a escuchar la palabra mágica. Pero no nos pongamos tristes. Todavía estas a tiempo. No te cortes, disfrútalo, lánzate, desmelénate, haz eso que dices que nunca haces. Estás …. DE VERANO.
Este artículo lo ha escrito...
Blanca López (Pamplona). Como buena Sagitario, desde muy pequeña ha estado paseando por el mundo. Le habría gustado cantar como Ella Fitzerald pero, a parte de bolos en la ducha y en el coche, lo... Saber más...