Todos tenemos un pasado

Todos tenemos un pasado
¿Cuántas veces nos pasa que nos sorprendemos de que tal o cual amigo tuvo una relación con una persona que no le pega nada? ¿O nos olvidamos de que Fulanita era la mujer de Menganito? ¿Cuántas veces nos pasa? Muchas. También nos pasa con los famosos, de los que creemos saberlo absolutamente todo.
Soy una cinéfila empedernida desde muy pequeña. También hija y nieta de unas señoras cinéfilas, que además se devoraban revistas y periódicos especializados y que me contaban jugosas historias de los actores de Hollywood. Tal vez este entrenamiento doméstico me ha hecho tener una memoria prodigiosa en cuanto a los amores y desamores dentro del séptimo arte, una afición sin provecho alguno en el mundo real que, sin embargo, en mi trabajo me ha servido horrores porque me dedico precisamente a eso, al periodismo de cultura, corazón y espectáculos.
Empezando por esto he de decir que no puedo ver una peli sin clasificar, inconscientemente, tal o cual pasado amatorio de tal o cual actor. Mi hijo, desde pequeño, me ha oído contar anécdotas al respeto y aún hoy me sigue escuchando cuando le suelto perlas del tipo: ¿Has visto a Michael Douglas en Síndrome de China?, pues en ese tiempo había tremendo escándalo en Hollywood porque salía con Brenda Baccaro, una actriz que le doblaba la edad y que provocó que no se hablara con su padre o…¿ves a esa actriz de Chasing Shadows, Arrow o Emergencias? Se llama Alex Kingston y estuvo casada con Ralph Fiennes… manías que tiene una.
Sentada las bases de mis aficiones, he de decir que este artículo surge precisamente por algo así, viendo a la voluptuosa Meg Tilly en Modern Family, una actriz de largo recorrido en Hollywood, le comenté a alguien que ella fue el primer gran amor del oscarizado Colin Firth, con el que comparte un hijo… y casi le da un pasmo… ¿Vosotros os acordabais?... pues ya veis, Colin no ha hecho más que sumar premios y ella telefilmes, pero comparten un pasado común que a mí no se me olvida y que sirve como excusa para recordar someramente a aquellas parejas del Star System que durante años fueron fotografiadas, seguidas y reconocidas como ejemplo de amor y pasión y de las que ahora apenas nos acordamos.
COLIN Y MEG, EL AMOR SURGIÓ EN FRANCIA
Aunque Colin Firth tiene ahora cincuenta y cinco años y parece el más serio de los hombres, lo cierto es que tuvo su pasado loco y pasional. En la actualidad está felizmente casado con la italiana Livia Giuggioli, con la que comparte dos hijos, pero allá por 1989 vivió un amor loco y fotografiado con una guapísima actriz estadounidense que fue su compañera de reparto en Valmont de Milos Forman. La versión europea de Amistades Peligrosas tuvo a Colin Firth encarnando a Valmont y él se volvió literalmente tarumba de amor por Meg Tilly, que encarnaba a la dulce Madame de Tourvel. Una historia corta pero muy bonita que lo llevó a vivir en Los Ángeles y a convertirse en padre de su primer hijo, William, que nació en 1990 y que se crio con su madre en los Estados Unidos. A Meg Tilly, a la que a veces nombra en las entrevistas aunque no tienen muy buena relación, la dejaría poco tiempo después, concretamente en 1995, por la actriz inglesa Jennifer Ehle, su compañera de reparto en la maravillosa serie de la BBC Orgullo y prejuicio.
