Estoy preparada para bailar Twerk
Estoy preparada para bailar Twerk
Nuestra eterna lucha por estar a la última en tendencias nos ha llevado a excavar demasiado hondo esta vez, despertando a una terrible bestia: El baile conocido como "Twerk"
Mi gusto por el tremendismo me hizo ayer volver a casa escandalizada.
Quizás porque estoy en plena crisis de los 30 y porque renuncio a convertirme en el modelo de responsabilidad que toda madre espera de una hija, decidí que vivir con gente más joven era sin duda buena idea. Lo que te garantiza una convivencia teen es poder comportarte como en tu veintena sin que nadie te juzgue por una multa por botellón y poder olisquear lo que se cuece en el ecosistema generacional previo al tuyo.
Por eso, el sábado a las 2 de la mañana estaba en un garito de mi barrio analizando cómo se lo montan ahora los que son un poco más jóvenes que yo.
“Nada ha cambiado”
Ya. Hasta que llegaron a mí esos dos culetes tersos moviéndose como serpientes con ataques pesudoepilépticos.
Socorro. El Twerk es tendencia.
Llevo un par de años observando que el menear el bullaque de forma obscena está cada vez más presente en vídeos musicales. El primer ejemplo claro de que el twerk iba a ser una realidad vino a mí con el vídeo “Pon the floor” de Major Lazer. Era divertido ver cómo mujeronas entradas en carne le hacían el salto del tigre a unos enclenques y eléctricos machos alfa . Es hasta entrañable. Me recuerda a cuando de pequeña hacía temblar la gelatina del postre.
Pero la cosa es seria. Los niñas empiezan a bailarlo pero, ¿estamos preparadas para bailar el twerk?
(Me dispongo a ponerme delante del espejo para valorar la posibilidad.)
Estas preparada para bailar Twerk si:
- Sabes llevar un ritmo básico. Chimpun, chimpun.
- En tu armario hay al menos un pantalón de licra (se valen las mallas) y una camiseta ajustada. También tienes calzado cómodo.
- Para tí no es un problema el menearte. Para bailar Twerk parece ser que cuanta más carne haya, es mejor por eso del efecto óptico. Así que el meneo será proporcionalmente más contundente en función de tu sedentarismo. Los excesos de la Navidad ayudan.
- Tienes la habilidad de controlar el movimiento de tus caderas. En el caso de que también sepas manejar tu piel de naranja, he de felicitarte porque estás en el nivel superior del arte del twerk.
Lo puedo hacer. Además, después de investigar mucho, puedo decir que aunque no es beneficioso para la salud en general, para la elasticidad, el trabajo abdominal, de glúteos y lumbares es bárbaro.
¡OJO! Parecía una buena idea hasta que mientras me ponía a prueba delante del espejo, me he dado cuenta de que tiene unos cuantos contras.
CONTRAS DE PRACTICAR TWERK:
La más importante y quizás la única de todas es sin duda LA SUTILEZA. Como te pases de la raya te arriesgas a que la gente que está a tu alrededor reaccione:
a) sintiendo vergüenza ajena
b) dejando de tomarte en serio para el resto de tu vida y colgándote el cartel de “Explicit Content”
Otros contras de menor importancia podrían ser:
-Para cultivarte en este arte vas a tener que apuntarte al gimnasio. Se requiere estar en forma y trabajar para el twerk (ejercita tu coordinación, elasticidad y todas esas cosas que decía mi fuente médica)
- Si lo practicas demasiado, es posible que el daño sea irreversible: dejarás de pensar, de emitir juicios racionales. Con el twerk dejas de lado toda reticencia, vergüenza, sentimiento de culpabilidad, etc etc etc y te quedas en encefalograma plano. Practicado en exceso, puede apoderarse de ti.
¿Estoy preparada para el twerk verdaderamente?
En realidad tengo miedo. Como todo lo que hacen Justin Bieber y Miley Cyrus marca tendencia, me temo que después de la gala de la MTV esto se ha convertido en otro acto de fe fanática. Además ya lo está promoviendo el dichosos canal : se va a practicar en todos lados y a todas horas. Y hay millones de vídeos en youtube de chiquillas mostrando sus habilidades.
También va a suceder que yo terminaré teniendo pesadillas con ordas de zombies que bailan twerk y me persiguen mientras de la mano llevo al niño-conejo de Gummo (Si, bueno, el conejo ese es figura indispensable en mis sueños. Es que… es especial)
Pero bueno, hay que ser positivos, pese a que en septiembre el Oxford Dictionary of English ha introducido la palabra en su versión online. Quizás no llegue a la versión impresa. Tampoco hay que alarmarse porque es probable que pase como con la Lambada.
En fin, que si aún así quieres aprender, te aseguro que en youtube hay unos tutoriales que no tienen desperdicio.
Sólo hazme caso en una cosa: te recomiendo no investigues demasiado por la red para no toparte con ejemplos desagradables o que te transporten a otras realidades que no son la tuya . Puedes quedar traumatizada y llegar a ponerte filosófica. Dejará de resultarte simpático saludar a tus amigos con un saleroso menear de posaderas porque has estado días dándole demasiadas vueltas a cuál debería ser tu opinión con respecto a algo que ahora te resulta tan denigrante para la mujer.
Otra vez habrás dado demasiada importancia a algo y serás una desquiciada.
Ah, por cierto, no intentes justificarlo con que sus raíces son africanas porque el Mapouka se le parece bien poco (aunque como la Lambada, el gobierno de Costa de Marfil lo prohibió en los 90)
Este artículo lo ha escrito...
Eva Casanueva (Madrid, 1983). Lleva obsesionándose con las piñas desde que fue bautizada bajo una higuera sin pedir permiso. Como su primera amiga en el mundo fue una cabra de nombre Lechuguina,... Saber más...