Venganza

Venganza

“En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre”

Friedrich Nietzsche

La RAE define venganza como: “satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos”. Y me pregunto yo: ¿es cierto eso? ¿De verdad vengarse de alguien sirve para algo? ¿Nos trae consuelo o paz interior? ¿Sí? Yo, que me olvido de los agravios demasiado rápido -a veces quisiera tener buena memoria para vengarme como es debido-, jamás he planeado ni llevado a cabo algo semejante y esta semana, con el asunto del libro Merci pour ce moment, de la despechada Valérie Trierweiler, ex compañera de François Hollande, me he puesto a pensar en ello seriamente, en lo cabreada que debe estar esta señora como para planear, elaborar y publicar este libro como “la madre de toda las venganzas” contra su descocado ex consiguiendo, es un  hecho, que su popularidad cayera en picado en las últimas encuestas.

Valérie, que es periodista de “Paris Match”, se lo ha tomado con calma y además de despellejar vivo al presidente del gobierno francés, ha conseguido embolsarse un estupendo adelanto que enriquecerá, dichosa ella, con los royalties por las ventas (que han superado todas las expectativas). Su editor ha confesado que en un día superó tres veces las ventas de las Cincuenta sombras de Grey. O sea, lo pone de vuelta y media y encima se forra. Y es que contar los secretos de alcoba siempre, siempre resulta rentable, aunque yo me pregunto si ese dinero es suficiente para aplacar la rabia, la impotencia y la vergüenza que sintió esta señora cuando se conoció en todo el mundo el affaire que su novio mantenía con la joven y guapa actriz Julie Gayet.

Trierweiler  dice en el libro que esperaba "un escenario a la Clinton con Hollande disculpándose en público y comprometiéndose a no ver nunca más a Julie Gayet”. Ella estaba dispuesta a perdonarlo, dice, pero Hollande decidió romper la relación y dejarla literalmente “con el culo al aire” y públicamente. Muy feo, claro, y más después de haberlo perdonado otras veces. No sé si el problema ya es más de ella (por tragar tanto) o solo de él, por inmaduro e infiel, pero el caso es que ahora hay un libro de venganza y Hollande está que se tira de los pelos (es un eufemismo porque de pelo, poco) en el Elíseo.

A todo esto se ha sumado la primera ex del susodicho infiel, Ségolène Royal, madre de sus cuatro hijos, que lo apoya por encima de todo. Yo creo que lo apoya más por intereses políticos que por otra cosa, pero el caso es que Ségolène define a Trierweiler casi como una loca peligrosa y la desacredita siempre que puede… qué triste… las mujeres deberíamos ser más solidarias, sobre todo Ségolène Royal que tragó carros y carretas con Hollande, pero supongo que su futuro político familiar pesa más y se ha posicionado junto a su ex (que, por cierto, no sé qué les da, pero se las trae de calle).

El tema ha llenado las secciones de cotilleos de media Europa (cotilleos A, no B, que hay muchos medios que pasan de Chabelita y Kiko Rivera y se centran en estas esferas más glamurosas) y aunque es muy jugosa la cosa, no es la primera vez que ocurre, ya en el pasado hubo otras que quisieron vengarse a través de un libro, digo otras porque los hombres parecen más retraídos para estas cuestiones… Bueno, algunos, no hay más que recordar las memorias de Espartaco Santoni… Así que además de reflexionar sobre la venganza me he dedicado a buscar algunos casos de “despáchese a gusto contra su ex a través de un libro” y algo he encontrado.

DIANA DE GALES o la venganza por boca de otro. Mi admirada princesa de Gales soltó por esa boquita todo lo que quiso contra Carlos, Camilla y su antigua familia política en la tele, pero por escrito lo consiguió gracias a su amigo y biógrafo Andrew Morton. Este afortunado colega consiguió que lady Di se desahogara con él, le contara su drama, y después que consintiera publicarlo. Diana, su verdadera historia salió en 1992 y fue la mejor venganza jamás escrita contra una familia real, la princesa del pueblo no solo ponía a parir a su infiel maridito, también hablaba de su fría y casi siniestra familia política, de sus problemas con la bulimia y la anorexia, y sus intentos de suicidio. La bomba, ¡que hubiera dado Ana Bolena en 1536 por una oportunidad así!

