¿Photoshop?... Noooooooo ¡por favor!

¿Photoshop?... Noooooooo ¡por favor!

¿Quién le iba a decir a Oscar Wilde, cuando escribió El retrato de Dorian Gray, que a finales del siglo XX un invento como el Photoshop conseguiría el secreto de la eterna juventud y la belleza perenne? Nadie y seguramente, si él levantara la cabeza, sería un adicto al mismo, o no, porque si de algo presumía Wilde era de sentido común… algo que muchas de nuestras protagonistas de hoy se dejan en casa cuando llega la hora de protagonizar una bonita portada.

Mi experiencia profesional de más de veinte años accediendo a las celebrities de todo el mundo me ha hecho recomendar siempre: “si te gusta mucho alguien en el cine o la tele, no te empeñes en conocerlo en persona”. Normalmente el mito se cae, se estrella contra el suelo y como es verdad que la tele engorda, la mayoría de las veces nos parecen escuchimizados y faltos de un buen plato de lentejas. Esto es así, pero no sería un problema si, al menos, cuando conoces a un famoso en persona, no descubres que el susodicho o susodicha tiene unos diez o veinte años más de los que aparenta en las fotos, porque la tersura de la piel o el brillo de los ojos no se puede modificar al natural, eso no se consigue ni con el maquillaje más exclusivo, y el aparecer con cara de quinceañera en las portadas por arte de birlibirloque solo perjudica, os lo digo yo, te puede hundir, entonces ¿por qué abusar del Photoshop?

Eso habría que preguntárselo a las reinas del Photoshop como Ana Rosa Quintana, que a sus casi cincuenta y ocho primaveras, se empeña en aparecer en la portada de su revista como una adolescente. Gente de su equipo bromea diciendo que, como siga en ese plan, habrá que pixelar sus fotos, porque cualquier día aparece como una menor de edad (ya sabéis que a los menores de edad se les saca pixelados los ojos para no ir en contra le Ley del Menor, de ahí la bromita). Así de crueles son. Y ella erre que erre negándolo todo y asegurando que tiene una estilista muy buena. Y sí creo que tiene una estilista que es casi la Virgen de Lourdes, pero hija mía, Ana Rosa, querida, ¿qué necesidad tienes tú, con tu maravillosa trayectoria profesional, de negar lo evidente?, ¿eh?... ¿si cuando te mandan las fotos con Photoshop a tutiplén las revisas a conciencia y luego les das el visto bueno tan feliz?

Además, este es un caso más de que no solo te sacan joven y lozana, sino más delgada, con menos curvas, mucho más guapa y más estilizada de lo que has estado en toda tu vida. Una lástima, porque ella es una mujer muy atractiva, estupendísima para su edad, y con tanto Photoshop solo provoca que cuando alguien la conoce en persona se quede unos cuantos segundos con la boca abierta sin saber qué decir.

De las famosas locales con Photoshop,  por supuesto Ana Obregón, que dejó los posados en Palma de Mallorca cuando descubrió que ni el editor gráfico más hábil, con su maravilloso ratón, podían disimular los pellejillos de la tripa y el paso inexorable de la edad. Alaska, que es OTRA PERSONA al natural −si te cruzas con ella por la calle no la reconocerías en tu vida− y aunque posara maravillosa para una campaña antitaurina (olé por Olvido que en esto es una campeona) la realidad es bien distinta, tanto que no sale de casa sin dos kilos de maquillaje y jamás deja que la fotografíen sin unos buenos focos por delante.

En este sendero también anda Carmen Martínez Bordiu, que desde que su amiguísima Isabel Preysler le presentó el Photoshop, se ha convertido en una especie de cromo de sí misma, que en persona esconde como puede los kilitos de más y las arruguitas. Vaya esclavitud más tonta ¿no?

También están las que pasan por la portada de Interviu y que de repente descubren que sus fantasías íntimas de ser como Kim Basinger puede ser posibles. Oh BENDITO SEAS Photoshop, agradecerán de rodillas, bellezas locales de lo más normales que quedaron chupi en su posado para la revista referencia de erotismo nacional, entre ellas: Terelu Campos, Belén Esteban, Leticia Sabater, María José Galera, Anne Igartiburu, Alaska, Maribel Pantoja, Fresita de GH, Nuria Bermúdez, Olvido Hornillos, Chiqui de GH, Sofía Cristo, Bárbara Rey, etc, etc, etc. Una larga lista que nada tienen que ver con Marisol o Lola Flores o la desaparecida Amparo Muñoz, que en los años setenta no contaban con programa informático alguno para corregir sus defectillos. Porque, y hablando de los años setenta, ¿cómo se las arreglaban antes de 1987 las famosas para aparecer siempre divinas en las fotografías? Pues exigiendo un buen maquillador, peluquero, estilista y fotógrafo y sabiendo posar, porque entre ellas había verdaderas maestras de “su lado bueno” como la inolvidable Sara Montiel (y su media en las cámaras de televisión) o Grace Kelly o Sofía Loren, que luego elegían (por contrato) una a una, y minuciosamente, las imágenes que más le gustaban para publicar. Eso se hacía antes y al menos, cuando aparecían en persona, nadie se asustaba porque insisto, el Photoshop, tiene un afecto rebote y tanto usarlo al final, perjudica.

Y de las divas internacionales ¿Qué puedo decir? Desde Beyoncé –esta mujer es espectacular, no entiendo por qué acude tanto al dichoso Photoshop− a Shakira, pasando por Kate Moss, Melanie Griffith, Andie McDowell, Isabelle Adjani, Madonna, Jeniffer López, Penélope Cruz y suma y sigue una larguísima lista de mujeres (también hombres) que se ven tan guapos después de pasar por las manos del editor gráfico de turno, que ya no pueden vivir sin él, aunque con ello parezcan ser la reencarnación de Dorian Grey en su faceta más siniestra.

En resumen, creo que algunas adictas al Photoshop deberían replantearse su uso masivo o aceptarlo sin más, públicamente, y así dejar de asustar al personal. Y esto también va por las chicas y señoras de a pie, que han aprendido a usarlo, de estrangis en su casa, y ya no hay red social donde no cuelguen sus fotos retocadas… ¿pero no os dais cuenta, almas de cántaro, que de este modo solo conseguís mentir y engañar y correr el riesgo de espantar al más pintao cuando os vea en persona?

Mi consejo siempre es: mejor aceptarse, y arreglarse, lógicamente, para eso está el gimnasio, la dieta, la vida tranquila, el sueño y las arrugas naturales. Uno es como es y mejor ser siempre como eres, que hacer el ridículo con retoques exagerados que solo juegan en tu contra ¿o no estáis de acuerdo? El Photoshop es una herramienta maravillosa para aclarar fotos, levantarlas, darles mayor calidad, pero NO debería ser la fuente de la eterna juventud, creo que solo juega en nuestra contra el usarlo sin control y me sumo a las modelos y actrices que hace dos años defendieron su derecho a aparecer al natural en las revistas y que proclamaron a los cuatro vientos: “Esas fotos pueden hacer que la gente crea en realidades que no existen”. ¡Amén!.

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Este artículo lo ha escrito...

Claudia Velasco

Claudia Velasco (Santiago de Chile, 1965). A los 19, se trasladó a Madrid dónde estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y donde reside desde 1985. En la actualidad trabaja en... Saber más...