Hijos de famosos: yo te nomino

Por Puri Ruiz

Hijos de famosos: yo te nomino

La fama cuesta, la fama pesa y no sé cuántas cosas más. Pero ser hijo de un famoso tiene un riesgo añadido: que tus padres te pongan un nombre ridículo para hacerse los guays. Ellos quedan de lo más cool, pero al pequeño le van a llover las collejas en los pasillos del cole.

Es un hecho: a partir de cierto grado de fama, la excentricidad se cotiza al alza. O sea, si tú eres una matá de la vida, como yo, y se te ocurre ponerle a tu hijo un nombre que no figure en el top ten de nombres gastados, lo llevas claro: te van a freír a preguntas y a chanzas. Pero ellos (los famosos) están por encima del bien y del mal. Y se exponen a que a sus hijos los frían a sardinetas (poco, porque estos padres tan famosísimos tienen mil recursos para proteger a sus vástagos de todos los males) o a que acudan enloquecidos al registro a cambiarse el nombre nada más tengan la posibilidad de hacerlo. Lo cual no me extraña, porque es altamente probable que un famoso engendre a otro famoso, aunque solo sea por cuestiones endogámicas. 

Cuando uno toma la decisión de traer al mundo a un ser humano, le gusta cuidarlo y mimarlo, aunque solo sea porque en el momento de nacer está nuevecito y nos hace ilusión estrenarlo. Pero puede que eso solo nos pase a los pobres españoles, que nos lo tenemos que pensar muchísimo antes de contraer semejante compromiso; quizá, si fuéramos Angelina y Brad, que tienen hijos como quien compra huevos (por medias docenas), no seríamos tan remilgados a la hora de ponerle una etiqueta que, en general, es de por vida. En el caso de estos dos, a la hora de nominar es importante que haya muchas haches o equis: Pax, Maddox, Knox, Shiloh (a tope de haches), Zahara… La pobre Vivienne se dará al alcohol de mayor pensando que era la menos deseada de todos.

Y, contra todo pronóstico, los nombres de los cachorros Jolie-Pitt no son ni de lejos los más rarunos. He compilado aquí algunos de los más insólitos, mientras trato de entender semejante desaguisado:

-Apple. La monísima y rubísima hija de Gwyneth Paltrow (alias Güini Patrol) y Chris Martin (alias el soso de Coldplay) ya debe andar explicándoles a sus amiguitos del cole por qué la llamaron manzana. Habrá malpensados que crean que es un homenaje al veganismo extremo de esta familia, pero yo creo más bien que idolatran la firma del difunto Steve Jobs y que son muy de iPhone y nada de Samsung. El menor se llama Moisés (Moses), nombre bíblico por antonomasia, y solo se me ocurre que debió de elegirlo mientras rompía aguas.

-Zuma. Zuma Nesta Rock, pa servirles. Así se llama la vástaga de Gwen Stefani. Os juro que he buscado Zuma hasta la extenuación y no significa nada. NADA. Operación matemática en Málaga, como mucho. Al menos su hermanito Kingston (James McGregor, pa servirles) tiene nombre de capital de Jamaica, que es una cosa como más relajada. Igual lo concibieron allí ella y Gavin: no quiero saber bajo los efectos de QUÉ. 

-Ava y Lenon. Dos de los tres hijos de Paz Vega tienen estos preciosos nombres que recuerdan (vaya usté a saber por qué) a una mítica actriz y un legendario músico, respectivamente. Los sucesivos viajes de Paz a intentar hacerse un hueco en Hollywood la han debido de trastornar más de la cuenta. En Sevilla, su tierra natal, fliparán cuando los llamen a los dos seguidos a gritos: va a parecer que necesitan ayuda para una hipoteca.