LA ANGELINA MÁS TRAVIESA
Para nadie es un secreto que Angelina Jolie vivió una adolescencia y una primera juventud muy intensas. La hija de John Voight se lo pasó pipa antes de convertirse en una responsable madre de familia numerosa y buena muestra de ello son los dos maridos que se agenció antes de que llegara Brad. En 1995 la contrataron para protagonizar Hackers, piratas informáticos y según sus propias palabras: “Me volví una loca acosadora de Johnny Lee Miller”, que era un estupendo y jovencísimo actor británico, que venía de rodar Trainspotting con Danny Boyle (inmenso Johnny Lee como Sick Boy en esa peli) y que aterrizó en Hollywood un poco despistado aunque a los pocos meses ya era el marido de una de las herederas más famosas de la industria, una Angy loca de atar que lo volvió medio tarumba y que lo dejó tirado en 1999 cuando rodó Fuera de control con Billy Bob Thornton. El amor volvió a surgir en los platós y Billy Bob, que ya llevaba tres matrimonios a la espalda, se casó con ella. Nadie, en su sano juicio, se pudo creer esta pareja tan dispareja, pero lo cierto es que ellos lo vivieron a tope, fueron felices, se tatuaron mil cosas en común, hicieron reportajes de lo más subiditos de tono y finalmente se divorciaron en el 2003. Hoy por hoy Angelina es un ícono de muchas cosas, está feliz junto a Brad Pitt y mantiene una estrechísima amistad con Johnny Lee Miller (actualmente Sherlock Holmes para la tele), aunque no se habla con Billy Bob Thorton…
JOHNNY DEPP LAS VUELVE LOCAS (LITERALMENTE)
Cuando Johnny Depp llegó a Hollywood procedente de Kentucky, dicen que se encaprichaban de él tanto chicas como chicos. Era el terror de las discotecas y de las fiestas de Los Ángeles y aunque pronto empezó a destacar más como actor que como “famoso”, lo cierto es que aprovechó su tirón en el cine para ligarse a las más guapas del lugar. Gracias a Eduardo Manostijeras, en 1990, conoció a la niña mimada de Hollywood, Winona Ryder, que por entonces tenía diecinueve años, y se la ligó. Se convirtieron en la pareja preferida de la prensa, de los fans y no dejaban de pasear su amor por medio mundo. Él se tatuó “Winona Forever” en un brazo, tatuaje que luego modificaría por “Wino Forever” y la hizo subir al cielo hasta que se cruzó en su camino la modelo británica Kate Moss y mandó a la pobre Winny de paseo. Winona Ryder jamás se recompondría de todo este tema. Nunca ha tenido una pareja estable y feliz después de Johnny y dicen que todos sus problemas psicológicos tienen su origen en la desquiciada relación que mantuvo con el actor… curiosamente, unos años después, Kate Moss diría exactamente lo mismo. El noviazgo con la Moss, que ya venía despendolada de fábrica, fue la época más negra de Depp, o eso dice él, que se metió de lleno en las drogas. La cosa acabó fatal y las dos ex acabaron más locas que antes de conocerlo. Por algo será, digo yo.
RAPH FIENNES, EL MARIDO INFIEL
Oh Ralphy, qué gran actor ha sido siempre este chico, he tenido el privilegio de verlo en el teatro y de entrevistarlo (esta historia da para un libro) y he de decir que me sigue extrañando tanto que Ralph Fiennes, el tipo enfermizamente tímido que yo conozco, haya sido el culpable de uno de los escándalos amorosos más sonados de la Inglaterra de los noventa. Ralph Nathaniel Twisleton-Wykeham-Fiennes (este nombre tan pijo nos deja claro su origen medio aristocrático) se casó en 1993 con la actriz Alex Kingston. Los dos eran guapos y talentosos, acudían a fiestas, empezaban a despuntar en sus respectivas carreras y todo genial hasta que a Ralph le dan en 1994 un Hamlet con la Shakespeare Company y se enamora de la veterana actriz Francesca Annis, que encarnaba a su madre. El amor surgió de repente y Ralph, que estaba empezando a rodar El Paciente Inglés, planta a su mujer de mala manera y se va a vivir con Francesca, que le sacaba casi treinta años. Un romance precioso, salvo por el hecho de que la despechada mujer legal se quedó en la cuneta y se dedicó a despotricar todo lo que pudo y más al respecto. Raph vivió con Francesca Annis once años y dicen que fue finalmente ella la que lo dejó por sus continuos líos de faldas (incluso uno con una azafata en el baño de un avión). Desde entonces no ha vuelto a sentar la cabeza, aunque novias, ligues y amantes no le faltan.
