El otro día subí un selfie a Instagram y entre los comentarios muchos me decían que era una alegría verme, que hacía mucho que no subía ninguna foto mía y que se alegraban un porrón de que no me hubieran salido verrugas en la nariz y pelos en las orejas (la teoría más extendida para explicar las razones por las que no publico nunca imágenes de mi persona).  Tengo que reconocer que, a pesar de que no he mutado, para mí subir fotos a Instagram es tan arriesgado como atravesar un campo minado y me pienso bastante lo que muestro (tengo bastante en cuenta el artículo que publicó sobre selfies nuestra gran Ana Cantarero. Lo podéis leer aquí) y lo que no muestro, al contrario que todos esos que se hacen fotos frente al espejo y no se dan cuenta de que detrás de ellos sale su W.C. Como esta señorita que viene a continuación:

Pero para otras personas la famosa aplicación de fotografía es como llevar un diario íntimo y personal, en el que van mostrando todas las cosas que hacen y les pasan, como un conjunto de detalles que muestran el escenario total de su vida. Peligro. Porque tus imágenes no siempre dicen lo que tú crees que dicen de ti. Es más, algunos se obsesionan con subir siempre un tipo determinado de contenido para demostrar la clase de persona que son. Y, lo peor, no siempre consiguen el objetivo que estaban buscando. Para muestra estas categorías:

CITAS NEW AGE

Si te pasas la vida subiendo imágenes muy cuquis con frases llenas de sentimiento puedes provocar más de un cortocircuito en los teléfonos móviles de los demás por culpa del almíbar que chorrea tu cursilería supina. Por no mencionar que la mayoría de tus followers pensarán que eres incapaz de hilar dos frases seguidas y que por eso tienes que recurrir a las citas de otros. Y que realmente tienes la profundidad de un charco de la calle.

PORNOFOOD

Salvo que seas Jamie Oliver o un aspirante a entrar en Masterchef pasarse el día entero subiendo sólo y exclusivamente fotos de comida puede decir cosas terribles de ti, entre ellas:

1) que en realidad estás a dieta semi-eterna pero nos quieres engañar;

2) que tu espíritu enfermizo te va a llevar a protagonizar el remake de El Gran Banquete;

3) que hace nada que te independizaste de mamá, ni siquiera sabes usar el abrelatas,  en tu nevera sólo hay latas de Cocacola y tres tristes manzanas y te pasas el día soñando con tiempos mejores.  

INSTAGLAM

Yo me levanto todos los días preguntándome cuándo estallará la burbuja de las fotografías de manipedis, cuándo dejaremos de ver auténticas obras maestras tan minúsculas como aquella reproducción de El Quijote “edición especial para pulgas” que vi en un museo de Talavera. Tú te pensarás que admiramos tu capacidad para crear diseños increíbles en superficies diminutas. Nosotros pensamos que tu vida debe ser bastante triste si le dedicas tanto tiempo a hacerte reproducciones de La Gioconda en las uñas de los pies.

ROLLO ARTÍSTICO