-Tu. Así de corto, no parece gran cosa. Pero su apellido es Morrow, y es hija de Rob Morrow (el mítico prota de Doctor en Alaska). Llamarse Tu Morrow es un divertidísimo juego de palabras para un chiste de esos de sobremesa con amigotes, pero fatídico cuando pasan lista en clase. De esto que va la profe y pregunta: "¿Vas a hacer los deberes, Tu Morrow?", y la pobre no sabe si la están recriminando o se los están aplazando. Por fortuna, Rob paró ahí y no tuvo un hijo al que llamar Mi, para poder subir una foto a Instagram de ambos peleando y llamarla Tu Morrow contra Mi Morrow.

Se ve que los famosos no tienen problemas de autoestima. O sí, y utilizan a sus hijos como pararrayos de todos sus traumas de la infancia

-Milan. Para sus famosísimos papis, Shakira y Gerard Piqué, querrá decir "querido, lleno de gracia y amoroso en eslavo; en romano antiguo, entusiasta y laborioso; y en sánscrito, unificación" (transcribo literalmente la retahíla de ambos para justificar la cagada). Pero dos de esos tres idiomas ya no existen, el eslavo no es que sea de uso común en España o Colombia que digamos, y en español, de toda la vida, Milan ha significado "goma de borrar". Así, queridos, sin tilde, como a vosotros os gusta.

-Audio Science. ¿Qué se le cortocircuita a uno para llamar a su hijo Audiociencia? De verdad, ¿qué? Los autores de semejante catástrofe fueron Shannyn Sossamon y el autor de libros infantil Dallas Clayton. Shannyn es actriz, y que quizá no te suene de nada podría ser la razón por la que se descolgara con semejante horror. Yo cuando leo estos nombres me imagino a sus abuelos (en mi cabeza son españoles, por supuesto) rebautizándolo: "¡Audioguía, la merienda! ¡Ardociencia, que no t'has acabao las salchichas!".

-Peaches. Otra descendiente de los Fruitis, como Apple. La pobre hija de Bob Geldof (cuyo segundo nombre es miel de flores, es decir, Honeyblossom) habrá tenido que oír todo tipo de chistes sobre su delantera. Melocotones Geldof, en venganza, se quedó embarazada prontito y arremetió contra su pequeño, llamándolo Astala (me juego el cuello a que de segundo nombre lo quiso llamar Coronilla).

-Kal-El. Nicolas Cage se quedó más ancho que calv… que largo cuando registró a su primogénito bajo este kriptoniano nombre, uséase, el de Superman. Señor Nicolas, los traumas de la infancia con la Marvel hágaselos mirar sobre un diván. Y es que, nacido Coppola, Nicolas se cambió el apellido en honor a un superhéroe de esta editorial. Pues nada, chico, que todavía te quedan unos añitos para concebir algún Captain America (o The Hulk, y si el niño te sale con muchos mocos el chiste es completo).

-Pilot Inspektor. Mi favorito de todos. Es el nombre del chiquillo de Jason Lee (Me llamo Earl). Al parecer, el Pilot no tiene que ver con el mítico rotulador, que podría, visto lo visto. Lo sacó de la frase de una canción del grupo Grandaddy; lo de Inspektor sería porque venía Hacienda a hacerle unos controles, vete tú a saber. Solo espero que esta criatura le apañe el karma a su padre porque, a punto de entrar en la preadolescencia, las carcajadas en el insti se van a oír al otro lado del Misisipí. 

-Brooklyn. Qué monos los Beckham. Otros que traen los hijos de cuatro en cuatro y hala, sacan del bombo (con perdón) el primer nombre que les sale. Llamarte Cruz, como Penélope, es una ídem; pero llamarte Brooklyn merece una explicación. Al parecer, los tortolitos lo engendraron justo en este barrio neoyorquino. Pues menos mal que en su etapa española no echaron ningún polvete fértil en La Almunia de Doña Godina…

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Este artículo lo ha escrito...

Puri Ruiz

Puri Ruiz (Madrid, 1968). Periodista nacida en la capital pero arrastrada hasta el sur gracias a una ola molona que me dejó una pareja alucinante y una hija maravillosa. Fuera de ellos, que son mi... Saber más...