BRAD PITT, PRINCIPE INDECISO
¿Os acordáis cuando Brad Pitt llenaba páginas y páginas de la prensa junto a Gwyneth Paltrow? fueron la pareja del momento. Guapos, jóvenes, talentosos y enamorados, un tándem perfecto que él ya había formado con otra estupenda actriz, Juliette Lewis, a la que conoció rodando Kalifornia en 1993. Juliette era una actriz en alza y además conocía bien la industria porque es hija de Geoffrey Lewis, un conocido actor de los años setenta. Ella había marcado la diferencia en El cabo del miedo, en 1991 y casi murió de la impresión cuando Brad la invitó a salir (eso cuenta ella). Él empezó a dejarse ver con Juliette por Los Ángeles y a proclamar a los cuatro vientos su amor por ella, aunque nunca se decidía a comprometerse, hasta que en 1995 rueda Seven con la Palthrow y deja a Juliette de la noche a la mañana… lo demás ya es historia… A Gwinny la dejó tocada y hundida, dicen, porque esquivó la boda con ella contra viento y marea, y ella nunca lo ha superado… hombre, que era la novia de América y él la toreaba mejor que Manolete. Aunque él la dejó por Jennifer Aniston y a la Aniston por Angelina, Gwinny siempre lo lleva en su corazón… ¡Señor!
LOS DORNAN, UN MATRIMONIO PECULIAR
Estos son como de última horneada, Jamie Dornan y su encantadora esposa, Amelia Warner, que ahora me entero que además de actriz es compositora. Jamie Dornan dejó Irlanda del Norte para hacerse modelo en Londres, porque facha no le faltaba, y resulta que nada más pisar la capital del Támesis lo mandan a Manhattan para hacer una campaña de publicidad con Keira Knightley. Por entonces Jamie tenía veintipocos años y Keira, que de tonta no tiene un pelo, se lo liga y se lo agencia para ella solita durante dos años. Veinticuatro meses en los que se lo llevó a todos los rodajes, aparecían juntos en la prensa, acudían de la mano a los estrenos y proclamaban su amor a los cuatro vientos, sin embargo, la cosa se rompió y él empezó a saltar de cama en cama, desde Sienna Miller a Mischa Barton, Lindsay Lohan a Kate Moss, hasta que en el 2010 unos amigos comunes le presentan en una fiesta de Los Ángeles (¿dónde están esos amigos comunes para presentarme a mí uno como este?) a la guapa Amelia Warner, ex mujer de otro irlandés de armas tomar, Colin Farrell. La pareja ya se hace inseparable, se quedan embarazados y se casan en el 2013…hoy por hoy forman un tándem perfecto (para disgusto de la esperpénticamente sosa hija de Melanie Griffith, Dakota Johnson, que parece que se creyó demasiado Las Cincuenta Sombras de Grey y lo mira en los estrenos con cara de tonta perdía) Jamie y Amelia son guapos, elegantes, tienen clase, ganan pasta, no les falta trabajo y sueñan con un futuro esplendoroso… ojalá ninguno vuelva a las andadas y dentro de unos años no tenga que recordar yo por aquí que estos fueron en su día una pareja feliz.
Como siempre os digo, esto es solo una muestra, de los nacionales quería hacer hincapié en Carolina Cerezuela, que durante años fue novia del actor Luis Fernando Alvés, con el que posaba para el Hola y del que ahora no quiere ni acordarse al lado de Carlos Moyá en su casoplón de Mallorca… Penélope Cruz que salió con Nacho Cano, Gigi Sarasola, Olivier Martínez, Tom Cruise, Matt Damon, Matthew McConaughey o Thomas Obermaier antes de enamorase de Bardem o Elsa Pataki, que parece que llegó virgen al matrimonio con Chris Hemsworth, cuando antes salió (posó en reportajes y vivió con ellos sonados compromisos matrimoniales) con Fonsi Nieto, Michaël Youn o Adrien Brody… o la propia Reina Letizia que antes de Felipe VI, estuvo casada con el profesor Alonso Guerrero y vivió con su compañero de Canal Plus David Tejera… y lo dicho: si me queréis contar alguno que os viene a la cabeza, somos todo oídos.
Este artículo lo ha escrito...
Claudia Velasco (Santiago de Chile, 1965). A los 19, se trasladó a Madrid dónde estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y donde reside desde 1985. En la actualidad trabaja en... Saber más...