Los 'cabellos' del Apocalipsis

Por Anita C.

Los 'cabellos' del Apocalipsis

Si el mundo puede llegar a su fin en algún momento de nuestras vidas, estoy segura que será un mes de septiembre: cuando se acaban las vacaciones, una vuelve al trabajo, se mira en el espejo y descubre que su bonita melena se ha convertido en un nido de urracas. Hoy te damos las claves para salvar tu linda cabellera del temible dios del sol.

Una de las peores catástrofes estéticas que puede irritar más a una mujer es, sin duda, ver su melena destrozada. Nos podemos convertir en la niña del exorcista de la noche a la mañana. Y la cosa puede empeorar. ¡Vaya que sí! Sobre todo si tu chico insinúa que no entiende cuál es el problema, cuando un buen corte puede solucionar una cabellera desastrosa. Ahí es cuando alguna que otra echamos espumarajos por la boca.

¿Cortar el pelo? ¡Pero cómo se atreve a plantear algo así! ¡Con lo mal que se pasa cuando decides dejarte crecer el cabello! Meses haciéndole la cobra a las tijeras del peluquero; los dolores de cabeza que sufriste por culpa de una tonelada horquillas para sujetar esos mechones, que debían haber sido igualados ; o los tirones al desenredarte cada mañana ese nido de urracas que tú llamas pelo. Y, digo yo, todo ese esfuerzo ¿para qué? Para conseguir unos miserables cinco centímetros extra de melena que ahora se desquebrajan como la paja seca.

Mierda.

Sí, dilo: mierda. (En estos casos, los términos escatológicos están permitidos).

 

¿Y quién aniquiló tu preciosa melena? ¿Quién arruinó tu vida?

El responsable no fue uno, sino los cuatro jinetes apocalípticos de la Biblia de los Cabellos:

El idiota de tu amigo que te lanzó a la pisci por sorpresa (sin haberte aplicado antes el protector para cabellos).

El invencible Spray solar Sublime de L'óreal Professionnel (pvp: 14€ aprox.).


El socorrista, que vale que estaba bueno, pero evidentemente se pasó tres pueblos echando el cloro en la piscina. (¡Ni que lo regalasen!)

Con Pool&Sea de Revlon los cabellos rubios no terminarán con reflejos verdes debido al cloro, el sol y el mar. (pvp del dúo: 25€ aprox.)


El seguridad del aeropuerto que no tuvo ningún miramiento cuando te hizo te tirar tu mascarilla protectora del color antes de subir al avión. Por cierto ¿alguien me puede explicar cómo introducir mascarilla capilar en un frasquito de 100 mililitros?

Mascarilla Oro Líquido de Salon Hits (pvp: 4€ aprox.).

 

Y Miguel Ángel Silvestre que debe ser el gurú de tu chico y por eso te obliga a practicar deportes churrasca-cabellos como surfing, submarinismo, kite surf… (A ver si los hombres de este país se enteran de una vez por todas, que las novias del actor le siguen la corriente porque está macizo y no porque las mujeres amemos los deportes de teenagers).

La pamela XL: el remedio infalible para preservar tu cabello. 

 

Tipos de cabellos apocalípticos y cómo domarlos:

El pelo frito: dícese de aquel que ha sufrido una y otra vez la furia de la oxigenación de los rubios nórdicos (tintes).

 Solución: Prueba la gama Absolut repair cellular de L’oréal Professionnel y en diez días tu cabello parecerás más sano.

 

El pelo whisky: aquel que se encrespa especialmente con la humedad o temperaturas de calor extremas.

Solución: el kit Liso Keratina 7 días de TRESemmé (pvp aprox.: 14€) que mantiene tu melena alisada incluso entre lavados.

 

El pelo clarinete: el que se clarea con las ráfagas de viento y al mojarlo tiene la textura del pelaje de un yorkshire. 

Solución: el activador de la densidad capilar Densifique de Kérastase (pvp aprox: 55 €). Más cabello en tres meses de tratamiento. 

 

El pelo panocha: mojado parece rizado pero cuando se seca es fosco, bufado,… Suele evocar recuerdos sobre pelucas de payaso made in China.

Solución: el champú Curly Wurly de Lush (pvp: 16,95 €) conseguirá que tus rizos queden marcados, suaves y brillantes. 

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Este artículo lo ha escrito...

Anita C.

Anita C. (Madrid, 1974). Redactora freelance de moda y belleza y madre de un niño y una niña. No le da vergüenza admitir, que no lleva nada bien lo de cumplir años, ni pasar todas sus tardes... Saber más...