 

MIA FARROW, en 1997 la dulce actriz de La rosa púrpura de El Cairo publicó What Falls Away, un libro de memorias donde todo el mundo esperaba que hablara de su romance con Frank Sinatra (siendo ella menor de edad) o sus apasionados affairs en Hollywood, pero no. Mia, que estaba muy cabreada y dolida con Woody Allen, contó con pelos y señales el romance del director con su hija adoptiva Soon Yi, de veintiún años y las tendencias (decía ella) de Allen hacia las jovencitas. Era una venganza en toda regla, contaba las neurosis, los miedos y las fobias que sufría Allen, y el infierno de hogar que compartían, pero no logró perjudicarlo seriamente, todo quedó en recuerdos sin contrastar, no hubo demandas ni contradeclaraciones y fue un pequeño fracaso editorial, aunque hizo correr ríos de tinta.

 

JERRY HALL, la ex de Bryan Ferry o Mick Jagger, entre otros muchos, cobró dos millones de dólares de adelanto en el año 2002 por un libro donde reveló con pelos y señales sus aventuras amatorias, sus novios, su paseo por las pasarelas de medio mundo y las infidelidades (cientos) del padre de sus cuatro hijos. Al parecer Jagger, puro sexo y rock&roll, no se reformó nunca durante sus nueve años de matrimonio y al final su amante más duradera, Carla Bruni, actual señora de Sarkozy, acabó presionándolo para dejar a Jerry y ella juró venganza como buena tejana que es, o sea, en caliente y por un puñado de dólares.  Jerry Hall: Autorretrato fue un sonoro fracaso que llevó a la editorial a pedir a Jerry que devolviera el importe de su adelanto, pero ella pleiteó, se quedó todo y no se volvió a mencionar el asunto.

 

SADIE FROST (¡Dios! a esta como la envidio) ex mujer de Jude Law, se hartó de las infidelidades de todo tipo (y a todas horas) de su precioso querubín londinense y después de dejarlo medio en la ruina con un divorcio multimillonario, se le ocurrió escribir el libro Crazy Days, poniéndolo a bajar de un burro. Jude, que es muy gamberro pero muy discreto, hizo todo lo posible por parar la publicación, primero legalmente, y cuando no hubo juez británico que quisiera embargar el manuscrito, pagó a la madre de sus hijos otro pastizal para que retirara sus fotos del libro y suavizara sus opiniones. Finalmente llegaron a un acuerdo económico y Sadie acabó diciendo: “Todo el mundo tiene que recordar cuando se enamora. Son muy buenos recuerdos y me alegro de que los niños puedan leerlos”. Jajajajaja qué morro tiene la gente.

 

MÓNICA LEWINSKY, a la becaria mejor pagada de la historia, lo digo por el rendimiento económico que ha sacado tras su paso por la Casa Blanca, le pagaron 12 millones de dólares –o eso dicen- por contar sus memorias y su romance con Bill Clinton, pero aún no tenemos nada claro. En 1999 salió a la venta Monica's Story, su biografía autorizada donde se supo TODO, pero que no firmó ella directamente (aunque cobró por ellas) y después de mucho soltar por aquí y por allá, finalmente este pasado verano vio la luz el libro Clinton, Inc.: la audaz reconstrucción de una máquina política, del periodista Daniel Halper, donde se cuentan una a una las aventuras de Clinton con gente como Barbra Streinsand, Elizabeth Hurley o la Miss Arkansas, Lencoa Sullivan, y donde el capítulo dedicado a Mónica parece estar narrado por ella misma. Nadie lo confirma pero seguramente ella está detrás de la parte que le corresponde. Lo que viene a dejar claro, señores, que la venganza mejor fría… aunque sea casi veinte años después.

 

Y entre este pequeño resumen de vengativas escritoras, quiero recordar a una que se moría de ganas por contar cosas pero un abultado y oportuno talón la dejó muda. HEATHER MILLS, ex señora de Paul McCartney, a la que el ex Beatles pagó nada menos que 50 millones de dólares por su silencio. ¿Cómo lo veis? Por un cheque así igual hasta yo me vuelvo muda… el caso es que ella, a la que ahora acusan de haber trabajado como prostituta en sus tiempos mozos, cogió el dinero y se metió en su casita.

Sé que existen otros muchos casos, tal vez los queréis compartir con nosotros, de momento nos quedamos con estos dándole vueltas, que era el comienzo de este artículo, al valor verdadero o no de la venganza. ¿Sirve para algo?



 

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Este artículo lo ha escrito...

Claudia Velasco

Claudia Velasco (Santiago de Chile, 1965). A los 19, se trasladó a Madrid dónde estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y donde reside desde 1985. En la actualidad trabaja en... Saber más...